Jorge Burgos , Exministro del Interior y militante DC: "Reconstruir una coalición sobre negar la sal y el agua al gobierno es un desastre"
El exsecretario de Estado apunta a que la DC debe alejarse de la lógica de ciertos sectores de la oposición que creen que si le va mal al gobierno ellos pueden sacar réditos políticos.
Sentado en el café de un hotel de Santiago, el exministro Jorge Burgos comienza con una aclaración: "Hace meses que no doy una entrevista y lo hago ahora como ciudadano, porque no tengo ningún cargo, ni público, tampoco en la DC. Soy militante de la comuna de Providencia, volví a ser lo que durante muchos años fui".
Luego de la derrota electoral, hubo una fragmentación en la ahora ex Nueva Mayoría. ¿Cómo visualiza hoy el sector?
No puedo dar certificaciones absolutas, pero no hay dudas de que esa división se mantiene y puede haber convergencias en algunos temas, pero poder determinar hoy día la existencia de una coalición de oposición monolítica o una propuesta de futuro precisa, no está.
¿Cómo ve a la DC?
Veo con optimismo lo que ha hecho la directiva de la DC bajo Fuad Chahin. En parte, ese reposicionamiento ha tenido que ver con rescatar ciertas identidades que estaban difusas. Lo que se ha hecho en materia de transparencia y probidad es importante. Se han asumido posiciones sólidas identitarias respecto de temas que van legítimamente a discutirse, como pasar del aborto por causales a un aborto por plazos. O el rol que ocupó el presidente del partido en lo relativo a la acusación constitucional fallida también fue preciso y claro. Un reposicionamiento a partir de tener visiones claras se echaba de menos eso y se ha ido logrando.
Fuad Chahin ha recibido críticas por la distancia con el PC. ¿Comparte la estrategia?
En política tienes que sentarte con todo el mundo, pero sí coincido con Chahin en que hay que sentarse cuando se quiere buscar acuerdos con claridad y precisión. Si esas precisiones y esos acuerdos no se alcanzan es mejor decirlo de manera precisa y no dejarlo en la nebulosa, y la DC pagó costos por eso. Me parece bien que la DC sostenga que para futuras alianzas políticas se requiera más precisión respecto de la existencia de denominadores comunes básicos.
La DC formó parte de un gobierno con el PC y en ese momento ya existían diferencias…
Los seres humanos y los partidos tienen que aprender de la historia y la reciente historia.
Un análisis realizado por el equipo de asesores del partido apunta que también hay diferencias con el PS y el Frente Amplio (FA). ¿La DC debe jugársela por estar sola?
La soledad en la política no sirve, particularmente en un país donde ningún partido pasa de los 17 puntos de adhesión. Hay una cuestión práctica: nadie puede pretender gobernar desde la soledad, porque eso no va a resultar. Pero estamos en un periodo donde es posible ir definiendo qué cosa nos puede convocar a la unidad y qué va a marcar diferencias. Con el PS aún tenemos muchos puntos de unidad, tenemos una historia reciente que le dio buen gobierno a Chile. Con el FA lo hallo más difícil. Es un movimiento nuevo que le fue muy bien en las elecciones últimas, pero como era obvio está en un proceso de redefinición interna. Hecho eso pudieran surgir sectores del FA donde puedan buscarse espacios de acuerdo.
La DC está pidiendo la renuncia de Luis Castillo por el caso de la muerte de Eduardo Frei Montalva, y como eso no ocurre han planteado una distancia con el Ejecutivo, ¿Cuál debe ser la relación que se debe establecer con el gobierno?
Voy a decir una obviedad: las responsabilidades penales en un Estado de derecho la definen los tribunales. Dicho eso, en la DC existe el convencimiento, y yo me uno, de que el señor Castillo a la hora de poder colaborar con la investigación del homicidio de Eduardo Frei no fue un atleta de la colaboración. Obviamente que la cotidianidad política va mucho más allá de eso y habrá escenarios en el futuro en que la DC tenga que jugar un rol opositor, pero que sea un impulsor de acuerdos en temas tan centrales como las reformas tributaria y previsional, que no creo que deba estar condicionada a la presencia o no de un funcionario.
¿La DC debe jugar un rol de bisagra frente al Ejecutivo?
La identidad de la DC no tiene que ver con la bisagra, tiene que ver con posiciones claras. Es ese el rol que hay que jugar, ser capaz de buscar acuerdos. La DC tiene que apartarse de cierta lógica que se ha instalado en sectores de oposición, que cuanto peor le vaya al gobierno, mejor para mí.
Usted participó de la Comisión de Seguridad de La Moneda, ¿quedó conforme?
Conforme. Hicimos un buen trabajo, en un tema complejo.
En general, ¿cómo evalúa estos seis meses de gobierno?
Como toda obra humana, con cosas buenas, cosas regulares y cosas malas. Empecemos por las malas. Ha habido mucho atolondramiento en designaciones, han cometido varios errores no forzados, ha habido cierta falta de experiencia política en algunos ministros. Eso ha sido negativo. En la conducción económica en algunas áreas también ha habido declaraciones enredosas. Hay buenas cifras internacionales, pero no se reflejan todavía en el mercado interno.
¿Y las positivas?
Está lo de convocar a muchos, ha sido positivo. Piñera aprendió la lección de intentar ser un Presidente de Chile y no de coalición.
¿Se ha cumplido el discurso del diálogo y los acuerdos?
Eso ha sido honesto, por lo menos en lo que a mí me tocó participar, con la conducción de Chadwick, ha sido honesto, es real.
¿Mejor o peor que el gobierno de la Nueva Mayoría?
Los primeros seis meses de la Presidenta Bachelet fueron buenos, a mi juicio, pero viene de cerca la recomendación, porque yo era ministro de Defensa.
Y en estos meses, ¿cómo ha visto el rol de la oposición?
Hay sectores de la oposición que pareciera que -la frase no es mía, es argentina- cuanto peor, mejor, y eso es muy malo para el país.
¿Lo están haciendo más para dañar al gobierno?
Reconstruir una coalición de centroizquierda sobre negar la sal y el agua al gobierno de turno es un desastre. Los opositores tenemos que tener una visión distinta: hacer ver las cosas, fiscalizar, no comprarse a buena y primera los proyectos de ley, de negociar.
¿La oposición, tal como está, de llegar al gobierno sería un fracaso?
Hay dos tipos de oposición. Para ser gobierno hay que ser capaces de hacer una propuesta lo más unitaria posible, no sé si con todos, pero hoy reconstruir una coalición como fue la Concertación o incluso la Nueva Mayoría no se ve tan nítido.
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