Gratuidad: el gran dilema de Evópoli

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El presidente de Evópoli, Francisco Undurraga, junto al senador y ex abanderado del partido, Felipe Kast.

En su campaña presidencial, Felipe Kast se manifestó en contra de la gratuidad universitaria. Hoy, con el gobierno ingresando un proyecto para la educación técnico-profesional, parlamentarios se dividen sobre apoyar o rechazar la iniciativa. Podría ser la primera gran diferencia entre Evópoli y La Moneda.


El lunes, el líder de Evópoli, Francisco Undurraga, y el jefe de la bancada de los seis diputados del partido, Luciano Cruz-Coke, se apostaron en el Patio de las Camelias de La Moneda para presenciar el anuncio que haría esa mañana el Presidente Sebastián Piñera sobre la instauración de gratuidad en la educación técnico-profesional.

Se trataba de un compromiso que el Mandatario había adquirido en la segunda vuelta presidencial luego de que el ex candidato Manuel José Ossandón (RN) se lo exigiera a cambio de entregar su respaldo para la elección del 17 de diciembre. Por esos días, otro de los líderes que había competido en las primarias de Chile Vamos en julio pasado, Felipe Kast (Evópoli), marcaba distancia pública de esa postura. "Probablemente vote en contra de la gratuidad", dijo Kast tras ser electo como senador por La Araucanía, lo que desató varias declaraciones cruzadas, sobre todo, con Ossandón.

En su campaña presidencial, el ex diputado había tomado como bandera poner a los niños "primero en la fila", por lo que no contemplaba dentro de sus prioridades la gratuidad en la educación superior. De hecho, en su programa propuso un sistema de becas para la educación superior sin discriminar entre instituciones acreditadas.

Durante las primarias, en todo caso, el tema no generaba discrepancias en la derecha, pues el sector históricamente ha estado en contra de la gratuidad universal. El escenario, no obstante, cambió, y el giro que dio Piñera como candidato ahora amenaza con generar la primera diferencia de Evópoli con La Moneda.

"Es la Ley Ossandón", decían algunos dirigentes de RN el lunes en Palacio respecto de la iniciativa que se anunciaba, mientras un sonriente senador se paseaba por el Patio de Los Cañones. Ese día, Felipe Kast no apareció en La Moneda. Tampoco quiso dar declaraciones durante la semana.

"Evópoli está en un periodo de reflexión", dijo, en tanto, el mismo lunes Undurraga sobre el proyecto. "Siempre hemos sido contrarios a la gratuidad, y eso lo hemos señalado consistentemente con el riesgo de perder votos. Ese tema fue planteado en la campaña de Felipe Kast como reparo dentro de la misma campaña de Sebastián Piñera", agregó.

Los días siguientes, los seis diputados de Evópoli -Undurraga, Cruz-Coke, Andrés Molina, Pablo Kast, Sebastián Keitel y Sebastián Álvarez- y los senadores Kast y Carmen Gloria Aravena abordaron casi todos los días el tema. El martes, como es habitual, en el Congreso Kast se trasladó hasta la Cámara para asistir, por unos minutos, al almuerzo de los diputados. Allí, les explicó brevemente su postura. Pero no lo hizo solo ese día, sino que el resto de la semana, incluso, por conversaciones de Whatsapp, a través de las que Kast les compartió información al respecto.

Cita con Varela

Cuatro de los seis diputados, hasta ahora, se inclinarían por aprobar el proyecto del gobierno. Sin embargo, otros dos, como Pablo Kast y el secretario general, Andrés Molina, estarían por rechazar la iniciativa. ¿La razón? Ser consecuentes con la postura que mostraron en la campaña y, además, porque -dicen- es una inciativa que sí cuenta con los votos del sector.

"No estamos poniendo en riesgo el proyecto", comentan. En ese sentido, en el análisis subrayan que Evópoli, como partido, tiene un diagnóstico: invertir en los niños.

Los parlamentarios no comparten de la iniciativa, entre otras cosas, que se excluya a universidades que imparten carreras técnicas, así como también que otros centros técnicos -con menos de cuatro años de acreditación- queden fuera del sistema.

Pese a esa postura, Kast aún no encontraría respaldo en la mayoría de su bancada de diputados ni tampoco en su par del Senado.

Según dicen sus cercanos, eso, en todo caso, estaría lejos de que lo convenza para aprobar la iniciativa en el Congreso. "Entiendo que Felipe va a votar en contra", dice un parlamentario.

El grupo de diputados -liderado por Cruz-Coke- que estaría por votar a favor de la iniciativa, por su parte, apostaría por lograr un acuerdo con el Ejecutivo. Esto, enfatizan, con el propóstio de que todos los partidos de Chile Vamos se sientan "cómodos" con la futura ley.

En lo que sí coinciden los dirigentes de Evópoli es en pedir una audiencia al ministro de Educación, Gerardo Varela, para abordar el proyecto. La semana pasada, el partido se reunió con el secretario de Estado, pero el tema, dada la contingencia, no fue conversado en esa instancia.

El paquete de medidas que Evópoli busca plantear es, por ejemplo, lograr acuerdos con universidades para modificar la duración de las carreras. Unos proponen, por ejemplo, que la gratuidad se aplique en un futuro para dos años de bachiller y otros dos años de especialización con sistema de becas o con crédito contingente al ingreso.

El objetivo, señalan coloquialmente, "es que esto no sea un barril sin fondo" en cuanto a su financiamiento, pues las universidades podrían abogar, en el corto plazo, por extender el beneficio a sus casas de estudio, acusando "discriminación". Esto, al igual que ocurrió en 2015 por parte de los Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales.

Otra medida que podrían plantear, además, sería insistir en priorizar el proyecto de ley que impulsa el derecho universal a sala cuna, materia incluida en el programa del gobierno.

En la discusión interna del partido, los diputados que están por aprobar la iniciativa dicen que "no tiene sentido seguir abogando por la idea de un crédito contingente al ingreso cuando hay una ley de educación superior aprobada". Así, expresan que "es una pulseada que ya ganó Ossandón".

"Podemos marcar matices, como lo hacía la DC con los proyectos del gobierno anterior, pero no podemos hacer mucho más. La mayoría está por la idea pragmática de 'no podrá gustarnos, pero es lo que hay', y nos parece justo que dentro de un esquema de gratuidad universal se privilegie a aquellos que son más vulnerables", dicen.

Respecto de consensuar la fórmula para tomar una postura colectiva, aún no existe premura en el partido, ya que restan semanas para que el proyecto ingrese al Senado.

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