En sólo 17 días, Congreso despacha reforma constitucional para habilitar el segundo proceso para escribir una nueva Constitución
La moción parlamentaria fue despachada a ley y, en su votación en general, tuvo 109 votos a favor, 37 en contra y dos abstenciones. Ahora quedó lista para que el Presidente Gabriel Boric la promulgue y parta el nuevo itinerario constituyente. Tres días después de que se publique en el Diario Oficial, la Cámara y el Senado convocarán a una sesión para elegir a los 24 expertos y los 14 juristas que integrarán el árbitro y conformarán el futuro órgano redactor, que tendrá 50 consejeros.
El segundo intento para escribir una nueva Carta Fundamental está a punto de empezar. Este miércoles, desde las 10.00 a las 14 horas, la sala de la Cámara de Diputados analizó el proyecto de reforma constitucional que establece un procedimiento para la elaboración de una propuesta de nueva Constitución.
El proyecto fue aprobado -en general- por 109 votos a favor, 37 en contra y dos abstenciones. Por no haber sido objeto de indicaciones, también se aprobó en particular con la misma votación, con la salvedad de algunos artículos. Ningún diputado pudo reponer alguna de las 350 enmiendas que se discutieron en la Comisión de Constitución, por lo que este último trámite legislativo fue más rápido de lo que se esperaba. Tras visarse cada uno de esos artículos, la moción fue despachada a ley y quedó lista para que el Presidente Gabriel Boric la promulgue.
“Hemos tenido una tramitación en el tiempo acordado (...) Honramos la palabra y podemos estar contentos por la democracia chilena”, destacó el presidente de la Cámara de Diputados, Vlado Mirosevic.
A nombre del Ejecutivo habló la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte, quien calificó la aprobación del acuerdo como un “triunfo de la democracia”.
“Estamos inspirados todos en una profunda convicción democrática y eso significa que prevalecen las mayorías, como en este caso, en que hay una mayoría contundente, transversal desde el punto de vista ideológico y político partidista, y hay una minoría, que debe ser respetada, pero que es eso, una minoría, y lo demuestra la votación”, dijo Uriarte.
La tramitación exprés de esta reforma fue producto de un pacto implícito entre todos los partidos que firmaron el Acuerdo por Chile. De esta manera, la moción se votó en una semana en el Senado y en otra semana más en la Cámara, sumando un total de 17 días para despacharla.
La estrategia consistía en partir la reforma en el Senado, debido a que es una sede del Poder Legislativo en que la menor fragmentación política permite una tramitación más ordenada y controlada. Fue aquí cuando los partidos del acuerdo aprovecharon de hacer las correcciones necesarias, ya sea de forma o redacción, pero siempre procurando no modificar el “corazón” del acuerdo.
Cuando la reforma llegó a la Cámara tuvo 350 enmiendas, ingresadas principalmente por partidos que no suscribieron el pacto constituyente. Sin embargo, todas las indicaciones fueron rechazadas. De esta manera, la reforma no tuvo modificaciones y quedó lista para ser ley, sin necesidad de pasar por una comisión mixta.
Una vez que se publique en el Diario Oficial, comienza a correr el reloj del nuevo proceso. La primera misión será que el Congreso designe a los 24 expertos que serán parte de la Comisión Experta. Estos serán nombrados en dos listados cerrados de 12 personas -seis hombres y seis mujeres- aprobados por 4/7 de la Cámara y del Senado.
El segundo gran hito vendrá después, cuando haya que nombrar a los 14 juristas del Comité Técnico de Admisibilidad. Los partidos están preocupados de un desafío aún más titánico. El 7 de febrero vencerá el plazo para inscribir a los postulantes para el futuro Consejo Constitucional y para eso ya están agotando todos sus esfuerzos para conseguir candidatos y tomando las decisiones sobre eventuales alianzas políticas para armar pactos electorales. Todo con la mirada puesta en las elecciones del 7 de mayo, día en que se elegirá a los 50 consejeros.
Una votación holgada
La gran mayoría de los diputados pertenecientes a los partidos que suscribieron el acuerdo concurrieron con su voto favorable, sin embargo, hubo descuelgues menores, principalmente en Renovación Nacional. También algunos diputados de izquierda le bajaron el pulgar a la reforma, mientras el Partido de la Gente y Republicano también se movieron en bloque para rechazar el proyecto.
En RN se desmarcaron los diputados Jorge Durán, Sofía Cid, Camila Flores y Catalina del Real. En la UDI, el único voto que no estuvo por aprobar fue el de Marlene Pérez, quien se abstuvo. En Evópoli -aunque sin estar en las filas de esa tienda, pero sí en su comité-, no concurrió con su voto el diputado Christian Matheson.
En la izquierda rechazaron los diputados independientes Camila Musante y Hernán Palma -quienes forman parte del comité comunista-; Mónica Arce, René Alinco -que no tienen militancia, pero están dentro del comité Ecologista Verde-; Jaime Araya y Marta González, ambos sin partido, pero pertenecientes al comité del Partido por la Democracia; Félix González, militante del Partido Ecologista Verde, y Pamela Jiles, diputada independiente.
A estos parlamentarios se suman los PDG Karen Medina, Rubén Oyarzo y Gaspar Rivas, el independiente a asociado a esa colectividad Francisco Pulgar y los exmilitantes de esa tienda, Víctor Pino y Roberto Arroyo. Además, se consignó el voto en contra de la ex-RN Francesca Muñoz y la independiente Gloria Naveillán y la abstención de Sebastián Videla, que tampoco tiene militancia, pero integra el comité Radical-Liberal-DC.
Mientras los diputados continuaban con el debate en el hemiciclo, en las afueras del Congreso, el denominado Team Patriota desarrolló una manifestación en contra de la iniciativa.
Con la tramitación legislativa finalizada, el asunto queda en manos del gobierno. Será Boric quien deba promulgar esta reforma constitucional y para eso se espera que se haga un acto solemne y sobrio. Esta será la segunda posibilidad, luego del rotundo fracaso de la Convención Constitucional para reemplazar la Constitución vigente. Si todo el proceso sigue su curso normal, el 17 de diciembre el país estará, otra vez, en un plebiscito de salida en el cual las personas deberán votar si están “A favor” o “En contra” de la propuesta redactada por el Consejo Constitucional.
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