La caída de Krist Naranjo que puso en tela de juicio la gestión de los candidatos independientes
“Krist Naranjo fue un efecto de la fiebre octubrista, de la idealización de los independientes y la demonización de los partidos. Y la Región de Coquimbo pagó el costo”, dice el senador Matías Walker ante el caso de la gobernadora que fue destituida del cargo el viernes.
“¿Por qué votar por Krist Naranjo para gobernadora? Porque es 100% independiente, es un rostro nuevo, no le debe favores políticos a nadie, está preparada para el cargo, es transparente y lejana a la corrupción”.
Esa era parte de la campaña televisiva de Krist Naranjo, una emprendedora en permacultura -un estilo de diseño de cultivos y plantaciones- que en 2021 decidió lanzarse al recién creado cargo de gobernadora por la regional de Coquimbo.
Sorprendentemente, Naranjo le ganó la primera vuelta, con el apoyo del Partido Ecologista Verde, a Marco Sulantay (UDI), Ricardo Cifuentes (DC) y Javier Vega (PC), cartas que tenían mayor experiencia en política. En la segunda vuelta contra el mismo Sulantay la diferencia fue arrolladora: Naranjo consiguió el 61% de los votos y se erigió como la nueva gobernadora de Coquimbo.
Pero la gestión de Naranjo no terminó bien y, sin proponérselo, consiguió algo inédito en la política chilena: que los 16 consejeros regionales, desde el Partido Comunista hasta la UDI, solicitaran al Tribunal Calificador de Elecciones la remoción de su cargo.
Este viernes, el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) dio a conocer el fallo que acusa a Naranjo de notable abandono de sus deberes y en faltas graves a la probidad y la inhabilitó para ejercer cargos públicos por cinco años. Las razones son múltiples: viajes a Egipto, México y Argentina sin antecedentes que los justifiquen; maltrato laboral; desvinculación de 14 funcionarios y pagos de $ 37 millones en indemnizaciones desde el Gobierno Regional por diversas demandas laborales; ejecución presupuestaria con atrasos importantes; entre otros.
“Krist Naranjo fue un efecto de la fiebre octubrista en la Región de Coquimbo. La idealización de los independientes y la demonización de los partidos. Y la Región de Coquimbo pagó el costo”, dice el senador Matías Walker, quien apunta que hasta la elección Naranjo recibió el apoyo del oficialismo que ahora la desconoce.
La ola de la Lista del Pueblo
Las primeras palabras de Naranjo luego de obtener su puesto iban en la línea de su campaña: celebrar el hecho de que un independiente haya llegado a ese lugar.
“Los independientes tienen mucho que decir. Estamos desarrollando un estilo que es mucho más cercano a las personas. Por lo general ese sello es el que han tenido las candidaturas que han ganado, no sólo la mía”, dijo en esa ocasión Naranjo.
Esto iba de la mano con el momento político del país. Por ejemplo, el mismo día en que Naranjo ganó la primera vuelta (con una participación del 41%), se eligieron los miembros de la Convención Constituyente. En esa votación, los independientes consiguieron el 64% de los escaños. El grupo más grande de todos los electos fue la Lista del Pueblo, un conglomerado de independientes con una fuerte postura antisistema, antipartidos políticos y ecológica, que tenía figuras como Rodrigo Rojas Vade y la Tía Pikachu.
Pero a Naranjo le duró poco esa luna de miel entre la ciudadanía y los independientes. Ya en 2022 existían dudas sobre su gestión. La primera alerta fue el mal uso de su vehículo fiscal. Según los datos que expuso Contraloría, Naranjo usó su auto fiscal para ir al mall, a la farmacia y para usos particulares de su hijo universitario. “Más que chofer, yo era como un mayordomo. Tenía que andar con su cartera, con su bolso”, dijo uno de los choferes denunciantes a Mega.
Lo otro era el mal ambiente y, ya posteriormente, el quiebre de las relaciones en el consejo regional: cuando la gobernadora era emplazada por alguno de ellos, Naranjo les cortaba el micrófono.
Las razones
Naranjo fue respaldada por el oficialismo en su segunda vuelta, para poder competir contra Marco Sulantay. La diputada por Coquimbo, Carolina Tello (FA) defiende esta decisión, y dice que Naranjo les dio vuelta la espalda luego de ser elegida.
“Luego de asumir Krist Naranjo, ella decide gobernar sola. Y nuestras autoridades, como la core Ximena Ampuero, fiscalizaron su labor, lo que resultó en la destitución de la gobernadora Naranjo”, dice.
Y agrega: “Nos parece central que, tal como en este caso, se evalúen las gestiones de forma acuciosa y no se piense que esto es producto de ser independiente, de derecha, centro o izquierda”.
Para el diputado de esa misma región, Víctor Pino (Demócratas), la caída de Naranjo tuvo que ver con una actitud soberbia.
“Ella se alejaba de los partidos políticos por su rol de independiente. Esa era su impronta. No veía bien relacionarse con los partidos políticos. Pero un Gobierno Regional no se trata de una sola persona. Tienes que relacionarte con 16 consejeros regionales, 15 alcaldes, siete diputados y tres senadores. No se puede gobernar desde una isla”, apunta.
En tanto, el diputado Ricardo Cifuentes (DC), quien compitió con ella, dice que esta caída se explica también por otras cosas: “Hay dos grandes razones: una es la falta de experiencia de la exgobernadora. Este país estuvo en este último tiempo asonado por la lógica de los candidatos independientes, apolíticos, que no respondían a ningún patrón de experiencia, ni de política partidaria como de administración. Esa experiencia a uno le enseña cómo se maneja el Estado y cuáles son las reglas de transparencia fundamentales, que acá no se cumplieron”.
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