Daniel Johnson, Paz Ciudadana: “La seguridad es una responsabilidad de las policías, que tienen que estar fortalecidas, y por eso la reforma es tan importante”
El director ejecutivo del organismo plantea que el hecho de que se esté pensando en que las FF.AA. tengan un rol de “coadyuvantes” de las policías, demuestra que estas "no están cumpliendo bien su rol". Frente al debate que abrieron los alcaldes sobre el resguardo de infraestructura crítica, advierte que no hay evidencia de que los militares logren un efecto disuasivo.
Tal y como ha ocurrido durante el último año, la seguridad nuevamente está en el centro del debate, más cuando se sumó a la discusión la idea de desplegar a las Fuerzas Armadas (FF.AA.) en ciertas zonas de la Región Metropolitana.
Para el director ejecutivo de la Fundación Paz Ciudadana, Daniel Johnson, esto es algo que debe analizarse respecto a los objetivos y funciones en las que efectivos militares cumplirán. Y es que, a juicio del experto, actualmente “si bien la cantidad de delitos no ha aumentado en una manera importante, tenemos delitos más violentos y características de estos muy distintas”, lo que a su vez ha generado la creciente sensación de inseguridad en las personas.
Johnson integra, además, la unidad que trabaja en la reforma a las policías, primero en 2020 bajo la administración de Sebastián Piñera y, desde 2022, en una nueva instancia rebautizada por el gobierno de Gabriel Boric.
Han pasado varios años desde que se anunció la reforma a las policías. ¿Cómo evalúa el estado actual de esa iniciativa?
Primero, la necesidad de reformar a las instituciones policiales sigue estando totalmente vigente, aunque haya perdido prioridad, la necesidad sigue existiendo. ¿Por qué es necesario? Porque tenemos que fortalecerlas, y el error que se ha cometido es pensar que la reforma podría debilitar a las policías, porque es todo lo contrario. Una policía que tiene más capacidades para ejercer su labor va a ser más efectiva, más respaldada por la ciudadanía.
Pero en detalle, ¿qué es eso que aún sigue vigente?
Lo que se planificó el 2018-2019, cuando se hicieron los primeros trabajos de reforma, era hacer una nueva definición de las funciones que tenían las policías y eso sigue absolutamente vigente. Los mismos carabineros declaran que tienen funciones que no dan abasto y que deben efectuar algunas que dan muy poco valor desde el punto de vista del problema que tenemos hoy día. Hay que darles a las policías la capacidad de cambiar, de aprender y para eso es la capacidad de evaluar.
¿Y en todo ese tiempo qué ha pasado, entonces?
Carabineros ha seguido implementando el plan que se eligió el 2019, implementando algunas acciones, pero se ha perdido el foco, el porqué. Las reformas no son porque sí, no es una concatenación de acciones que va a permitir automáticamente un resultado positivo. El foco es fundamental. Y si bien Carabineros ha hecho esfuerzos por seguir haciendo acciones, yo encuentro que se ha desdibujado de cierta manera el foco y eso también es porque se ha perdido el acompañamiento.
¿Ese acompañamiento no lo ha dado el Ejecutivo?
Desde el Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Y pienso que no es natural que sea la Subsecretaría de Prevención del Delito (como en este caso), sino que es la Subsecretaría del Interior, dentro del ministerio, la que tiene más capacidades para llevar adelante este proceso, por las unidades que son especialistas en policías. Uno esperaría que se hubiera conducido.
Usted, como representante de Paz Ciudadana, forma parte de una de las unidades que se crearon para seguir la reforma. ¿Cómo evalúa aquello?
Si bien se creó esta unidad consultiva de la reforma, en las reuniones hemos pedido que se nos muestre el plan de reforma, sobre qué es lo que queremos lograr. Según nuestro juicio, ese plan no está suficientemente desarrollado y, por lo tanto, no hay unas acciones definidas, ni un foco y objetivo muy claro. Por lo tanto, no podemos hacer el acompañamiento de esa reforma, sino más bien el Ejecutivo lo que ha hecho es acompañar ciertos cambios normativos y legislativos. Además, Carabineros en particular, ha buscado seguir desarrollando acciones que ya estaban comprometidas y en eso sí ha tenido con un grado de éxito. Pero consideramos que es distinto desarrollar esas acciones individualmente sin un acompañamiento en que esas acciones están teniendo resultados, eso lo debilita.
¿Qué medidas tomadas por Carabineros destaca?
