Consejeros oficialistas manifestarán el próximo martes su postura “En contra” del texto constitucional en una “cuenta pública ciudadana”

Este martes 31 de octubre a las 17.00 de la tarde, los consejeros de izquierda realizarán una cuenta pública “ciudadana” en la escuela básica Salvador Sanfuentes ubicada en la calle Catedral, a minutos de la sede del Congreso en Santiago. Así lo confirman cuatro fuentes del oficialismo.

En la actividad, los consejeros darán cuenta de su opinión del texto, exponiendo los temas que quedaron en el documento. Además, se espera la presencia de organizaciones sociales y, que el bloque Unidad para Chile se manifieste expresamente por su postura ‘En contra’ del borrador constitucional de cara al plebiscito del 17 de diciembre. Si bien los representantes del sector han deslizado su posición para el plebiscito, esta no ha sido comunicada de manera expresa ni tampoco oficial.

Los consejeros oficialistas quieren que se desarrolle después de terminada la última sesión plenaria -del lunes- en donde tendrán que votar a través de un solo trámite el texto en su conjunto para luego despacharlo al Presidente de la República.

Los representantes oficialistas, además, en su reunión de este miércoles no definieron si acudirán al Comité Técnico de Admisibilidad (CTA) por la eventual vulneración de una de las bases institucionales, puesto a que aún se encuentran haciendo estudios jurídicos. El motivo por el cual recurrirían a este recurso es porque a su juicio, una de las 32 normas que fueron aprobadas por la comisión mixta y posteriormente por el pleno del Consejo, vulnera uno de los doce bordes establecidos para el funcionamiento del proceso.

La norma a la cual aluden es la que establece que “la soberanía reside en el pueblo de Chile, nación única e indivisible”. La base institucional, escrita en la Constitución vigente, plantea que “Chile es una República democrática cuya soberanía reside en el pueblo”.

Los consejeros de gobierno tienen plazo hasta este sábado para reclamar ante el CTA. Eso sí, conocedores de los diálogos reconocen que ven lejana la opción de recurrir realmente al árbitro del proceso.