Consejeros republicanos retroceden y pleno aprueba mecanismo de reemplazo constitucional con votos en contra de la izquierda
En una jugada de último minuto, que sorprendió a los partidos de gobierno, el Partido Republicano se dio vuelta y entregó sus 22 apoyos para reponer el procedimiento consensuado en la Comisión Experta para crear una nueva Carta Fundamental. La fórmula revive el quórum de 2/3 y requiere de dos Congresos consecutivos para prosperar. El tema elevó el tono en el órgano redactor y obligó al oficialismo a criticar el texto de los comisionados y acusaron la creación de un nuevo "cerrojo".
Durante la tarde de este miércoles, el Consejo Constitucional vivió su última sesión plenaria, para luego derivarle el texto a los expertos para que hagan sus modificaciones. En la jornada, el órgano visó el capítulo XIV de “Procedimiento de cambio constitucional”. La discusión estuvo marcada por una norma específica, la que establece un mecanismo para reemplazar la Carta Magna.
La gran novedad del día fue que este tema, que había sido suprimido en comisión gracias a los votos republicanos y de parte de la izquierda, se repuso en el borrador gracias a los mismos votos de la bancada del Partido Republicano.
Cuando esto se discutió en la comisión de Sistema Político, el epígrafe de reemplazo constitucional fue rechazado. Esto se produjo por los votos en contra de los representantes republicanos de esa instancia y -la gran sorpresa- por tres consejeros oficialistas: Jessica Bengoa (CS), Christian Suárez (PS) y el consejero con escaño indígena Alihuen Antileo. El único voto favorable del oficialismo de la comisión fue del RD Julio Ñanco.
Aquella jugada de último minuto de la izquierda sorprendió a la derecha e incluso indignó a algunos comisionados de Chile Vamos. Cuando el tema se discutió en la Comisión Experta, la izquierda -en especial el comisionado Francisco Soto (Ind.-PPD)- empujó con fuerza la existencia de un mecanismo de reemplazo constitucional. La derecha, en tanto, se opuso.
Ambas fuerzas no cedieron hasta llegada la última fase de negociación de la Comisión Experta. Ahí ambas partes bajaron sus expectativas. La derecha cedió la existencia de un mecanismo de reemplazo, pero puso su procedimiento como moneda de cambio. Ante eso, entendiendo un contexto de correlación de fuerzas empatadas, la izquierda aceptó. Cuando el tema se votó en el pleno, el único experto que votó en contra fue el comisionado comunista Alexis Cortés.
Por lo mismo, que el tema se haya rechazado en comisión, con la izquierda votando junto con republicanos, fue un hecho que remeció el tablero del Consejo, tanto así que provocó que este miércoles los republicanos se dieran vuelta. Si antes estaban en contra de la existencia de un mecanismo de reemplazo, en la sesión plenaria estuvieron a favor.
Así fue como toda la derecha se plegó a defender el capítulo tal como venía del anteproyecto y forzó a que la izquierda -que ha defendido una y otra vez el texto de los expertos- tomara distancia e incluso lo criticara.
El mecanismo de reemplazo finalmente se aprobó con los 22 votos favorables de republicanos, 11 votos a favor de Chile Vamos, mientras que la izquierda tuvo una división: hubo 12 votos en contra del texto del anteproyecto y cuatro abstenciones de los consejeros Aldo Valle (Ind.-PS), Alejandro Köhler (Ind.-PS) y los RD Kinturay Melín y Julio Ñanco.
El consejero republicano Jorge de la Maza argumentó la votación y el giro de su bancada. “Sin perjuicio de haber sido una norma respecto de la cual como bancada no estuvimos de acuerdo en un comienzo, con el transcurrir del tiempo a través de las sesiones y del trabajo constitucional, nos hemos dado cuenta de la necesidad de incorporar el procedimiento de reemplazo constitucional”, dijo el consejero, quien añadió que “esto pone de relieve el carácter innovador de la propuesta del anteproyecto”.
La derecha aprovechó la instancia para refregarle a la izquierda que en este tema no diera sus votos para respaldar la propuesta de la Comisión Experta. Así lo marcó el comisionado Sebastián Soto (Ind.-Evópoli). “Aquí nadie se ha alejado en este capítulo del texto de la Comisión Experta y eso entonces nos debiera llevar a concluir que este capítulo debiera ser aprobado por unanimidad, porque los consejeros de izquierda han levantado siempre sus posiciones desde el texto de la Comisión Experta, y aquí entonces lo que estamos votando es el texto de la Comisión Experta que coincide con el del Consejo”, dijo Soto.
