Jorge Sharp, alcalde de Valparaíso y militante del Movimiento Autonomista: "El Frente Amplio está en el peligroso camino de parecerse a una fuerza más en el escenario político"
La primera autoridad edilicia porteña es crítica de cómo su bloque ha enfrentado el debate sobre las futuras elecciones municipales. Además, acusa que las bases frenteamplistas no han vuelto a ser convocadas por la coalición.
Dos días después de que el Frente Amplio decidiera impulsar en conjunto la implementación de una segunda vuelta en la elección de alcaldes, el edil de Valparaíso, Jorge Sharp, envió un correo a su orgánica mostrando su descontento. Esto generó que al menos en el Movimiento Autonomista se volviera a discutir la iniciativa.
Al respecto, Sharp reconoce que en el Frente Amplio están "muy tentados a tomar los atajos institucionales" y, a su juicio, hay que dejar "la calculadora electoral" para buscar una participación que vaya más allá de un voto.
¿Por qué tiene una postura tan crítica respecto del balotaje en municipales?
La carta que envié expresa una profunda preocupación y un llamado de atención a las dirigencias frenteamplistas, por el hecho de que, más allá de discutir un mecanismo en particular, la forma de aproximarse al problema de la elección municipal es que hay que mirarla en toda su complejidad. Si la discusión sobre el próximo ciclo electoral lo ponemos en fórmulas sobreinstitucionalizadas vamos a perder de vista otros elementos que son más importantes para el próximo ciclo electoral.
En la carta, usted hablaba de ausencia de diálogo abierto y democrático, ¿es un tema que no se tocó en el conglomerado, pese a que está en su programa de gobierno?
Más allá de lo que pueda señalar el programa de Beatriz (Sánchez) en este punto, si el debate que se está instalando sigue tomando este curso se va a terminar centrando simplemente en una cuestión de impulsar lógicas de alianzas electorales con luces cortas, una lógica de todos contra la derecha o derechamente va a seguir centrando el problema en una lógica de atajo institucional, como es esta discusión de la segunda vuelta. Acá hay tres preguntas muy importantes: ¿Cuál es la estrategia para impulsar un programa de transformación democrática en las comunas y en el país a partir de los gobiernos locales? ¿Cuáles son las alianzas políticas y sociales a nivel nacional y local que son necesarias para aquello? Y ¿cómo conquistamos gobiernos locales? Esa es la discusión que nosotros proponemos impulsar.
Pero ¿cuál sería su postura frente a estas preguntas?
Ser capaces de hacer un esfuerzo y dejar la calculadora electoral. Podemos impulsar en las ciudades una lógica de participación que vaya más allá del voto, que sea una participación sustantiva.
Estamos demasiado tentados a tomar los atajos institucionales cuando lo que tenemos que hacer es posicionar una discusión sobre el modelo de desarrollo de Chile, donde las ciudades son protagónicas, el 80% de la población en Chile vive en ciudades.
Dice que hay que dejar la calculadora electoral de lado, pero las próximas elecciones municipales van a ser importantes para el Frente Amplio, porque se podrían consolidar y hacer crecer el bloque, ¿por qué no lo ve como el principal foco para estas elecciones?
El problema es cuál creemos que es el mejor camino para poder impulsar precisamente ese buen resultado. No es simplemente tener más o menos alcaldes. Tenemos que pensar en municipalidades que no sean administradoras de pobreza, sino que sean gobiernos locales con un proyecto de desarrollo, y eso se comienza a construir no desde el momento en que uno llega a la alcaldía. Si es por mecanismo, por qué no impulsamos primarias ciudadanas como lo hicimos en Valparaíso o pactos por omisión. Proponemos las primarias ciudadanas. El Frente Amplio, con las señales que estamos dando, está en un peligroso camino de parecerse a una fuerza más en el escenario político, de caer en la sobreinstitucionalización, cuando tenemos una tarea distinta.
Dicen que un proyecto como el de segunda vuelta de alcaldes no es favorable para los incumbentes, ¿usted no está en contra, porque le podría afectar a sus aspiraciones?
Está completa y totalmente alejada a esa lógica y a esa dinámica. El año 2015-2016 nadie conocía la alcaldía ciudadana, nadie me conocía. Por tanto, el Frente Amplio tiene que mirar lo que pasó en Valparaíso para evitar caer en esa crítica simple. No se trata del temor o no de perder una determinada posición de poder, nosotros estamos dispuestos a someternos a cualquier mecanismo que sea necesario, pero lo que no estamos dispuestos es a seguir alimentando un debate centrado en un mecanismo que a nuestro juicio le priva de su carácter transformador. Qué es lo que queremos proponer nosotros: la idea de que existan alcaldías ciudadanas para un nuevo Chile. Es decir, queremos invitar a todos aquellos que se sientan convocados, incluso más allá del Frente Amplio, a construir alcaldías ciudadanas.
¿Cómo ve posibles alianzas con la ex Nueva Mayoría?
