Germán Correa: "la institucionalidad del PS ha sido vulnerada estos últimos años. Tenemos un padrón abultado en comunas como San Ramón y Santiago"
El extitular de Interior durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y extimonel del PS aborda las elecciones del domingo donde la lista que integra, liderada por Maya Fernández, buscará hacer frente a la del actual presidente, Álvaro Elizalde, a quien atribuye una "responsabilidad" en el estado de la oposición. Asegura que, aunque estuvo "inactivo" durante "mucho tiempo", la situación actual del partido lo hizo volver.
"Sentimos que, debido al estado de deterioro tanto orgánico como político que viene sufriendo el Partido Socialista (PS) en los últimos años, en la conducción que ha tenido en las últimas dos direcciones, requiere un viraje fundamental. Porque de otra manera, el partido, que hoy día pesa muy poco en la política nacional, simplemente se va a transformar y va a ser una fuerza absolutamente irrelevante".
Así contesta el extimonel del PS y exministro del Interior con Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Germán Correa, ante la consulta de lo que se juega su partido en las elecciones de este domingo entre la lista del actual timonel, Álvaro Elizalde y la de la diputada Maya Fernández, la cual integra.
Reconoce que haber estado "inactivo hace mucho tiempo" y que el "estado actual del partido" lo motivó a tomar la decisión de volver a la vida partidaria. Y que "el viraje que el partido necesita requiere una conducción totalmente diferente a la que ha venido teniendo en los últimos años".
-¿Cuál cree usted que han sido los aciertos y los puntos bajos de la gestión de Elizalde?
La gestión de Elizalde ha estado marcada por un hecho contundente, como fue la fuerte derrota electoral sufrida por la Nueva Mayoría en las elecciones presidenciales pasadas, donde el candidato de la derecha nos aventajó por cerca de diez puntos. Elizalde ha presidido una derrota importante en la cual el papel que él ha desempeñado fue clave. Fue bajo su conducción que no se realizaron las primarias abiertas a la ciudadanía para elegir candidato presidencial, y que el Comité Central que él encabezaba eligió, entre cuatro paredes y en votación secreta, a un candidato presidencial que ni siquiera era de las filas del PS. Eso detonó todo lo que sucedió después en la Nueva Mayoría, obligando a la DC a competir por su propio lado. Por primera vez después de más de veinte años no hubo un candidato único de las fuerzas opositoras, y eso fue un marco evidente de derrota. Y hasta hoy día se están sintiendo las consecuencias. De modo que Elizalde como presidente del partido, y el Comité Central en que él encabezó la mesa, tienen la responsabilidad fundamental en lo que ha sucedido desde entonces.
-¿Qué es lo más urgente que se debe cambiar al interior del partido?
Hay muchas cosas que tiene que cambiar. Desde luego, es un partido que ha estado de espaldas a la gente, rompiendo su propia trayectoria. Es un partido que no está inserto en los territorios que debiera en cuanto a conducción, porque cuando uno recorre, como lo hemos estado haciendo en la campaña, hay muchísimos socialistas que son dirigentes de movimientos sociales, organizaciones sociales, concejales, alcaldes inclusive, y el reclamo que uno escucha es el abandono del partido con respecto a ellos. Es decir, no reciben conducción alguna, no reciben apoyo, los dirigentes no aparecen nunca, sólo se dedican a la política cupular, en el Congreso, en Santiago, no van a las regiones, después se les imponen candidaturas a las regiones y comunas desde Santiago para acomodar los grupos de poder dentro del partido, pero no los intereses de la gente de las regiones y comunas del país, de modo que yo diría que eso es lo primero que hay que hacer: volcar al partido de nuevo a sus raíces, a su origen en los territorios, en los frentes sociales, ayudar a organizarse a la gente y acompara las movilizaciones por sus reivindicaciones.
-¿Qué otras modificaciones se deberían hacer pensando en el futuro?
