El amargo balance de los colectivos de izquierda tras el acuerdo de Sistema Político

Sistema Político

Aunque la mayoría transmitió estar conforme, nadie celebró el consenso alcanzado el lunes en la noche entre algunos convencionales de la comisión, el que establece, entre otras materias, nuevas atribuciones para la Cámara de las Regiones que reemplazaría al Senado. La imposibilidad de asegurar los votos necesarios en el pleno y la disconformidad con algunos artículos fueron parte de los análisis que hicieron los convencionales tras alcanzar el acuerdo.


“Es evidente que no todas las normas que se consolidan son de nuestra valoración plena, pero para que hubiese sistema, concurrimos al acuerdo”, manifestó el lunes en la noche el convencional Marcos Barraza (Chile Digno), en un punto de prensa, luego de que la Comisión de Sistema Político alcanzara un nuevo acuerdo respecto de la estructura de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Las declaraciones de Barraza daban cuentan del amargo balance que existe entre la mayoría de los colectivos de izquierda por el acuerdo alcanzado, el que no contó con las firmas de la derecha, el Colectivo del Apruebo, la Coordinadora Plurinacional ni Pueblo Constituyente.

Estos dos últimos, de hecho, sí habían concurrido al consenso del 28 marzo pasado, sin embargo, en esta ocasión decidieron no participar, principalmente porque no se sintieron escuchados respecto de su idea de incluir la participación de los independientes en las elecciones de la Cámara de las Regiones que reemplazaría al Senado, en caso de que se apruebe el plebiscito de salida.

“No firmamos porque ningún sector político se abrió a discutir el problema de la representación política. Toda la conversación se centró en la relación de poder entre una cámara y otra, y básicamente toda la discusión que hubo por parte de los partidos tuvo que ver con hacer sus cálculos electorales. Llegamos a un punto en que en alguna etapa de las conversaciones previas, personeros del Partido Comunista nos dijeron que no sabían cómo esa norma podía afectar sus posibilidades electorales”, dijo Marco Arellano (Coordinadora Plurinacional) en entrevista con La Tercera PM.

Dentro de las materias que acordaron ayer -los colectivos del FA, Chile Digno, Movimientos Sociales, el Colectivo Socialista, Independientes No Neutrales y Escaños Reservados- están las atribuciones de la Cámara de las Regiones, materia que, justamente, tensionó las tratativas. Ahí se incluyó que esa instancia pueda revisar materias que “irroguen al Estado gastos cuya ejecución corresponda a las entidades territoriales”, las que implementen el derecho a la salud, derecho a la educación y derecho a la vivienda, la de presupuestos, las que regulen la elección y designación de los órganos y autoridades de las entidades territoriales, entre otras.

También se estableció que si la eventual Cámara de las Regiones aprueba el informe de una comisión mixta y el Congreso de Diputadas y Diputados lo rechaza, este último podrá “despachar el proyecto sin las disposiciones a las que se refieren las enmiendas originalmente propuestas por la Cámara y rechazadas por el Congreso, o insistir en ellas con el voto favorable de cuatro séptimos de sus miembros en ejercicio”.

La sensación amarga que dejó el acuerdo entre convencionales responde al hecho de que la marginación de los colectivos pone en riesgo la aprobación del informe en el pleno, donde se necesita un quórum de dos tercios.

Las cuentas son las siguientes: Pueblo Constituyente -11 convencionales- y la Coordinadora Plurinacional -17- suman un total de 28 convencionales. Más los 37 constituyentes de derecha y los siete del Colectivo del Apruebo, serían 72 los votos que, eventualmente, podrían rechazar parte del articulado propuesto. Juntos representan más del tercio que se requiere para bloquear una norma.

Consultado sobre la posibilidad de que el acuerdo pueda caer en el pleno, el co-coordinador de la comisión, Ricardo Montero (Colectivo Socialista), sostuvo que, a su juicio, la presentación que hicieron ayer es la de “un buen sistema político que establece una buena base, que viene a alinear la construcción de un Estado social con un Estado regional (...). Tengo la esperanza de que así lo van a ver las y los convencionales y vamos a tener el apoyo necesario”.

En esta línea, Guillermo Namor (No Neutrales) sostuvo que “esperamos ser capaces de conversar previamente a la votación en comisión y al pleno, de forma tal de sumar a todos los colectivos que sientan un compromiso por el proceso. Compartimos con muchos de ellos la necesidad de no retroceder respecto de la regulación actual, la participación de independientes”.

En el Frente Amplio, en tanto, adelantan que están dispuestos a sentarse a negociar con Pueblo Constituyente y la Coordinadora Plurinacional para aprobar algunas de sus indicaciones. No obstante, desde el Colectivo Socialista, en privado, advierten que para ellos no es una opción equiparar a los movimientos sociales con los partidos políticos. De hecho, sugieren que ellos preferirían que incluso estos últimos sean reforzados para así evitar la fragmentación del Congreso.

