El otro empate en una votación de la "cuestión previa" que anticipó el rechazo a la acusación constitucional contra los jueces de la Corte Suprema
Al igual que en el caso de Marcela Cubillos -donde hubo 76 votos a favor y 76 en contra-, en septiembre de 2018 se produjo un empate a 69 sufragios. Esto permitió que se discutiera el fondo del libelo, pero fue entendido como una señal de que la presentación no prosperaría.
Hubo polémica, amenazas de reclamos a la comisión de Ética y, por sobre todo, un momento de confusión en el hemiciclo de la Cámara. Y es que nadie tenía claro a ciencia cierta qué implicaba el inédito empate a 69 votos que se produjo el 13 de septiembre del año pasado en la votación de la "cuestión previa" de la acusación constitucional contra los ministros de la Corte Suprema Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller y Manuel Antonio Valderrama, por haber concedido el beneficio de libertad condicional a un grupo de condenados por delitos de lesa humanidad. Esto porque, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los proyectos, el empate en esa instancia permite que se siga discutiendo el fondo de la presentación.
E incluso ese empate fue complejo de lograr. Requirió que el senador PS Marcelo Schilling rompiera el pareo que tenía con el diputado Ignacio Urrutia (en ese entonces en la UDI, hoy en Acción Republicana), una acción que detonó los reproches de Chile Vamos por incumplir lo que se consideraba como un "acuerdo de caballeros" para que ambos no votaran.
Sin embargo, la señal en ese momento se interpretaba como favorable para los acusados. Esto no sólo porque, de replicarse el empate en la votación del fondo, el recurso se desestimaba, sino también porque existía la posibilidad de que diputados que hubiesen desestimado la "cuestión previa" modificaran su voto y rechazaran la presentación.
¿Por qué? En teoría, lo que se evalúa en la "cuestión previa" es que la acusación constitucional esté presentada de forma correcta, cumpliendo con los requisitos formales fijados en la Carta Magna, y no los méritos mismos de las acusaciones, lo que corresponde hacer cuando se discute el fondo. Así, una presentación podría estar bien en lo formal, pero no tener peso suficiente para ser aprobada.
Y justamente eso fue lo que ocurrió. Al votarse el fondo, la acusación fue rechazada por 64 votos contra 73. Es decir, cuatro de los parlamentarios que habían rechazado acoger la "cuestión previa" votaron en contra de que la presentación avanzara hacia el Senado.
Un escenario similar al que anhelan en el gobierno que ocurra esta tarde con Cubillos y que dejaría a la titular de Educación sin tener que ir a la Cámara Alta a defender su cargo.
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