Tenemos que normalizar y fortalecer la institucionalidad del partido, que ha sido seriamente vulnerada durante estos últimos años. Tenemos un padrón de militantes absolutamente abultado en algunas comunas, como las de San Ramón, Lo Espejo, en Santiago, que al final forman como una cuarta parte del padrón del partido, y eso es extrañísimo. Aquí hay un fenómeno de clientelismo evidente que está detrás de estas movilizaciones de personas que no tienen una definición socialista, pero que son llevadas por algunos militantes que ocupan cargos de alcalde o parlamentarios o concejales para su propio apoyo interno, para después mantener el cupo para sus postulaciones y sus reelecciones sucesivas. Entonces, la tarea es grande, porque es una tarea de hacer que el partido nuevamente vuelva a tener una presencia importante en términos de posiciones, de debate político, de politización en general del trabajo partidario, y segundo, hacia adentro, tenemos que fortalecer esta institucionalidad, con un padrón que efectivamente refleje militantes que están realmente por el proyecto socialista, que hoy día está muy desperfilado. Y tenemos que avanzar claramente en varias esferas al mismo tiempo, lo que va a implicar un trabajo sostenido. También el uso transparente de los recursos: hoy día los partidos políticos reciben recursos del Estado, y por lo tanto hay que ser mucho más rigurosos en la forma en que esos recursos son utilizados. No solamente los que el Estado pone, sino que también los propios recursos, porque ahora estamos sometidos, y me parece muy bien, a los controles que los fondos públicos tienen en todas las instituciones, lo que obliga a ser extremadamente rigurosos en la forma en que se usan.
-El jueves se dio a conocer una carta de Aucán Huilcamán, líder mapuche del Consejo de Todas las Tierras, contra Mahmud Aleuy, señalando sobre su rol en la lista de Maya Fernández que es "como si Manuel Contreras estuviera a cargo de una campaña". ¿Qué le pareció esa crítica?
A mí me parece extremadamente desafortunado y además sospechoso que surja 48 horas antes de una elección en el Partido Socialista. Es muy sospechoso que esto surja, no sé por qué Huilcamán esperó más de un año desde que terminó el gobierno pasado para hacer este planteamiento que hace ahora, en que claramente está apoyando a la lista de Elizalde. Entonces, yo lo pondría solamente en ese contexto. Habrá que discutir con seriedad el tema si así se estima conveniente más adelante, pero por ahora yo lo veo como una jugada electoral de último momento y nada más.
-¿Una jugada un poco desesperada, piensa usted?
No sé, no la quiero calificar. Me parece extraño solamente que surja justo en este momento.
-¿Usted comparte lo que dijo Mahmud Aleuy respecto de que el partido ha pasado "de la irrelevancia a la insignificancia"?
Yo señalé en una entrevista hace bastante tiempo, hace varias semanas, precisamente que el partido estaba marchando hacia una situación de irrelevancia e insignificancia. Y no es primera vez que yo lo digo: lo dije también, como corresponde, en el Congreso del partido que tuvimos en enero pasado. Yo fui al Congreso y ahí planteé mi punto de vista, y señalé exactamente eso: que el partido, por no tener posiciones, no está pesando en la política nacional, no está pesando en la oposición, está en un estado de irrelevancia política. Entonces, eso yo lo señalé. Cada cual aquí usa sus términos. Aleuy usó el de insignificancia: para mí vamos caminando claramente hacia la irrelevancia política, y eso lo sostuve en el Congreso del partido, que es donde corresponde.
-En el caso de ganar, ¿cuál será, en su caso personal, su sello distintivo?
Mire, no sé si yo tengo un sello distintivo. Lo que yo tengo son convicciones, y tengo voluntad y pasión para defender esas convicciones, y a su vez dispuesto a hacer todos los esfuerzos, cumplir todas las tareas, por más modestas que sean, que signifique hacer este esfuerzo de recuperación del partido para producir un cambio sustancial que lo coloque en una perspectiva de futuro mucho más promisoria de la que tiene hoy día. Así es que yo estoy aquí en un equipo de personas. Como lo ha dicho Maya Fernández, aquí somos todos parte de un equipo, y así pensamos trabajar a futuro. No somos una tendencia, no somos un lote de poder más dentro del partido. En nuestra lista está gente de todos los sectores, que ya hemos aprendido las lecciones que eso significa, y por lo tanto mi disposición es a estar en cualquier papel que haya que hacer para los efectos de llevar adelante lo que nos hemos propuesto.
