Las heridas y desconfianzas que dejan en la oposición el fallido pacto unitario de primarias

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En el sector reconocen que quedan en una situación compleja ante los próximos desafíos que deberán enfrentar y les preocupa, principalmente, ceder terreno en la eventual convención constituyente. La posibilidad de reconstruir las confianzas, sin embargo, se ve lejana. Al menos por ahora.


“Quebradas”. Así definen en la ex Concertación el estado en que quedaron las confianzas del sector con el Frente Amplio y parte de la Unidad por el Cambio, tras las fallidas negociaciones que esta semana echaron por tierra la posibilidad de alcanzar un pacto unitario de primarias para las elecciones municipales y de gobernadores regionales de abril.

Para los dirigentes de la centroizquierda las tratativas, que se venían extendiendo hace al menos dos meses, dejaron en evidencia que la posibilidad de lograr acuerdos con miras a los desafíos políticos y electorales que tiene el sector el próximo año no está garantizada.

De hecho, tanto en el Frente Amplio como en la ex Nueva Mayoría advertían que el quiebre podría tener efectos que aún son imposibles de dimensionar ante la posibilidad de alcanzar un pacto de toda la centroizquierda para la convención constituyente, elección que de imponerse el Apruebo el próximo 25 de octubre, será un desafío histórico para la centroizquierda. “Los incentivos para una lista única son cada vez menos”, sostiene un dirigente frenteamplista.

La preocupación de los dirigentes de la oposición sobre este punto ha sido expresada públicamente por dirigentes de distintos sectores en las últimas horas. “Si repetimos este tira y afloja para la constituyente (...) terminaremos con una Constitución muy parecida a la de Pinochet y un gobierno muy parecido al de ahora”, afirmó ayer, a través de su Twitter, la diputada comunista, Camila Vallejo.

La misma aprensión tienen los timoneles de la Convergencia Progresista. “Obviamente las confianzas se han visto muy afectadas, pero el problema es más profundo aún: hay sectores de la oposición que hacen todo lo posible para que no prospere la unidad porque están en un proyecto de perfilamiento identitario y, por tanto, creen que la división es virtuosa”, afirma a La Tercera PM el presidente del PS, Álvaro Elizalde. Y agrega que “si las fuerzas progresistas enfrentamos divididos la elección de la convención constitucional, quienes apoyan el Rechazo y se oponen a una nueva Constitución van a obtener una sobre representación para atrincherarse en las posturas más extremas”.

El presidente del PR, Carlos Maldonado, asegura que “las confianzas se construyen con hechos, no con palabras. Para construir mayorías, que permitan abordar las urgencias de cambio que ha manifestado el país, no ayuda que en un momento relevante (...) algunos partidos hayan mostrado poca coherencia con su discurso de cambio y ciudadanía. Se siembra una legítima duda sobre la solidez de las convicciones que declaran”.

Quienes lideraron las conversaciones han advertido que, en gran parte, terminaron fracasando precisamente porque en los últimos días se instaló un verdadero “juego de caretas”, en donde nadie sabía si existía realmente un interés genuino de su contraparte por lograr el objetivo final. En la Convergencia Progresista destacan, por ejemplo, el hecho de que durante las negociaciones el Frente Amplio emitiera declaraciones en Twitter que iban en contra de lo que, en privado, habrían transmitido al respaldar -asegurando que firmarían siempre y cuando estuvieran todos- los blindajes que estaba poniendo como condición el PC en seis regiones del país.

De hecho, en la ex Concertación nunca creyeron en que el bloque se hubiese retractado realmente de la postura que oficializó el domingo en un comunicado en que descartaban la opción de primarias y apuntaban a pactos por omisión. Las condiciones mínimas con que se abrieron a negociar fueron vistas como “excusas” de parte del resto de la centroizquierda.

“No quieren derrotar la derecha, nos quieren derrotar a nosotros”, dice un timonel del sector, apuntando a su lectura del frustrado intento unitario.

Por su parte, desde el bloque integrado por RD, PL, CS y Comunes aseguraron que ellos “lo intentaron hasta el final” y con la convicción real de lograr un pacto común, pese a que reconocen que electoralmente no era lo que más les convenía.

“Lamentablemente los dirigentes del PS, el PPD y el PR mostraron lo peor de la política de la Concertación mintiendo. Así es difícil confiar en que la Concertación se ha superado, por el contrario, vuelve con más fuerza que nunca y eso evidentemente nos distancia”, afirma el presidente de Comunes, Jorge Ramírez, aunque subraya que desde su sector entienden que se requiere de “todas y todos” para construir una alternativa a la derecha.

Pablo Vidal (RD), quien ha sido crítico de las decisiones que tomó el Frente Amplio en los últimos días, sostiene que “resulta evidente que las confianzas hoy están profundamente dañadas y quebradas en la oposición. Y creo que tenemos que terminar con el show de recriminaciones y ponernos rápidamente a trabajar en mínimos programáticos para el proceso constituyente y, desde esa base, construir la unidad para la elección de convencionales”.

Y agrega: “A pesar de los errores y los fracasos no tenemos permisos para dejar de intentar construir la unidad que la gente espera de nosotros”.

Los más optimistas, aseguran que si bien traerá costos que el sector llegue dividido al plebiscito, el amplio triunfo que esperan tenga la opción Apruebo, podría darles un respiro y una oportunidad para dar vuelta la página y, así, avanzar en un acuerdo amplio para la convención constitucional. Ese hito, dicen en la oposición, será clave para proyectar las alianzas parlamentarias y también los apoyos de la presidencial fijada para noviembre 2021

Por su parte, el timonel de la Democracia Cristiana, Fuad Chahin, marca un matiz y destaca como una “buena noticia” el reordenamiento de fuerzas del sector al inscribirse el pacto Unidad Constituyente, que terminó agrupando a su partido, a la Convergencia Progresista, al PRO y Ciudadanos.

“La buena noticia es que al surgir aquí Unidad Constituyente se da una piedra angular para construir una alternativa dentro de la oposición. Una alternativa seria, confiable, con vocación de cambio, pero también madura, que dé certeza...una alternativa política mayoritaria y transversal, que yo creo que hacía falta”, sostiene.

En ese sentido, agrega que ese acuerdo “debería irse consolidando para la convención constitucional” y también para las elecciones parlamentarias, “como una opción más cohesionada, coherente y consistente, que de alguna manera pueda representar a un electorado que se ha sentido huérfano en términos de representación política. Esto nos obliga a transformarlo en algo más que un pacto electoral, en un esquema de coordinación de trabajo conjunto también en lo político y en lo programático”, subraya.

Con todo, en el Frente Amplio y Unidad por el Cambio -donde a diferencia del PC y el FRVS, el PRO optó por pactar con la exConcertación- no solo tendrán que recomponer sus vínculos con otras fuerzas sino también administrar los reparos internos que han surgido por el actuar sus colectividades durante la negociación. Esto, admiten en ambos bloques, tampoco será una tarea fácil.

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