División RN en el Congreso permite aprobar fórmula de paridad de género
Reforma establece un mecanismo de corrección para lograr representación igualitaria en eventual órgano constituyente.
Se abrazaron, se emocionaron y hasta bailaron. Esa fue la escena -protagonizada por parlamentarias de oposición y oficialismo- que este miércoles, pasadas las 19.00, se tomó el Congreso luego de que tanto la Cámara de Diputados como el Senado despacharan la reforma constitucional que busca garantizar la paridad de género en una eventual convención constituyente, en caso de que el “apruebo” se imponga en el plebiscito del 26 de abril.
La reforma constitucional establece un mecanismo que obliga a los partidos, listas y pactos a presentar listas paritarias, es decir, 50% hombres y 50% mujeres, las que deberán estar encabezadas siempre por una candidata y ordenada de forma alternada con los candidatos de forma sucesiva. Asimismo, la propuesta -impulsada por la oposición y parlamentarias de Renovación Nacional y que fue trabajada con la Red de Politólogas- fija una fórmula de corrección para los distritos en que no se logre asegurar la paridad de género. Así, se propone que se ordenen los candidatos del sexo sobrerrepresentado de mayor a menor votación. Y se reemplacen los últimos cuantas veces sea necesario por aquellas cartas con mayor votación del sexo que hubiese obtenido la menor cantidad de escaños. Dicha corrección se hará siempre priorizando al mismo partido, lista o pacto del candidato que sea reemplazado.
El hito, que fue calificado como histórico por sus impulsoras -de ganar el “apruebo” en abril, el órgano constituyente se convertirá en el primero del mundo en garantizar una conformación equitativa entre hombres y mujeres- y que se da ad portas de una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, este domingo 8 de marzo, también fue celebrado en las tribunas, desde donde diversas organizaciones feministas aplaudieron el fin de una jornada que venían siguiendo desde pasado el mediodía en la Cámara Baja. En esa corporación el informe de la comisión mixta fue aprobado -pese al ambiente de incerteza que precedió la votación- por amplio margen, con 98 votos a favor, tres en contra y 52 abstenciones.
La oposición contaba con 82 votos, dada la ausencia de Gastón Saavedra (PS), quien se encontraba con licencia. Así, necesitaba 11 respaldos de Chile Vamos para lograr el quórum de 3/5 (93 votos) que requería para su aprobación. Y fuera de todo pronóstico, fueron 15 los parlamentarios oficialistas que terminaron plegándose a la fórmula.
Liderados por las diputadas RN Marcela Sabat y Ximena Ossandón, sus pares Paulina Núñez, Erika Olivera, Leonidas Romero, Francesca Muñoz, Andrés Longton, Gonzalo Fuenzalida, Hugo Rey, Frank Sauerbaum, Andrés Celis, Francisco Eguiguren, Jorge Durán y el presidente de la tienda, Mario Desbordes, además del Evópoli Sebastián Keitel, marcaron su voto favorable.
El resultado fue sorpresivo para el bloque, e incluso para la oposición, dado que, en su participación en la comisión mixta, la noche del martes Sabat había advertido que los votos de su sector no estaban y que la paridad corría peligro. Esto, considerando que parte de RN y la bancada de Evópoli habían comunicado -en privado- que, a diferencia de la votación de noviembre, esta vez no respaldarían el mecanismo de la centroizquierda. Por ello, en el oficialismo y el gobierno veían altas posibilidades de que no se avanzara en la propuesta opositora.
Así, en una reunión que encabezó el ministro Felipe Ward (Segpres), los jefes de las bancadas de diputados y senadores oficialistas buscaron en la mañana coordinar una única forma de actuar para la jornada, es decir, rechazar o abstenerse. En ese sentido, la idea era dejar caer la votación y presentar, este mismo miércoles, un nuevo proyecto de ley, que recogiera la propuesta que -en la víspera- se había rechazado en la mixta y que habían redactado los senadores Rodrigo Galilea (RN )y Ena von Baer (UDI). El objetivo era evitar un nuevo quiebre en la coalición, justamente luego de que en diciembre pasado, cuando RN y Evópoli respaldaron la propuesta original de la oposición, la UDI optó por congelar su participación en Chile Vamos.
Pero eso no fue posible. Antes de tomar una decisión, se pidió la concurrencia de la diputada Sabat para verificar la viabilidad de la estrategia. Fue en ese momento, cerca del mediodía, que la parlamentaria confirmó que tenía los votos asegurados para aprobar la reforma, pero sin dar a conocer los nombres para evitar presiones.
De esa forma, aunque hubo gestiones por parte de algunos parlamentarios, en el oficialismo daban prácticamente por descontado que el informe de la mixta sería aprobado por la Cámara. Lo que no esperaban era que la votación se diera con tanta holgura.
Ya durante la tarde, en medio de la discusión en el Senado, el oficialismo veía pocas probabilidades de que se cayera la propuesta, pues era conocido el apoyo de Manuel José Ossandón (RN), lo que dejaba a la oposición con 25 de los 26 votos necesarios para aprobar la iniciativa.
Así, y tras las gestiones de Sabat, Ossandón y Desbordes, quienes se desplegaron en la Cámara Alta, se sumaron, además, la independiente Carmen Gloria Aravena y los RN Juan Castro y Rafael Prohens, logrando así 28 votos a favor, seis en contra, todos de la UDI, y cuatro abstenciones, provenientes de RN y del único senador de Evópoli, Felipe Kast.
Durante el debate en sala, la oposición valoró el hecho de que parlamentarias de oficialismo hayan estado entre las impulsoras de la paridad y que para esta votación hubiera dirigentes de ese sector que desmarcaran de la posición mayoritaria en ese bloque.
Con la aprobación de la reforma, además, el Congreso despachó las facilidades para independientes, ya aprobadas en enero por el Senado, pero al formar parte de la misma iniciativa, habían quedado a la espera de esta discusión.
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