Jacqueline van Rysselberghe, presidenta de la UDI: "Si no podemos participar en las decisiones del gobierno, eso genera desafección en la UDI"
Tras la salida de Castillo, La Moneda informó a la UDI la decisión sobre su reemplazante, desatando una nueva molestia en la colectividad. Senadora dice que su partido pide ser, al menos, escuchado, algo que considera clave "para sentirnos parte de este proyecto" y para que Chile Vamos "persista en el tiempo".
Hizo saber la disconformidad de la UDI a La Moneda y también al ministro de Salud, Jaime Mañalich, luego de que el Presidente Sebastián Piñera la llamara por teléfono el jueves para informarle quién sería el nuevo subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, tras la salida de Luis Castillo, quien dejó el cargo en medio de críticas de la oposición y de sectores del oficialismo por sus polémicos dichos sobre los pacientes que se atienden en consultorios. La senadora y timonel de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, transmitió la molestia que se había generado en su colectividad por no haber sido al menos considerados -reclaman en el gremialismo- para manifestar su opinión sobre la decisión presidencial, episodio que se suma al que se produjo en junio tras el cambio de gabinete, cuando desde el partido acusaron haber sido "castigados" y que se generó un "desequilibrio" frente a RN.
¿Cómo recibe usted la decisión del Presidente de remover al subsecretario Luis Castillo?
La situación de Luis Castillo era compleja desde hace tiempo, injustamente, además, porque la DC fue bastante injusta acusándolo y haciéndole la vida difícil en un tema en el que él no tenía nada que ver, y así está demostrado, incluso por los médicos que atendieron al expresidente Frei Montalva. Y después, efectivamente, se generaron situaciones complejas. Así que me imagino que el Presidente, a raíz de todo esto, decidió su salida. Pero creo que en términos generales, Luis Castillo fue un gran subsecretario.
¿No está de acuerdo con su salida?
Es la decisión del Presidente, y nosotros, como partidos de gobierno, la acatamos. Él tiene derecho a cambiar a los subsecretarios. Pero la situación de Castillo era compleja... Yo he conversado con Luis Castillo y él ya estaba bastante cansado de toda esta situación en la que él era como el punching ball de la oposición en todas las cosas. Entonces, se dio una coincidencia. Hasta donde tengo entendido, él tenía desde hace un tiempo ganas de renunciar.
¿Los dichos de Castillo afectan, a su juicio, un área sensible para su sector, como la agenda social?
Sí, pero yo creo que es menor. La verdad, Luis Castillo estaba cansado hace rato: cansado de que en la Comisión de Salud del Senado la Carolina Goic estaba tremendamente odiosa, pero en regiones no tenía ningún problema.
Ustedes en la UDI siempre lo defendieron internamente…
Sí, hablamos con él para que aguantara, porque yo creía que esta cuestión iba a pasar, porque creo que es un buen subsecretario.
¿Y RN lo defendía?
Algunos en RN, y otros no tanto.
¿Al final, Castillo era más un aporte o un problema para el gobierno?
Él se daba cuenta de que cualquier error que cometiera, finalmente le empezaba a hacer daño al gobierno y, por lo tanto, tengo la impresión de que decidió dar un paso al costado.
Usted dijo que les causó "sorpresa" la decisión sobre el reemplazante de Castillo y que les hubiera gustado haber podido dar una opinión al menos. ¿Qué reflexión hace?
Las coaliciones, para que persistan en el tiempo, tienen que tener lealtades y tienen derechos y deberes. Y estos derechos y deberes no son solo entre los partidos ni solo de los partidos hacia el gobierno, sino también del gobierno hacia los partidos. Se necesita que todos y cada uno de nosotros nos sintamos parte de esto. Y para sentirnos parte de este proyecto -que, como todas las cosas en la vida, tiene altos y bajos-, necesitamos tener sentido de pertenencia, pero cuando uno no puede opinar en nada, porque te informan un tema… Por último si no era el perfil, que lo cambien, o si ellos tienen otro mejor, verlo. Pero cuando el gobierno solo te informa sus decisiones, la verdad es que lo que causa es sorpresa y puede empezar a causar una cierta desafección. Las decisiones son del Presidente, pero nos gustaría participar, sentirnos parte de las decisiones, sentir que nos escuchan, porque cuando eso no sucede, no te sientes parte. Y eso es malo para todos. Si no podemos participar en las decisiones del gobierno, eso genera desafección en la UDI.
¿Siente que el gobierno estaría faltando a cumplir su parte, en el sentido de las lealtades, deberes y derechos que usted plantea?
No sé si está faltando o no, pero, sin duda, no es solo lealtades, son confianzas, afectos. Las lealtades se construyen en base a todas esas cosas, y resulta que tiene que ser no solo horizontal, sino que también del gobierno con los partidos. Nosotros vamos a seguir actuando lealmente, porque la UDI es un partido leal, es un partido de gobierno y tenemos conciencia de eso, pero se produce cierta desafección al interior de la UDI. A lo mejor él es un estupendo profesional, pero nos habría encantado ser parte de la decisión.