¿En qué consiste el polémico mecanismo de reemplazo?
La norma en cuestión establece en su primer inciso que “solo podrá iniciarse un procedimiento de reemplazo de la Constitución a propuesta del Presidente de la República y con el acuerdo de los dos tercios de los integrantes en ejercicio de la Cámara de Diputadas y Diputados y del Senado”.
Además, se establece que dicho acuerdo -al igual que el proceso actual- contiene “bases institucionales y fundamentales que deberá contener la propuesta de nueva Constitución” y la formación de una Comisión Técnica, reglas, plazos de procedimiento y mecanismos de participación ciudadana. Dicha Comisión deberá elaborar un anteproyecto. Esta instancia tomará sus decisiones con un quórum de 3/5.
El texto que redactará la Comisión Técnica luego se despachará al Congreso para que se tramite como un proyecto de ley. La tramitación será con quórum de 2/3 en la Cámara y en el Senado. En caso de que el Congreso apruebe la propuesta, “el proyecto así despachado no se promulgará y se aguardará hasta la próxima renovación” del Parlamento.
Luego de la siguiente elección parlamentaria, y en una nueva legislatura, los nuevos parlamentarios escogidos tendrán como primera tarea en su ejercicio aprobar el proyecto de nueva Constitución en la primera sesión de la Cámara y el Senado. No podrán hacer modificaciones.
Por último, en caso de que 2/3 de los miembros, tanto de la Cámara como del Senado, “se comunicará al Presidente de la República, el que deberá convocar dentro de los tres días siguientes a dicha comunicación, mediante decreto supremo exento, a un plebiscito nacional constitucional para que el electorado se pronuncie sobre la propuesta”.
Pese a que el mecanismo fue fruto del consenso alcanzado en la Comisión Experta, los consejeros de izquierda no dudaron en criticarlo duramente. “Aquí hay la voluntad de congelar un proyecto político, un texto que no convoca y están construyendo un cerrojo magnífico, aún mayor que lo existente en la Constitución de 1980 y que no se había visto antes sino en el constitucionalismo del siglo XIX. Estamos retrocediendo, no estamos avanzando hacia un Estado moderno”, afirmó el consejero Christian Suárez (Ind.-PS).
En tanto, la consejera comunista Karen Araya siguió la misma línea: “Los mecanismos de cambio constitucional que se plantean en este texto son más rígidos y más difíciles de alcanzar que en los presentes en la Constitución actual”.
La derecha respondió los reproches. “Acá no estamos para instalar cerrojos ni cercos defensivos. Ser el país con el quórum más bajo de la OCDE no es instalar cerrojos, es mostrar generosidad y apertura a todos los chilenos, es mostrar que estamos disponibles a escuchar no solo a las mayorías, sino también a las minorías, porque lo hemos dicho incansablemente, las mayorías pasan, pero el país queda”, dijo el consejero Arturo Phillips (Ind.-UDI).
Junto con esto, el pleno dio luz verde a la norma que fija el quórum en 3/5 para realizar reformas constitucionales.
El round de Horst y Cortés
La discusión de este tema elevó el tono al interior del órgano redactor y estuvo marcado incluso por un enfrentamiento entre los comisionados Bettina Horst (Ind.-UDI) y el PC Alexis Cortés.
“23 comisionados expertos votamos a favor y el único que votó en contra está acá en la sala, Alexis Cortés, representante del Partido Comunista”, comenzó diciendo la economista, quien agregó una crítica al sector respecto de que “para ellos la única vía válida para un reemplazo constitucional era y será una asamblea constituyente”.
A su turno, Cortés le respondió. “Debo lamentar profundamente la intervención de la comisionada Bettina Horst, señalando que prácticamente yo haya votado de un modo, esa definición es intrínsecamente perversa o negativa, y que el hecho que haya consejeros que puedan votar del mismo modo que yo, lo hace moralmente lamentablemente”, contestó el sociólogo.
El comisionado PC cerró aclarando que “no fui yo quien más veces no dio la unanimidad a los acuerdos transversales en la Comisión Experta, sino que fueron precisamente las comisionadas de Libertad y Desarrollo que se plegaron junto con el comisionado experto del Partido Republicano en aquellos temas sensibles que hoy nuevamente han aparecido en la palestra y que son aquellos temas que a la sociedad también le importan”.
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