Los cambios en la carrera funcionaria, cambios en el proceso de selección de las personas que postulan a la escuela, la malla educacional también se cambió, el perfil de egreso, todas estas acciones al final pueden generar beneficios parciales y no una reforma.
A su juicio, ¿qué nudo está frenando este proceso?
Frente a la situación que estamos viviendo hoy en día cuesta ver espacio para iniciar un proceso de reforma. Yo creo que se percibe que un proceso de reforma en estas condiciones pudiera ser más bien visto como un debilitamiento de la institución en el corto plazo, y ese es el error. En un momento en que la inseguridad es más crítica, es cuando más necesitamos instituciones fuertes. Para eso iniciar la reforma lo antes posible o fortalecer este proceso, lo que va a hacer es mejorar las capacidades institucionales para prevenir e investigar de una mejor manera.
José Roa, coordinador de la reforma, ha proyectado su implementación para el 2030. ¿Está de acuerdo con esos plazos?
Si es que no tenemos un plan, no podemos saber cuánto va a durar. Lo que sí es cierto es que reformas en otros países han durado una cantidad importante de años, 7-8 años, porque para que tengan efectos, por ejemplo, los cambios en el proceso formativo eso evidentemente va a durar esos años. Por lo tanto, lo más importante es empezar lo antes posible con una reforma bien conducida y planificada para que podamos en esos años conseguir esos resultados.
¿Qué visión tiene del uso de las FF.AA. para la seguridad?
Lo primero que hay que definir es que entendamos el ¿para qué? Lo que se ha dicho es que las FF.AA. podrían cumplir un rol importante en el cuidado de la infraestructura crítica. ¿Tenemos un diagnóstico de que la infraestructura crítica está siendo afectada por situaciones delictuales? ¿Cuáles son esas infraestructuras? Porque da la sensación que frente a un problema general de inseguridad queremos aplicar todas las medidas que son posible y que los efectivos militares podrían generar mayor seguridad, pero la verdad es que hay que ver en qué casos, o sea si vamos a ocupar solamente en el cuidado de infraestructura crítica, bueno vamos a tener resultados siempre y cuando esa infraestructura crítica esté realmente en un proceso de riesgo.
¿Y respecto al rol?
Lo segundo a definir es ¿cuál es el rol que queremos que cumplan los militares?, ¿solamente un rol disuasivo?, o sea que si una persona quiere cometer un delito en esa infraestructura crítica pensamos que la sola presencia militar va a disuadir el efecto, bueno, puede ser. Pero tenemos que diseñarlo bien entonces porque los militares tienen que estar en ciertos lugares a ciertas horas, para que ese efecto se lograra. Si queremos que los militares actúen, no sólo disuasivos, bueno tenemos que ver si están suficientemente preparados para ejercer ese rol. No es lo mismo actuar con criterios militares en un entorno urbano, donde los riesgos de efectos colaterales pueden ser mucho más altos.
Lo que ha planteado el gobierno, y según lo que usted menciona, es sobre la infraestructura crítica. Pero ¿cómo la utilización de las FF.AA. en esas zonas ayudaría, por ejemplo, a reducir homicidios o portonazos?
Cuesta verlo. ¿Qué efectos uno podría esperar que esto tuviera? Quizás disuasivo, pero en eso no tenemos evidencia de que los militares logren aquello. Habría que evaluarlo y por eso recomendamos que sea en piloto si realmente consideramos que tuviera un efecto en eso. Nosotros pensamos que la seguridad es una responsabilidad de las policías, que tienen que estar fortalecidas, y por eso la reforma es tan importante.
¿Eso no convierte a las FF.AA. en coadyuvante de las policías?
Eso es lo que se está pensando. Pero creo que si vas a ayudar a la institución es porque esta no está cumpliendo bien su rol y por lo tanto lo más efectivo sería fortalecer a las policías para que puedan cumplir de la mejor manera su rol y no necesitemos este rol coadyuvante. Los municipios metidos en labores policiales están bien, pueden ayudar, pero siempre va a ser un rol disuasivo y están descuidando el principal rol que ellos tienen que es la prevención temprana del delito. Nunca un inspector policial va a poder desarrollar tan bien una función policial como la policía, nunca un militar va a poder efectuar una función policial tan bien como un policía y, por lo tanto, el primer camino que uno debería mirar para mejorar la seguridad pública es fortalecer a las policías cumpliendo el rol para el cual fueron asignadas.
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