Claudio Orrego: "El futuro de la DC no se define ni parte en el PC, parte en sí misma"
Tras un período de reflexión, el hasta el domingo jefe de la RM decidió seguir en su partido. Además, plantea que la DC debe realizar una autocrítica para enfrentar la crisis de convivencia que vive y solo después de eso evaluar futuras alianzas.
A partir del lunes, cuando deje la Intendencia Metropolitana, cargo que ocupó durante los cuatro años del gobierno de Bachelet, Claudio Orrego (DC) se instalará en la oficina del abogado DC Patricio Zapata, su amigo, quien le ofreció un espacio mientras busca trabajo. El ex candidato presidencial aborda la crisis que vive su partido: las renuncias de militantes - como Mariana Aylwin- y los estados de "reflexión" en que se han declarado Gutenberg Martínez e incluso él mismo luego de la última junta nacional de fines de enero. Orrego descarta una renuncia y asegura que "hay que dar la pelea desde adentro".
¿Cómo ha visto las renuncias y el estado de reflexión de algunos militantes a partir de los últimos sucesos que se han dado en la DC?
Tenemos una crisis como DC y también de convivencia. Lamento mucho las renuncias. No porque sean muchas o pocas. Eso me parece un debate aritmético medio burdo. O sea, todo el mundo sabe el rol y la importancia que tienen Miguel o Mariana Aylwin en el partido, Manuel Inostroza o Clemente Pérez. Son gente valiosísima que siguen siendo DC, pero se cansaron de ser basureados. Mi primer desafío es que he tomado la decisión de seguir siendo DC y de seguir en el partido, pero hay que renovar la convivencia inclusive para que algunos de ellos puedan volver, porque de lo contrario esas renuncias no van a ser las últimas y vamos a seguir con un desangramiento por goteo.
¿Le parece acertada la decisión de Mariana Aylwin y los integrantes de Progresismo con Progreso?
Somos todos adultos y cada uno toma las decisiones que estima convenientes. Creo que la política se hace en partidos políticos y hay que dar la pelea desde adentro. Tomé la decisión de seguir adentro, entre otras cosas, porque no creo mucho en estos trabajos como independiente. Hay que hacer partidos nuevos o hay que mejorar los que tenemos y no veo que hoy día se haya decidido hacer un nuevo partido en otro lado así que me quedo donde estoy.
En su carta de renuncia Mariana Aylwin sostiene que se desdibujó la identidad de la DC, que la Nueva Mayoría dejó de ser una alianza de centroizquierda y se puso bajo la hegemonía de la izquierda refundacional. ¿Comparte ese diagnóstico?
Algunas cosas sí, algunas cosas no. Cuando tú eres parte de una coalición tú renuncias a parte de tu identidad. Creo que el no haber discutido con mayor profundidad los temas programáticos generó este ambiente ambiguo de si tú estabas de acuerdo con todo o no de lo que estaba en el programa. Uno puede ser parte de una coalición acotando acuerdos y explicitando diferencias, pero si no lo haces corres el riesgo que dice Mariana. Hay muchas cosas que hizo este gobierno que nosotros compartimos, entonces no siento que sea solo controlada por la izquierda. Pero que se desdibujó la identidad sí y que cuando tú tomabas una decisión como partido y después habían 10 voces distintas públicas, también. O sea, allí la falta de disciplina por un lado, y la falta de explicitación de posturas por el otro han ayudado a esto.
El 27 de enero en la junta nacional varios, incluido usted, dijeron estar "en reflexión". ¿Le parece que es lo adecuado para el momento que vive el partido, ser un dirigente destacado y abrir ese flanco?
Todos tenemos el derecho a reflexionar y tomar todo tipo de decisiones. Algunos han tomado las decisiones de partir, otros después de este periodo de reflexión hemos tomado la decisión de quedarnos. Ahora, las decisiones no son eternas, son decisiones.
Para la gente que no es militante, ¿cómo se explica que quienes proponen una idea y esta idea no gana decidan irse del partido?
