Un total de 15 diputados electos obtuvo el conglomerado de José Antonio Kast el pasado 21 de noviembre (14 del Partido Republicano y una del Partido Conservador Cristiano). Sin embargo, desde los comicios ya van tres bajas: Johannes Kaiser, Gonzalo de la Carrera y Sara Concha.

Las razones del distanciamiento son distintas. En el caso de Kaiser y de De la Carrera, sus renuncias se deben a polémicas que terminaron afectando la campaña presidencial. De hecho, fue el propio José Antonio Kast quien les pidió dejar el partido.

Por su parte, Concha, quien militaba en el Partido Conservador Cristiano, se alejó para sumarse a la bancada de Renovación Nacional, debido a que su colectividad no logró cumplir los requisitos para mantener su existencia legal.

En vista de los desbandes y las polémicas que golpearon a la candidatura presidencial de Kast en la recta final de la campaña, para el Partido Republicano pasó a ser una prioridad alinear sus filas a semanas del debut de sus parlamentarios en el Congreso.

El propio Kast se ha sumado personalmente a este esfuerzo para tratar de delinear estrategias y definir el sello que debiese tener la nueva bancada republicana.

El miércoles de la semana pasada, el excandidato presidencial se reunió en la sede del Partido Republicano con los parlamentarios electos. Ahí, según presentes, hizo un llamado al orden y recalcó la importancia de que actuaran en bloque y en unidad.

En la oportunidad, además, Kast explicó las razones de la salida de De la Carrera y varios lo tomaron como ejemplo de que debían actuar sin disidencias al interior de la bancada.

En ese sentido, también se conversó que deben ser capaces de diferenciarse del resto y ser “graníticos” a la hora de votar y no dejarse llevar por las encuestas como, creen, ocurrió en muchas oportunidades con parlamentarios de RN y la UDI.

La apuesta, dicen, es que el futuro oficialismo no pueda ir a “pirquinear votos” con ellos, sino que tengan que conversar como bloque y, por ende, tener más fuerza como bancada.

Kast, de acuerdo a las mismas versiones, puso énfasis en que el que se descuadra termina haciendo un daño a la bancada y que, por lo mismo, las diferencias se debían resolver de manera interna.

De hecho, la instrucción para la mayoría de los diputados electos es que no den declaraciones a la prensa sin preguntar y que todo lo relativo a Kast y al partido lo vean con la periodista Carolina Araya, quien fue su jefa de comunicaciones durante la campaña presidencial.

“Muchos de nosotros estamos recién empezando en esto, va a ser nuestra primera experiencia en general en política y, por lo mismo, vamos a confiar siempre en quienes tienen mayor experiencia, por lo mismo, vamos a buscar ser una bancada unida y disciplinada, que las diferencias las tratemos adentro y que hacia afuera mantengamos siempre la unidad, porque no queremos que nos pase lo que ya les ocurrió a algunos partidos de Chile Vamos, donde la izquierda sabe que puede ir uno por uno pinchando a los diputados o buscando uno a uno los apoyos de los parlamentarios. Si quieren contar con el apoyo de la bancada republicana es con todos o con ninguno”, dice el diputado electo José Carlos Meza.

De igual manera, tal como se han alejado algunos, en el Partido Republicano están a la espera de que integrantes de otros partidos se sumen.

Por lo pronto, el diputado RN Leonidas Romero se sumará a la bancada republicana. Consultado por La Tercera, el parlamentario confirmó la información.

La necesidad mantener un control comunicacional obedece, en parte, a las salidas de libreto de algunos diputados electos, que al final se convertían en factor de anticampaña para el partido y en especial para Kast.

Particularmente, los dichos misóginos de Kaiser en plena campaña presidencial de cara al balotaje fueron los que más molestaron al entonces comando del presidenciable, que entre la primera y segunda vuelta hizo infructuosos esfuerzos para tratar de revertir el menor respaldo entre mujeres, debido a “errores” programáticos -admitidos por el propio Kast- como haber promovido la eliminación del Ministerio de la Mujer y priorizar beneficios para casadas.

