El otro coletazo del caso Oliva: cómo los problemas financieros de Comunes complican la unificación del Frente Amplio

Si Comunes no tiene los balances al día del año 2020 y 2021, el camino para la ansiada unificación del Frente Amplio en la primera mitad de 2024 se pondrá cuesta arriba. Dicho comentario se repite en privado en la interna de la coalición base del Presidente Gabriel Boric.

Esta preocupación ha estado latente desde el principio del caso de Karina Oliva, pero se reactivó -y ahondó- luego de que se conociera que el Servicio Electoral presentó una denuncia ante fiscalía por el no pago de $142.686.823, vinculados a aportes fiscales que recibió Comunes entre 2020 y 2021.

En el partido que hoy encabeza Marco Velarde aseguran que es, al menos, en la primera parte del próximo año cuando se podrá ordenar el estado financiero de la colectividad, problemas heredados por la cuestionada gestión de Jorge Ramírez, expareja de Oliva. Estas fechas chocan con la voluntad frenteamplista de concretar la unificación en dicho período.

Comunes determinó compartir esta semana la mayor cantidad de información sobre los balances al Servel, pero entienden que los trámites administrativos pueden extenderse durante meses. Así, no descartan que las cuentas sean rechazadas y deban reenviar los antecedentes según lo que establezca el Servicio Electoral.

De este modo, el escándalo generado por el caso de la excandidata del FA a gobernadora extendió sus coletazos primero hasta Comunes -previamente solo se había apuntado a figuras particulares como Oliva, Ramírez o el administrador electoral, Martín Miranda-, y ahora podría afectar las pretensiones de los otros partidos del sector: Convergencia Social, colectividad del Mandatario, y Revolución Democrática.

Legalmente la fusión de las tres colectividades podría ocurrir, pese a las deudas de Comunes. Sin embargo, las tres tiendas frenteamplistas reniegan a la idea de comenzar un nuevo partido del FA con un balance financiero negativo, caso que ocurriría si es que la colectividad de Velarde no regula su situación ante el Servicio Electoral.

Originalmente, el cronograma frenteamplista contempla que a fines de enero cada uno de los partidos realice un plebiscito interno para determinar si están a favor de o en contra de la fusión. Esta, a su vez, se pretendía concretar tras la inscripción de las primarias en abril y antes de las municipales y de gobernadores del 27 de octubre.

Cuando asumió la directiva que encabezan Marco Velarde y la secretaria general Josefina Villar, se dispusieron como meta la solución de la crisis financiera que se heredó desde la gestión de Jorge Ramírez.

Para ello se emprendió la búsqueda de abogados y expertos en contabilidad. Ellos se encargaron de la reconstrucción de la situación financiera del partido entre 2020 y 2021, años cuyos balances no han tenido el visto bueno del Servel.

El de 2020, de hecho, se presentó y el ente electoral lo rechazó, por lo que Comunes debió devolver dicho balance, pero esta vez incorporando las “observaciones contables”.

Hasta hoy, el Servicio Electoral aún no ha aprobado este balance y desde la colectividad frenteamplista aseguran que ello está en la recta final y desdramatizan la situación, afirmando -en privado- que “por lo general se suelen rechazar los primeros balances”.

Por otro lado, el balance de 2021 aún no se ha entregado -lo que se espera hacer esta semana-, pues hasta este martes continuaba la reconstrucción financiera respecto de dicho año. Ese período es probablemente el que más preocupa en Comunes, pues es en donde más han visto situaciones complejas. Desde el partido comentan que incluso para sacar la labor adelante han recibido ayuda de expertos ofrecidos por los otros partidos del FA.

En dicho año, por ejemplo, los técnicos encargados de reconstruir el estado financiero se han percatado de elementos contables que podrían constituirse en delitos. Por esta razón, dicen en Comunes, no les sorprendió la arremetida del Servel, la que dicen comprender.

De hecho, en la dirigencia de la colectividad agregan que, una vez que el balance financiero de 2021 esté listo, serían ellos quienes acudirían hasta la justicia para presentar dichas irregularidades.

Lo cierto es que esto no podrá ser comprobado, ya que el Servel lo hizo primero y abrió una profunda grieta en el FA con respecto a la futura fusión, ya que si bien la unificación seguirá en pie, esta se podría retrasar y afectar desafíos políticos como las próximas elecciones municipales y de gobernadores.

Consultada la directiva al respecto, Villar indicó que “el partido tiene la obligación de presentar toda la información administrativa correspondiente al Servel y en este momento estamos en proceso de cierre. Dadas las dificultades que hemos tenido en el proceso, se ha extendido más de lo que quisiéramos”.

Y agregó: “Ahora bien, nosotros estamos decididos y comprometidos con la unificación política del Frente Amplio y vamos a llegar en los tiempos que se decidan en conjunto con la mesa nacional del conglomerado”.