No, pero no es el caso. Discrepo de eso. No se trata del mal perdedor, no. Creo que hay una reflexión más profunda que espero la pudiéramos hacer dentro del partido en el próximo tiempo porque ya no está ni el fantasma de Bachelet que vuelve a la vuelta de la esquina, lo cual eso te permite obviar la reflexión, no hay elecciones inmediatas. No digo que podamos pasar toda la vida en eso, pero por lo menos tenemos un año por delante para hacer un trabajo interno y como todas las instituciones y comunidades puedes hacer bien el trabajo y salir fortalecido o puedes entrar en un círculo de decadencia. Yo espero que sea lo primero y para eso voy a trabajar.
¿Y cuál es la autocrítica que debería hacer la DC?
Primero hay un tema de lectura del país. Yo al menos cuando veo este espíritu de la retroexcavadora siento que eso nos hizo un tremendo daño en la gestión política de gobierno. Nos costó ordenarnos porque uno no ordena por órdenes solamente de gobierno. Uno ordena mucho más fácilmente cuando invierte tiempo en consensuar aquello que quiere hacer primero entre nosotros y después con la oposición. Creo que quizás la mayoría que tuvimos en ambas cámaras en el comienzo, la enorme popularidad de la Presidenta hizo creer a algunos que podíamos ahorrarnos ese trabajo que se llamaba "prelegislativo político" entre los partidos y también de trabajo con la oposición que al final se traducían en, creo yo, proyectos de ley con una mayor base de apoyo y también mayor impecabilidad técnica.
A propósito de la autocrítica que tiene que hacerse la DC, ¿cree que le hizo bien apoyar a este segundo gobierno de Michelle Bachelet?
Fuimos parte de una primaria, yo participé de esa primaria, y el compromiso que asumimos es que apoyábamos a la persona que ganaba. Creo que en política honrar la palabra todavía vale. Ahora, ¿cómo fue el trabajo programático que se hizo? Creo que ahí hay falencias. A veces, cuando uno se apura por volver al poder y no invierte suficiente tiempo en aquello que quiere hacer, se producen esas confusiones que al final hacen daño. Yo no creo que el daño haya sido ser parte de un gobierno. Quizás el daño en el caso de la DC puede haber sido no haber discutido con más franqueza y con más claridad ex ante en aquello que estábamos de acuerdo y en aquello que no estábamos de acuerdo a nivel programático. Nadie está obligado a estar de acuerdo en todo: yo puedo apoyar un gobierno con mucha lealtad, con mucho entusiasmo, pero no compartir al 100% sus políticas, eso es válido pero hay que decirlo antes.
Patricio Walker dijo que renunciaría a la DC si el partido vuelve a aliarse al PC. ¿Su diagnóstico es similar?
Es un error centrar el debate, la autocrítica y el futuro de la DC en función de un partido. Tengo críticas al PC, creo que hace cero autocrítica, creo que también hizo cosas que son complicadas y tengo muchas diferencias, pero creo que el problema de la DC hoy día no puede reducirse al PC. Nos hizo mucho más daño no habernos enfrentado de verdad y con firmeza al espíritu de la retroexcavadora que a otra cosa. No nos perdamos. O sea, es como decir "mira, en el PC están todos los males de la DC…" si el PC tiene el 5%. O sea, tengo profundas diferencias con el PC en muchas cosas y he aprendido a trabajar con muchos comunistas también en otras, pero el futuro de la DC no se define ni parte en el PC, parte en sí misma. Lo otro es insistir en tratar de tomar un atajo respecto del trabajo que tenemos que hacer nosotros.
Se ha armado un debate, aunque ella lo ha negado, respecto a la idea de que podría haber un "Bachelet 3.0".
Espero que no. Creo que con todo el cariño que tengo por la Presidenta, con todo lo que valoro lo que ha hecho, creo que el fantasma de "Bachelet 2" hizo que nadie hiciera la autocrítica respecto de los errores que cometimos en el pasado. Creo que inhibió a muchos que podrían haber dado el paso de haber asumido algún rol de liderazgo y puso a todo un sector político en una actitud pasiva de espera en vez de una actitud activa de construcción de algo nuevo, y creo que eso al final fue malo. Cuando uno ha estado dos veces en la Presidencia de la República cumplió con un tremendo servicio a Chile.
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