Gobierno responde embestida de exembajador de Chile en Francia y afirma que sus acusaciones “decididamente faltan a la verdad”

El embajador José Miguel Capdevila junto al Presidente de Francia, Emmanuel Macron, en julio de 2022 cuando presentó sus cartas credenciales en París.
El embajador José Miguel Capdevila junto al Presidente de Francia, Emmanuel Macron, en julio de 2022 cuando presentó sus cartas credenciales en París.

José Miguel Capdevila hizo pública su remoción de Cancillería con duras críticas al Ejecutivo, señalando que “la destrucción de una larga e impecable carrera en el servicio diplomático y de una familia nunca importó”.


Fue la canciller (s), Gloria de la Fuente, la encargada de responder a nombre del gobierno la embestida del exembajador de Chile en Francia, José Miguel Capdevila.

Esto, luego que mediante una carta al director en El Mercurio, el exrepresentante diplomático hizo pública su remoción de Cancillería -tras 43 años- con duras críticas al Ejecutivo, señalando que “la destrucción de una larga e impecable carrera en el servicio diplomático y de una familia nunca importó”.

En sus descargos, apuntó que se le pidió la renuncia aduciendo que tenía un sumario administrativo por la denuncia de dos funcionarias diplomáticas sobre un presunto maltrato laboral.

De la Fuente retrucó las declaraciones de Capdevila también en una carta al director del mencionado medio, en la que afirmó que el exembajador hizo “una serie de aseveraciones imprecisas o que decididamente faltan a la verdad”.

“El sumario administrativo contra el señor Capdevila por denuncias de dos personas por maltrato y acoso laboral en la Embajada de Chile en Francia, y por el cual fue sancionado con multa del 20% de su remuneración, no fue de manera alguna la causa para solicitar su renuncia”, dice la misiva.

Canciller (s) Gloria de la Fuente
La canciller (s) Gloria de la Fuente.

En el texto publicado este miércoles, la canciller (s) sostiene que una vez terminado el proceso administrativo y aplicada la sanción, lo citó a su oficina y, en su calidad de jefa de Servicio (subsecretaria de Relaciones Exteriores), le ofreció dos opciones para que asumiera como jefe de Misión.

“Rechazó ambas, solicitando exclusivamente una asignación que no estaba disponible. En efecto, de formas muy poco cuidadas, tratándose de una instancia formal con su superiora jerárquica, exigió encabezar una división específica, bajo condiciones especiales, petición que por razones de forma y de fondo era imposible aceptar”, señala.

En ese sentido, plantea que “como bien saben los funcionarios públicos, pero se hace necesario reiterar para mejor conocimiento de la ciudadanía, no existe un derecho de los empleados a demandar o exigir una determinada función, constituyendo la asignación de tareas una atribución exclusiva de la jefatura administrativa, de acuerdo a razones de buen servicio”.

Sobre las alusiones a una solicitud de beneplácito que no habría prosperado en Canadá, De la Fuente expresa que “la solicitud de beneplácito o agreement es un proceso que según dicta la práctica diplomática se maneja en la más estricta reserva, pues ello involucra no solo a una persona o a una institución, sino también a la buena relación que busca construirse entre dos países amigos”.

Subsecretaria de RR.EE. Gloria de la Fuente
La subsecretaria de RR.EE., Gloria de la Fuente.

“Conforme al Derecho Internacional, el Estado receptor tiene una prerrogativa absoluta de conceder o no un beneplácito, para lo que usualmente examina con detención los antecedentes de los embajadores que se le proponen”, explica, además de añadir que “ese proceso se realiza sin necesidad de consulta con el Estado solicitante”, y que por tal razón “ese tema no fue, ni podría haber sido, materia de las consultas políticas que sostuve con mis contrapartes canadienses en 2023″.

Por último, la canciller (s) recuerda que el cargo de embajador es de exclusiva confianza presidencial y que por lo mismo “la Cancillería tradicionalmente espera que los embajadores y embajadoras estén disponibles para representar a Chile ahí donde su tarea es necesaria, para que nos represente con profesionalismo e integridad en el exterior”, para lo cual “la adaptabilidad que debe exhibir un diplomático debe reflejarse no solo en entender códigos y culturas de países distintos al nuestro. También, debe adaptarse a liderar equipos profesionales altamente calificados, bajo reglas, instructivos y normas, donde la aspiración final es construir espacios laborales basados en el respeto”.

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