Eso sí, desde el Frente Amplio han manifestado su negativa a la idea de que, en caso de que parte del acuerdo se rechace, sea el Congreso el encargado de resolver las materias pendientes. En este sentido, la convencional Constanza Schonhaut (FA) sostuvo que “no aprobar, no completar un sistema político hoy día significa delegarlo en los actuales poderes, que son incumbentes precisamente de lo que tenemos que cambiar. Por tanto, yo creo que más allá de eso las conversaciones se pueden abrir entre las indicaciones que presentaron independientes y las que son parte de este acuerdo”.

Por su parte, y en oposición a la postura de Schonhaut, el vicepresidente de la Convención, Gaspar Domínguez (No Neutrales), desdramatizó la posibilidad de que artículos se rechacen en el pleno y que tengan que ser resueltos por el Congreso a través de la ley.

“Lo que no logre el acuerdo de los dos tercios, en todas las materias, lo que no esté contenido en la propuesta de nueva Constitución, será resuelto por el legislador y no es un problema. Los legisladores son electos democráticamente, igual que nosotros. En principio, yo tengo la seguridad de que las conversaciones y la deliberación de ese día van a lograr generar el consenso necesario para que los elementos fundamentales sean aprobados”, manifestó.

En privado, en todo caso, desde la mesa directiva transmiten que varios convencionales de esa comisión les han dicho que no sería “dramático” que no se aprobaran artículos debido a que ya hay “una estructura”.

¿Quién perdió?

Los balances sobre quién ganó o perdió con la negociación son disímiles. Por ejemplo, el PC no quería dar atribuciones en derechos sociales a la Cámara de las Regiones y terminó concediendo tres (vivienda, salud y educación), mientras que los socialistas querían incluir todo el catálogo de derechos, sin embargo, sus peticiones no encontraron eco.

El Colectivo Socialista, además, tuvo que lidiar con la disconformidad de su partido político. Ahí, senadores no quedaron contentos con el acuerdo alcanzado. Por ejemplo, el senador Juan Luis Castro, en entrevista en CNN Chile, recalcó que “el Congreso está situado, según esta propuesta, solo en la Cámara de Diputados, pero en la Cámara de las Regiones, que va a ser una especie de Consejeros Regionales (...), sin facultad legislativa para todas las normas que se discuten en el Congreso”.

Sobre la disconformidad de su partido, Pedro Muñoz (Colectivo Socialista) manifestó que “los intereses del Partido Socialista, de la Convención y el país son mucho más grandes que los intereses de los senadores”. En esta línea, ayer durante la jornada, según convencionales socialistas, ellos estuvieron en contacto con senadores de ese partido para abordar los alcances del acuerdo.

Aunque no participó del acuerdo ni de las negociaciones, la convencional Marcela Cubillos (Un Chile Unido) tiene un diagnóstico sobre los resultados. “El gran ganador es el Frente Amplio, que siempre ha querido un Congreso unicameral y un Presidente débil en atribuciones. A la inversa, el gran perdedor es el Partido Socialista, que termina consolidando de esta forma un Congreso que no es contrapeso eficaz del poder político”, manifestó.

Como sea, la derecha no quedó conforme con el resultado del consenso alcanzado.

“El acuerdo de la izquierda tiene falencias graves. Elimina algo tan fundamental como la igualdad del voto de cada ciudadano, estableciendo escaños reservados adicionales a los 155 diputados, haciendo de esta Constitución una cada vez más indigenista. En segundo lugar, el Congreso Plurinacional podrá con solo 88 diputados tener el 100% del poder, dejando sin injerencia a la Cámara Regional, ya que la insistencia tiene un quórum muy bajo, al igual que el veto presidencial”, aseguró Arturo Zúñiga (Un Chile Unido).

Otro de los balances que se hicieron ayer fue respecto de la acusación constitucional. En ese ámbito, sacaron cuentas alegres el Colectivo Socialista, los No Neutrales y los escaños reservados, quienes empujaron la propuesta que establece que es una atribución exclusiva de la Cámara de las Regiones “conocer de las acusaciones que el Congreso de las Diputadas y Diputados entable (...) y que la segunda cámara actuará como jurado y “se limitará a declarar si la o el acusado es o no culpable”.

Con todo, a partir de este miércoles el comparado de indicaciones, que contiene alrededor de 130, comenzará a ser analizado por los 25 integrantes de la Comisión de Sistema Político. Su votación empezará el jueves y el informe podría ser despachado este sábado. “Hay que resolver las 130 indicaciones. Luego de resolverlas, tenemos que pasar al pleno. Esa es la forma en la que vamos a ir construyendo los votos que necesitamos para llegar a los dos tercios”, señaló Montero.

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