El campo compuesto por los partidos de la ex Nueva Mayoría se encuentra en una crisis de sentido, estratégica. Hay procesos de discusión en dicho campo que son interesantes, por ejemplo, el menor grado de adhesión que tienen ideas como reconstituir un polo DC-PS al modo de la transición, o la autocrítica que se hacen algunos sectores respecto del alejamiento que dichos partidos han tenido con la sociedad. Sin embargo, las posibilidades de alianza tienen una condición insoslayable, no pueden estar definidas en función de una dinámica de todos contra la derecha. Eso va a suponer regalarle la derecha al país por 20 años más.
Pero ¿hay que hacer alianzas?
Lo que tenemos que hacer es fundar un nuevo espacio político en Chile. Un espacio que lo que haga, en primer lugar, sea poner por delante el desafío de proponerle al país una sociedad más allá del neoliberalismo. En segundo lugar, a partir de una redefinición entre lo político y lo social. Es decir, la política no puede darle la espalda al malestar que existe hoy día. Cualquier posibilidad de alianza tiene que tener en consideración esos dos elementos, esas alianzas naturalmente se deben expresar en pactos electorales, pero tienen que ser alianzas que se construyan desde abajo, no desde arriba.
¿Cómo se podría materializar ese nuevo espacio político?
Es fundamental que se pueda configurar en Chile una propuesta de país, a partir de la construcción de una izquierda del siglo XXI, a la que no está llamado solo el Frente Amplio, sino que también muchos sectores que hoy existen en el campo de la ex Nueva Mayoría, independientes, dirigentes sociales, profesionales, el mundo académico, que tenemos la tremenda tarea de poder pensar en una vía para que Chile pueda construirse más allá del neoliberalismo. Eso en algún momento, me imagino, va a ir teniendo un carácter quizás electoral, pero para que esta discusión tenga resultado, la calculadora hay que guardarla.
El diputado Renato Garín dijo que a los parlamentarios del Frente Amplio les hace falta conocimiento. ¿Comparte su opinión?
No tengo ninguna duda de que los parlamentarios y parlamentarias del Frente Amplio hacen un esfuerzo muy grande en el Congreso para evitar terminar siendo un cuadro más dentro del Congreso. El proceso de instalación del Frente Amplio en el Congreso tiene que terminar aceleradamente. Sin duda, debe existir una mínima dinámica de orden, a mí no me corresponde pronunciarme de aquello, pero no podemos estar haciendo noticia permanentemente por cuestiones que están dentro de la esfera interna, vinculados a la falta de coordinaciones, que las discusiones importantes no se dan con las bases o que vamos a crear un comité por sobre otro comité. Lo que espera el país es otra cosa: que el Frente Amplio no pierda su carácter disruptivo.
¿Las discusiones importantes no se toman con las bases?
Lo que hizo que Beatriz Sánchez tuviese el 20% de los votos en las elecciones presidenciales no fue ni lejos la unión de orgánicas políticas, fueron los miles de frenteamplistas que no militando en los movimientos y partidos vieron en los dirigentes del Frente Amplio una esperanza de cambio. Esa base frenteamplista no ha vuelto a ser convocada.
Alberto Mayol dijo que hay una vergonzosa inconsistencia política en el Frente Amplio. ¿Comparte eso?
No sé a lo que se referirá con sus declaraciones, lo que sí sé es que en el Frente Amplio, en su seno, existen diferencias. Y creo que la discusión que se ha dado respecto de las municipales expresa aquello. Lo que existe son diferencias.
¿No inconsistencias?
Diferencias.
El alcalde Joaquín Lavín se ha posicionado en las encuestas como una posible figura presidencial. ¿Usted podría seguir ese mismo camino?
Mi prioridad es Valparaíso.
¿Hasta cuándo?
Nuestra prioridad es Valparaíso y esta idea de impulsar alcaldías ciudadanas.
¿Qué pasa con el rol de Beatriz Sánchez? ¿Sigue siendo una opción presidencial?
Beatriz es una de las figuras con más proyección dentro del Frente Amplio, creo que en su liderazgo se expresa esta idea del ADN frenteamplista y yo me alegro mucho de que ella se mantenga muy activa en la política chilena. Es un refresco a la política nacional, yo la veo a ella mucho más cercana a las bases frenteamplista que a los acuerdos de direcciones, más cercana la idea de las alcaldías ciudadanas que a la de la segunda vuelta municipal.
Hace poco se aprobó el nuevo plan regulador que fue una de sus principales luchas. ¿Qué viene ahora?
La aprobación de la modificación parcial del plan regulador lo que hizo fue normar la altura en un sector de la ciudad que tenía altura ilimitada, lo que es un avance histórico para la ciudad. Ahora vienen dos grandes cosas: impulsar con mucha fuerza la tarea de resolver en el corto plazo el déficit de viviendas que tenemos en la ciudad y la apertura del borde costero, que las porteñas y los porteños podamos volver al mar y eso pasa con la apertura del sector de Barón con un proyecto de carácter público que estamos trabajando.
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