“El acuerdo es imperfecto (...). Pero tenemos que dejar de hablarle a la galería, a la barra brava”.

Durante el comité político ampliado de este lunes, la presidenta del Partido por la Democracia (PPD), Natalia Piergentili, tomó la palabra por el Socialismo Democrático. Con un ánimo algo tensionado por las colectividades oficialistas y firmantes del acuerdo constitucional -como Comunes o el Partido Comunista (PC)- que ya han planteado modificaciones “de fondo” a la reforma que habilita un nuevo proceso, la líder PPD apuntó a esos intentos por modificar radicalmente el consenso alcanzado por los partidos el pasado 12 de diciembre.

“Teníamos dos principios: que fuera (un órgano) electo -y lo es-, y no quebrarnos como alianza en la negociación. Todos esos eran objetivos estratégicos. No significa que no podamos agregar indicaciones pequeñas, pero tenemos que verlas colectivamente”, agregó Piergentili.

La timonel del PPD encontró respuesta en el secretario general del Partido Comunista (PC), Lautaro Carmona. El aludido señaló -según presentes en la cita- que en las modificaciones que se quieren plantear a la reforma constitucional están “defendiendo principios, no hablándole a la galería”, y que todo partido está en derecho a mejorar lo firmado el 12-D.

En el round de Piergentili y Carmona, la jefa del PPD encontró una sorpresiva aliada entre las ministras.

La titular de Mujer, Antonia Orellana, tomó la palabra y transmitió que no hay necesidad de poner en tensión el acuerdo alcanzado con propuestas de modificación que no tienen piso. Quienes escucharon a Orellana durante la reunión aseguran que hizo una reflexión sobre “terminar de entender” la magnitud de la derrota en el plebiscito del pasado 4 de septiembre y que hay un acuerdo tácito de legislar con la mayor celeridad posible la reforma constitucional.

A propósito de ese punto, la ministra de Convergencia Social (CS) no solo apuntó al PC, sino que también dirigió sus dardos a Revolución Democrática (RD), luego de que el timonel Juan Ignacio Latorre detallara que en su partido conformaron un equipo que está “analizando ahora el proyecto de reforma que se presentó, sus implicancias políticas y electorales y si hay algún aspecto de detalle que se nos pueda haber pasado en el proyecto y que pueda ser necesario indicar en el proceso legislativo tanto en el Senado como en la Cámara. Ese proceso está en curso y esperamos ser un aporte”.

La jefa del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic; y la vicepresidenta de CS, Ximena Peralta, respaldaron los planteamientos de Orellana. Vodanovic, además, hizo un llamado a cumplir la palabra a todos aquellos dirigentes que concurrieron al acuerdo.

La intervención de la ministra de la Mujer está en línea con lo planteado también por la jefa de Interior, Carolina Tohá, a primera hora de este lunes, quien recalcó que “costó mucho llegar (al acuerdo) y lo que esperamos es que si se le pretenden desarrollar cambios, que sea sobre la base de construir acuerdos y no de fragilizar el que se logró con tanta dificultad”.

Particularmente desde Apruebo Dignidad, y pese a que sus firmas figuran en el documento, ha habido críticas explícitas al acuerdo alcanzado junto a los demás partidos. Así, por ejemplo, desde Comunes acusaron en una declaración pública que “tenemos legítimos reparos del acuerdo, porque limita la participación y carácter del proceso. Reconocemos la necesidad de un consejo técnico que acompañe la discusión, pero creemos que existen excesivos elementos de tutelaje que restringen el debate democrático”. En ese planteamiento, incluso, el presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic, señaló -en respuesta a Comunes- que “cuando un partido comprometió su palabra al país es exigible y yo se lo voy a exigir”.

Por su parte, la diputada comunista Karol Cariola sostuvo que “este es un proceso que quedó completamente tutelado, a propósito de lo que va a significar la discusión posterior en relación a cómo se van a tomar las decisiones (...). No es un acuerdo perfecto, es absolutamente imperfecto (...). A mí no me da para salir a celebrar (...)”.

También se pronunció el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC), quien dijo que en el acuerdo “persisten los fantasmas de la democracia tutelada y la medida de lo posible. Faltó coraje y convicción, y a pesar de que no es lo que el PC proponía, como siempre, nos sumaremos al proceso a disputarle espacio a quienes siguen creyéndose dueños de Chile”.

Hasta ahora, en todo caso, al menos en el Senado los comités de los partidos firmantes han manifestado que buscan evitar indicaciones que puedan retrasar el paso de la reforma por la corporación, a menos que exista consenso entre todos los integrantes del pacto, que se aseguren los 4/7 y se trate de adecuaciones de forma o precisiones advertidas por el Servel.

En esa línea, este lunes el senador Latorre precisó que “si hubiese una voluntad de parte de, en este caso, senadores que suscribimos al acuerdo, de manera transversal (...), es parte de las indicaciones que se pueden conversar. A veces hay aspectos de redacción (...) que se podrían consensuar de manera transversal, con la lógica de mejorar el proyecto, no de boicotearlo o de salirse del espíritu acordado”.

Consultado sobre si el PC presentará indicaciones para modificar el acuerdo, Carmona, dijo a la salida del comité político que “el PC asumió con su firma el respaldo a la reposición del proceso constituyente y el PC, como lo ha hecho históricamente, va a cumplir con su palabra, con su firma, con su compromiso de honor al respecto”.

El secretario general de la tienda agregó que “obviamente un acuerdo como el que estamos definiendo no abarca todos los aspectos que podrían todavía seguir desarrollándose. Tenemos la mejor disposición para ver cómo en conjunto, a lo menos quienes somos fuerzas que se vinculan al gobierno (...), podamos en una forma eficaz abrirle paso a indicaciones que profundicen, perfeccionen, mejoren a lo menos en dos grandes aspectos: la participación ciudadana”.