La otra despedida de Aleuy
Su esposa, Alejandra Jorquera dio un largo discurso, en el que habló de los tiempos difíciles, la falta de tiempo para la vida en familia, y de cómo el tiempo de Aleuy en La Moneda estuvo marcado por su operación a la médula en su año entrante
El evento empezó a las 20:30 horas de ayer en la azotea del Hotel Magnolia, con vista a la cumbre del cerro San Cristóbal. Y fue toda una sorpresa para el saliente subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy.
Fue su señora, la periodista Alejandra Jorquera, quien organizó el cóctel y se encargó de invitar a la gente. Llegó el ex presidente Ricardo Lagos, el intendente Claudio Orrego, Carolina Tohá, Ricardo Núñez, el ex ministro Máximo Pacheco, la ministra Carmen Castillo y Benito Baranda, quien le regaló a Aleuy un árbol de la vida. Aleuy fue felicitado por su silencio durante los meses en que se hizo pública la operación Huracán, un silencio que era percibido como un acto de sacrificio personal y de lealtad al gobierno.
Alejandra Jorquera dio un largo discurso, en el que habló de los momentos difíciles, la falta de tiempo para la vida en familia, y de cómo el período de Aleuy en La Moneda estuvo marcado por su operación a la médula en su año entrante -cuando arriesgó incluso quedar paralitico tras la operación-y con problemas del mismo tipo en su año final en el gobierno. También fue dura con el partido de Aleuy, el PS, dejando claro que le había quitado apoyo en el comienzo de su gestión, para luego ir limando esas asperezas con el tiempo, aunque no del todo.
La única intervención pública de Ricardo Lagos fue para alabar el discurso de Jorquera. "Después de escucharte a ti, ¿qué puedo decir?", le dijo.
Aleuy, quien fumó toda la noche, tuvo que ser convencido para entregar unas palabras. En su estilo, agradeció a su señora, a sus colaboradores más cercanos y su círculo íntimo y habló escuetamente sobre el futuro de la izquierda: "hay que preocuparse de la gente que camina por el lado oscuro de la calle", dijo Aleuy, refiriéndose a los más pobres.
Aleuy ya se había sorprendido con la despedida que, durante la tarde de ayer, y con Presidenta Bachelet incluida, se le dio en los patios de La Moneda.
Es el fin de un ciclo de un hombre que, por años, estuvo en el corazón más duro de la segunda ola del bacheletismo.
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