Crece tensión entre republicanos y el gobierno: Kast acusa campaña de La Moneda en contra del proceso constitucional y ministros endurecen el tono
El excandidato presidencial y la directiva del Partido Republicano cuestionaron a los secretarios de Estado que han manifestado su preocupación por el rumbo del órgano redactor, encargado de elaborar una nueva propuesta de Carta Magna.
“Lamento constatar que el debate ha partido de prejuicios y dogmatismos. No han tenido pudor en las últimas sesiones de utilizar diversos epítetos para referirse a la bancada del Partido Republicano y de Chile Vamos: mentirosos, sectarios, dogmáticos, entre otros. Qué puede ser más dogmático y sectario que la actitud observada en la fracasada Convención Constitucional y cómo han actuado ahora. Sin real honestidad intelectual al analizar las normas, sin real voluntad de encontrar acuerdos y sin más que presumir la mala fe del que tienen al frente. Con un gobierno, además, que ha vulnerado la neutralidad frente a este proceso con la que decían enfrentarlo”.
Esa fue parte de la intervención que realizó este jueves la presidenta del Consejo Constitucional, Beatriz Hevia (republicanos), en el marco de las votaciones que se desarrollan en el pleno del órgano redactor. En la colectividad fundada por José Antonio Kast subieron el tono en contra del oficialismo y apuntaron a La Moneda, acusando que están rompiendo su compromiso inicial de mantenerse en un terreno imparcial ante lo que ocurra en el ex Congreso Nacional en Santiago.
Así, Hevia agregó que “la ministra (Antonia) Orellana y otros miembros del gobierno se han referido a normas que han sido discutidas y aprobadas por este Consejo, que lo hacen de una manera que vulnera el análisis objetivo de las normas, ridiculizando el trabajo que ha realizado este Consejo Constitucional; lo que no me parece correcto de parte de ningún poder del Estado. Yo espero que el gobierno informe a la ciudadanía y no que caiga en otras opiniones que no contribuyen al debate. El Consejo Constitucional ha sido muy prudente en no criticar ni entrar en la contingencia y esperamos lo mismo de vuelta del gobierno.
Las palabras de Hevia no fueron al azar, sino que forman parte del diseño de la colectividad liderada por Arturo Squella y que apunta a poner en veredas opuestas a los republicanos y al oficialismo. Esto, con miras a intentar convencer al electorado más duro de derecha de estar a favor del nuevo proceso constituyente, en un escenario que, de acuerdo a los sondeos de opinión, es adverso.
En ese partido de a poco han ido dejando en evidencia públicamente esa estrategia, en la cual la premisa principal es que el mejor escenario es que la izquierda y el gobierno llamen a votar en contra. “Si el Partido Comunista y el Frente Amplio están en contra, es positivo para Chile. Vamos por buen camino”, dijo Kast durante la semana pasada.
El líder de los republicanos no se quedó ahí y este jueves entregó una nueva señal en esa línea, endureciendo el tono en contra de La Moneda con el objetivo de mantener la estrategia trazada. Así, los acusó de hacer una campaña en contra del proceso constitucional, en el cual los republicanos tienen la mayoría, con 22 de los 50 representantes. “Gobierno inicia campaña en contra del proyecto constitucional, mintiendo y desinformando, buscando -con complicidad de los medios- de desviar atención de aprobación de normas claves en materia de inmigración. La expulsión inmediata de inmigrantes ilegales es un cambio radical”, escribió Kast en su cuenta de X (antes Twitter).
Las publicación de Kast ocurrió en medio de las voces disidentes que existen al interior de su partido y que han aumentado la presión para que la colectividad esté “En contra” del nuevo proceso en el plebiscito de diciembre, y luego de los cuestionamientos que levantaron algunos ministros del gabinete de Gabriel Boric, quienes criticaron algunas de las enmiendas aprobadas el miércoles en el pleno del Consejo Constitucional, entre ellas, la norma que establece la protección de la vida del “quien está por nacer”. Esto, a juicio del oficialismo, pone en riesgo el aborto en tres causales y la aplicación de la píldora del día después.
“(Estoy) personalmente preocupada”, dijo el miércoles la ministra Orellana, agregando -en entrevista con radio ADN- que si bien el órgano tiene “autonomía” en la toma de decisiones, “estamos hablando de implicancias en la pastilla del día después, que ha sido tan importante en la reducción del embarazo adolescente en Chile. Ni siquiera la Constitución del 80 era incompatible”.
Y añadió: “No es una cuestión de oficialismo u oposición. Lo que muestran las encuestas es que la mayoría de la población está, al menos, de acuerdo con las tres causales y en que no hay que criminalizar”.
En esa línea, el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde (PS), este jueves volvió a referirse a las votaciones del Consejo Constitucional. “Lo hemos dicho en reiteradas oportunidades, la Constitución debe ser un texto que represente la visión de la diversidad de Chile y no la visión de un sector particular, porque finalmente debe ser un texto que debe proyectarse por décadas. Tenemos que aprender de las lecciones y experiencias del pasado para arribar a un texto que sea un espacio de encuentro y por eso queremos insistir en el llamado a que los consejeros y consejeras estén a la altura de lo que implica este desafío. Acá se está redactando una Constitución y no una ley”, sostuvo el secretario de Estado en La Moneda, quien de todas formas evitó referirse a las normas en específico.
La estrategia inicial del Ejecutivo fue no involucrarse en el nuevo proceso constitucional debido a la dura derrota que sufrieron en el proceso anterior, en el cual el Rechazo se impuso ampliamente en el plebiscito del año pasado. Un plan que ha debido adaptarse ante la molestia y las críticas que han surgido en el gobierno y en el oficialismo ante las enmiendas aprobadas por el pleno del proceso, en las cuales tanto el Presidente Gabriel Boric como sus ministros del comité político han tenido algo que decir.
Y lo han hecho con mayor soltura, pese a que la instrucción es no involucrarse demasiado para evitar los errores del primer proceso, en el que la aprobación quedó atada a la evaluación del Ejecutivo. El mandato del Ejecutivo es que la elección del 17 de diciembre no puede convertirse en un “plebiscito al gobierno”.
Con esa finalidad, en el Ejecutivo han optado por ser cuidadosos con sus declaraciones y articularse a través de las directivas de los partidos, aunque en las últimas semanas han decidido alzar la voz.
En este escenario, los dichos de Kast fueron reforzados por la directiva del Partido Republicano. “El gobierno está orquestando una campaña de desinformación brutal, sin pudor alguno. Le pedimos a los chilenos que lean lo que ha ido aprobando el Consejo Constitucional y se formen su propia impresión. El gobierno tomó la definición de hablar desde una realidad paralela que no se condice con la verdad”, indicó el presidente de la colectividad, Arturo Squella.
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