Para el cambio de gabinete en junio ocurrió algo similar y ustedes lo conversaron con el gobierno. ¿Le sorprende que pase algo parecido nuevamente?
Fue sorpresa. Uno no pide que nosotros tomemos las decisiones, si esa es una facultad presidencial y la respetamos, pero pedimos que por lo menos nos escuchen. No tiene que ver con el cupo, la militancia, tiene que ver con ser parte de la decisión.
Como que eso no fuera a cambiar pareciera, ¿o sí?
No sé, yo espero que sí, espero que sí. La esperanza es lo último que se pierde. Uno hubiese esperado una cosa un poquito distinta.
"Hay una diferencia entre populismo y sentido común"
Esta semana, el Presidente Piñera sorprendió con el anuncio de un decreto para que las FF.AA. colaboren en el control al narcotráfico, específicamente en las fronteras. ¿Ustedes en Chile Vamos sabían antes?
Lo supimos un poco antes y nos pareció bien. Esa es una medida administrativa, porque, en el fondo, ya hay una coordinación entre las distintas Fuerzas Armadas para resguardar las fronteras, pero no había la posibilidad de que ellos participaran en el resguardo de las fronteras… Poder reforzar, sobre todo para evitar la entrada de narcotráfico, me parece que es un esfuerzo que es aceptable y que vale la pena apoyar.
Siempre el rol de las FF.AA. es visto con recelo y genera polémica. De hecho, el propio Piñera al anunciar esto planteó resguardos y recalcó que será algo acotado. En este caso, ¿corre un riesgo político el Mandatario?
En absoluto. La gran mayoría de las personas lo que quieren es que haya menos droga en Chile. El esfuerzo de unión de capacidades va en la línea correcta. Lo que sucede es que la izquierda tiene un cierto complejo con el tema de las FF.AA. Así como se demoraron para sacar a las FF.AA. en el terremoto, bueno, hoy yo creo que nuevamente se están equivocando al generar críticas.
¿Es una medida que va en línea con las ideas de derecha, con ese interés de varios en su sector -no todos- de gobernar con las ideas de derecha?
Es una medida que va en la dirección del sentido común.
¿Se ha gobernado, a su juicio, con las ideas de derecha?
Yo creo que sí. Probablemente, a uno le gustaría que hubiera más cosas, pero hay que tener una claridad. O sea, nosotros no tenemos mayoría en el Parlamento. Por lo tanto, evidentemente hay que negociar, pero cuando se ha negociado, sobre todo en materias económicas, me parece que no se ha cedido en puntos que sean trascendentales.
Parece que el exministro José Ramón Valente no piensa lo mismo…
Si queremos un país que satisfaga las necesidades de la clase media, tenemos que fomentar la inversión de las pymes, pero también de las grandes empresas. Y, al mismo tiempo -José Ramón Valente lo entendía y tomó medidas al respecto- hay que evitar que se produzcan abusos o malas prácticas en las grandes empresas. Entonces, no hay que caer en ninguno de los dos extremos ni caricaturizar el tema, como muchas veces trata de hacerlo la izquierda.
Esta semana, Valente insistió en que si él hiciera cosas "populistas", como cuestionar públicamente a los empresarios, no lo habrían sacado del gabinete. ¿Cómo toma esos dichos? Como que deja entrever que este gobierno fuera populista…
No lo sé, no lo sé. Él hizo cosas que ayudaron mucho, como el pago a 30 días, que ayudaron mucho a las pymes y que generaban restricciones a prácticas que tenían las grandes empresas. Pero tampoco se trata de golpear a las grandes empresas, porque no es necesario y no creo que el gobierno solicite eso. El gobierno entiende también que lo que se necesita es un crecimiento armónico… Hay una diferencia entre populismo y sentido común. El sentido común está en la mayoría de las personas. Hay una diferencia entre tomar medidas que van en la dirección del sentido común y ser populista.
¿Pero qué efectos genera lo que plantea Valente?
Yo creo que él se refiere a la opinión pública. Existe una cierta caricatura, a veces bien ganada, de que las grandes empresas generan abusos y que lo único que hacen es hacer negocios y no preocuparse de generar políticas sociales o tener consideración con el resto de las empresas que son más vulnerables. Y yo creo que puede ser que haya casos así, pero también es cierto que hay muchos otros casos que no lo son.
¿Este gobierno gobierna con las encuestas en una mano o no? Que se miran encuestas para evaluar medidas ya tomadas e, incluso, antes de tomar algunas decisiones, es un hecho…
No tiene nada de malo ir evaluando qué impacto generan las decisiones que se toman, porque eventualmente uno puede corregir. Finalmente, quien ejerce un mandato está para satisfacer las necesidades de la gente… No tiene nada da malo ir evaluando cómo se está percibiendo la gestión que uno está haciendo.
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