-¿El PS debiera levantar una carta presidencial para las próximas elecciones?
Por supuesto. Es decir, los partidos tienen que tener sus cartas presidenciales. Hoy día tenemos una cierta crisis de liderazgos y naturalmente que los partidos deben preocuparse de cultivar, promover sus liderazgos, no matarlos, sino que promoverlos, fortalecerlos, de tal manera de poder estar presente después con personas de peso y de calidad para presentarlas a la voluntad ciudadana para una primaria que habría que hacer abierta a la ciudadanía, de nuestro candidato, no de la militancia, no una primaria solo restringida a la militancia, porque eso mantiene las cosas dentro del control de las máquinas de poder internas, sino que una primaria, como planteamos nosotros como lista, abierta a toda la ciudadanía que uno quiere representar, para cualquier cargo de representación popular, desde Presidente de la República hasta concejal municipal. Todos los cargos debieran ser concursados en primarias abiertas a la ciudadanía, para que ahí sea elegida la mejor mujer o el mejor hombre para representar, en primer lugar, las posiciones del PS, y después, competir con otros candidatos que la oposición, si así lo acuerda, quiera hacer concursar para finalmente ojalá tener un candidato único en las próximas presidenciales.
-¿Y qué liderazgo ve usted que podría ser una mejor carta presidencial?
No hay en este momento todavía. No se perfila en ningún lado, no es el momento todavía, y éste es un tema que se tendrá que ir desarrollando en los próximos meses y años.
-¿Usted piensa que también le falta un llamado a la juventud a renovar los liderazgos dentro del partido?
Obviamente. Yo creo que todo partido, si quiere mantenerse vigente, tiene que irse renovando con nuevos liderazgos, gente joven, y a mí me ha llamado mucho la atención, yo lo dije el otro día en un encuentro que hubo acá en el partido en Ñuñoa y en algunos de los comunales de la zona Oriente, me ha sorprendido la cantidad de jóvenes que están en esta competencia, que están activos políticamente dentro del partido. Y cuando digo jóvenes, no estoy hablando de gente de 50 años: estoy hablando de gente que está entre los 20 y 30 años. Gente súper valiosa, con claras posiciones políticas, con trayectoria incluso en frentes sociales. Me han llamado la atención, como yo he estado inactivo hacía mucho tiempo, no había percibido eso que está sucediendo, que en realidad hay una cantidad importante de jóvenes mujeres, muchas mujeres, me ha llamado la atención también eso, y hombres, pero hay muchas mujeres muy valiosas.
-Usted dice que había estado inactivo durante mucho tiempo. ¿Qué fue lo que lo hizo volver a la vida partidaria?
Bueno, el estado en el que se encuentra el partido. El estado es bastante preocupante. Es un estado crítico, así lo hemos definido, y hay muchas razones que fundamentan ese juicio. Este estado crítico, que se ve que no tiene por dónde salir, la dirección, que además son los mismos que han llevado al desastre para las elecciones presidenciales y a la situación que tiene el partido hoy día, se están repostulando, sin ninguna capacidad de autocrítica. Entonces, ante esta situación, uno tiene que reaccionar. Y, por lo demás, con mucha gente veníamos conversando hacía tiempo sobre esta situación bastante desastrosa en que se encuentra el partido. Y naturalmente uno tiene que pasar del dicho al hecho. Si no, todos los comentarios que uno pueda hacer y las críticas no pasan de ser un pelambre. Entonces, cuando uno tiene una posición crítica tiene que también señalar la voluntad de contribuir de alguna manera. Y, por lo demás, muchos compañeros de Santiago, de regiones, me venían llamando hacía un tiempo, haciéndome ver que yo, de alguna manera, por la trayectoria que tenía en el partido, tenía una cierta responsabilidad de reaccionar frente a lo que estaba sucediendo. Así que respondiendo a mi propia conciencia y al llamado de muchos compañeros, finalmente decidí que era el momento de volver a la acción política y tratar de hacer algo por cambiar las cosas como están.
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