Cordero dice que postura del gobierno es “sustraer” al Poder Judicial de nombramientos para evitar “incentivos inadecuados”

Luis Cordero
El ministro de Justicia, Luis Cordero. Foto: Sebastián Cisternas / Aton Chile.

El titular de Justicia, quien ayer lunes se reunió con el presidente de la Corte Suprema para concretar una mesa de trabajo en esta materia, apuntó que la pregunta genuinamente importante “es cuánto la política está dispuesta a reducir su nivel de influencia”.


En una entrevista la mañana de este martes, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, abordó el trabajo que se está realizando para hacer cambios al sistema de nombramientos judiciales.

En este contexto, en la jornada de ayer el secretario de Estado se reunió con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco Herrera, como parte de las reuniones para materializar la mesa de trabajo para perfeccionar estas designaciones.

Esto, luego de la controversia por posible tráfico de influencia en los nombramientos. Uno de los casos que desataron la polémica fue la designación de María Teresa Letelier como ministra de la Corte Suprema, ya que a propósito de una información publicada por Ciper, el candidato de Chile Vamos a la Municipalidad de Santiago, Mario Desbordes, habría estado involucrado en las supuestas maniobras del exjuez Juan Antonio Poblete para promover el nombramiento de Letelier.

En diálogo con Tele13 Radio, en esta jornada Cordero señaló: “La posición del Ejecutivo ha sido que al Poder Judicial hay que tratar de sacarlo de la mayor cantidad de nombramientos”.

Y luego insistió: “Hay que sustraer al Poder Judicial de la conformación de ternas en todo ese tipo de nombramientos”.

Es que de acuerdo al secretario de Estado, “el hecho de que usted tenga el Poder Judicial, a las Cortes de Apelación, a la Corte Suprema, participando en procesos de nombramiento, tiende a generar incentivos muy inadecuados, además de perder el foco de la atención, porque los incentivos de las intersecciones”.

“Tradicionalmente en la literatura de anticorrupción hay como tres grandes intersecciones que uno tiene que mirar, la que se da entre el sector público y la política, entre el sector público y el sector económico, o la que se da entre los tres. Cuando se da la intersección entre el sector público y la política, está la tensión de mérito y separación de funciones. Cuando uno resuelve mal eso, tiene problemas de régimen de nombramiento”, explicó.

Con todo, Cordero planteó que la pregunta genuinamente importante “es cuánto la política está dispuesta a reducir su nivel de influencia desde los miembros del tribunal supremo hacia abajo (...) es la pregunta que la política tendría que responder”.

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