Luego de ello, De La Carrera publicó en redes sociales una imagen trucada de Boric (en la que se apreciaba un fondo editado con desmanes en el centro de Santiago, en circunstancias que la foto real mostraba al diputado magallánico en un episodio de inundaciones en la capital). Esa publicación fue calificada como fake news por el comando de Boric, que acusó a la candidatura de Kast de promover un juego electoral sucio.

No obstante, lo que terminó por irritar al equipo del líder republicano fue que De la Carrera reconociera la derrota ante Boric, el 19 de diciembre, anticipándose a la declaración del propio candidato presidencial.

El problema para la bancada republicana es que las polémicas no acabaron con las renuncias.

Otro de los diputados electos, Agustín Romero, hoy enfrenta una querella por fraude al Fisco que presentó la Municipalidad de Santiago, que encabeza la alcaldesa Irací Hassler (PC). La acción va dirigida en contra de él y otros dos funcionarios más que trabajaron en la administración del alcalde Felipe Alessandri (RN).

El mismo día que sostuvo la reunión con la bancada republicana, Kast reapareció públicamente con un video que difundió por redes sociales. Ahí dijo, entre otras cosas, que “hay 3,7 millones de chilenos que prefirieron otro camino y a los cuales les digo muy claramente que no los vamos a abandonar, ni tampoco los vamos a dejar solos”, y que nadie sabe qué puede pasar en cuatro años más.

En ese sentido, varios interpretaron el mensaje de Kast como una señal de que estará activo políticamente y que, incluso, dejó abierta la opción para repostularse nuevamente a La Moneda. Sobre esto último, en su círculo más íntimo transmiten que siguen analizando las razones de la derrota, pero insisten en que principalmente se debió a que hubo una movilización muy grande de personas en contra de la figura de Kast.

Las mismas fuentes creen que las condiciones para repostular una tercera vez serían mejores. Esto, porque cuentan con 3,7 millones de personas que votaron por él y que, en esta ocasión, no habrá un gobierno de centroderecha que pueda posicionar figuras para llegar a La Moneda, por ejemplo, como ocurrió con Sebastián Sichel en esta administración.

Por lo pronto, en el Partido Republicano dicen que ven a Kast, quien se encuentra de vacaciones en el norte hasta después de Año Nuevo, con ganas de estar activo y que contaría con el apoyo de su familia.

Sobre dónde ejercerá su liderazgo, algunos creen que debería mantener la presidencia del partido, otros consideran que puede ejercer un rol relevante en otras de las personalidades jurídicas ligadas a él, por ejemplo, Ideas Republicanas, Acción Republicana o Foro Republicano.

Otro de los nombres que han empujado algunos es el del exdiputado Arturo Squella, quien fue el coordinador político de la campaña, y otros proponen que sea el senador electo José Manuel Edwards.

“El partido debe contar con un fuerte liderazgo en la presidencia y, a mi juicio, quien mejor lo representaría es el senador electo Rojo Edwards, quien conoce la mecánica de Republicanos, es claro en sus argumentos y tiene un carácter que une al bloque, además, perteneció a Chile Vamos hace años y entiende cómo funcionan la UDI y RN, por lo que podrá mantener un diálogo fluido con los timoneles Chahuán y Macaya”, agrega el parlamentario electo Agustín Romero.

Entre los congresistas electos dicen que las primeras semanas de enero debería haber definiciones respecto del rol de Kast y la presidencia del partido, lo que podría implicar una reformulación mayor de la directiva con miras a potenciarla pensando en futuros desafíos electorales.

En medio de estas definiciones, en el Partido Republicano transmiten que no buscarán ser parte de una coalición con Chile Vamos, pero sí están abiertos a llegar a acuerdos en el Congreso.

En el partido cayeron mal las declaraciones del exabanderado de Evópoli Ignacio Briones, quien en La Tercera Domingo criticó a esa colectividad y reveló que había votado nulo. “Eso no contribuye para nada. Ni siquiera nos hemos sentado a hablar de un proyecto y nos descalifican”, asegura Romero.

Entre los republicanos, además, varios comentan que no han tenido acercamientos con Chile Vamos y que, hasta la fecha, no hay ninguna reunión agendada con ellos.