Fabiola Campillai a cinco años del estallido social: “Hay muchas veces en las cuales me viene angustia, viene dolor, viene rabia”
En un nuevo aniversario del estallido social, que cambió por completo su vida, la actual senadora, quien fue entrevistada en el marco de la docuserie, “El mes más tenso: regreso a un país estallado”, habla sobre sus días durante octubre de 2019 y hace un balance privado y público de los últimos 5 años.
A Fabiola Campillai el estallido social le cambió la vida en forma dramática. A cinco años de ese episodio de la historia de Chile, pasó de ser una trabajadora de una empresa de alimentos a senadora de la República, pero también a ser una persona ciega, luego de recibir el impacto de una bomba lacrimógena en su cara mientras esperaba por un bus en un paradero.
El relato no deja de impactar a un lustro de ocurrido. “Hoy he comenzado a vivir, a vivir de nuevo, a aprender muchas cosas, las cuales ciega, cuestan hacer y un ejemplo de eso, es hasta comer. He aprendido mucho, he salido adelante, con el apoyo de mi familia, de mis hijos, de mi esposo”, relata la legisladora, en conversación con La Tercera, en el marco de la docuserie “El mes más tenso: regreso a un país estallado”, que puedes ver en las plataformas de este medio y cuyo primer capítulo ya está disponible.
La legisladora recuerda que el inicio del estallido social la tomó en su casa en San Bernardo y que no ocurrieron manifestaciones como en otros lugares de la Región Metropolitana. “La verdad es que yo comencé el día, como todos los días, levantándome, el desayuno, los hijos al colegio, para ir a trabajar en la tarde, la verdad es que no hubo mayor relevancia porque en San Bernado no hubo manifestaciones, por lo menos el 18 de octubre”, narra.
Sin embargo, a poco andar las cosas cambiaron y ella fue una de las personas que participaron de las movilizaciones que exigían mejoras sociales. “Yo recuerdo unas protestas pacíficas, las cuales nos llevó a la manifestación del 25 de octubre y lo recuerdo muy bien, ya que fue una gran manifestación, más de un millón de personas en las calles, desbordamos las alamedas, y esto fue simultáneamente en todo el país”, recuerda.
En tanto, Campillai apunta a carabineros respecto de la violencia que se desató en las protestas. “Como les dije antes, eran manifestaciones pacíficas, hasta que carabineros comienza a disparar y ejercer violencia. Es allí donde aparece la primera línea, jóvenes que estaban dispuestos a proteger y luchar por toda la gente que allí estaba y por todo un país, solamente defendiéndose con escudos que ellos mismos fabricaron para su defensa. La verdad es que esos cánticos, esos bailes que hubo en esas manifestaciones pacíficas se apagaron cuando carabineros actuó”, asegura.
También la senadora recuerda cómo se entero de lo ocurrido con Gustavo Gatica, el 8 de noviembre de 2019, quien durante una manifestación fue atacado por un carabinero, quedando ciego. “Ese día yo estaba cocinando, estaba en mi casa, cuando el hermano de Gustavo le informa a los medios de comunicación sobre el disparo que habría dejado ciego a su hermano. Me dio mucha pena, pero también mucha rabia, pensar que manifestaciones pacíficas terminaban en esto, en un daño irreversible, pero también nunca, nunca, pensé que esto también me podía pasar a mí”, sostiene.
El 26 de noviembre de 2019, fue el día en que todo cambió para Campillai. Ese día salía de su casa rumbo a su trabajo y fue alcanzada por una lacrimogena que la dejó ciega. “Ese día recuerdo que tenía un turno de noche en la empresa en la cual trabajaba, mi esposo no estaba, quien era el que me iba a dejar todos los días a la locomoción, a los buses que pasaban de Carozzi, buses de acercamiento, y mi hermano se ofreció a llevarme, a acompañarme. Ese día había habido manifestaciones, pero cuando nosotros salimos ya no habían, o por lo menos eso nosotros vimos. Lamentablemente cuando llegamos a la esquina del pasaje en el cual yo vivo, solo sentimos ruido y desde ahí ya no recuerdo nada más, solo recordar con mucha tristeza, con pena, con rabia, el haber despertado en un hospital ya sin mis ojos”, relata Campillai.
En junio del año pasado salió una resolución de que el Estado debe indemnizar a Campillai y su grupo familiar por $680 millones debido a los daños causados.
A casi cinco años de la situación Campillai reflexiona: “hoy he comenzado a vivir, a vivir de nuevo, a aprender muchas cosas las cuales ciega cuestan hacer y un ejemplo de eso es hasta comer. He aprendido mucho, he salido adelante, con el apoyo de mi familia, de mis hijos, de mi esposo. Y hoy soy senadora de la República, gracias a los miles de votos de la gente, de toda la gente que me apoya y de verdad que hemos salido adelante, pero aún hay muchas veces en las cuales me viene angustia, viene dolor, viene rabia y muchas veces aún me siento mal y a pesar de eso, levantamos la cabeza, con mi familia, y volvemos a salir adelante”.
Finalmente, la senadora realiza una reflexión respecto del país ad portas de cumplir un nuevo aniversario del inicio del estallido: “a cinco años del estallido todas esas demandas que nos llevaron a las calles aún no tienen solución. Por ejemplo, lo vemos en las pensiones de miseria que aún reciben nuestros adultos mayores y que la reforma sigue estancada en el Senado. También tenemos las listas de espera en salud que no avanza, simplemente no hay solución. O también, la infraestructura de los colegios, hoy no se invierte en educación. A cinco años del estallido, lamentablemente todas las violaciones que ocurrieron no han tenido justicia, solo el 0,2% la ha tenido y eso ni siquiera es la cuarta parte de todas las denuncias que se hicieron en el momento”, sentencia.
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