Los doce diputados que podrían desbancar a Cariola y quitarle al oficialismo el control de la Cámara
Los reparos a la militancia de la diputada comunista y a su rol en la fallida campaña del Apruebo han hecho crecer las opciones de la derecha para hacerse del control de la Cámara, en alianza con sectores no alineados, como el Partido de la Gente (PDG).
Rencillas internas en sus partidos, dudas y derechamente votos de rechazo de al menos doce diputados y diputadas son los factores que podrían propinarle al gobierno y al oficialismo una derrota cuando deba renovarse la presidencia de la Cámara, entre el 21 de octubre y el 7 de noviembre.
El lapso de 17 días que durará todo el trance, desde la renuncia de la actual mesa hasta la elección de la nueva directiva, es una de las variables que añadirá más suspenso al proceso la decisión.
Si bien en marzo de este año, un grupo mayoritario de bancadas llegó a un acuerdo para rotarse en la presidencia de la Cámara y repartirse la composición de las comisiones legislativas, las condiciones del pacto administrativo -que excluyó solamente a la derecha- cambiaron tras el resultado del plebiscito.
Sin embargo, los reparos a la militancia de Cariola y su rol en la fallida campaña han hecho crecer la opciones de la derecha para hacerse con el control de la Cámara, en alianza con algunos descolgados y sectores no alineados, como el Partido de la Gente (PDG). Ello sería un golpe duro para el gobierno, ya que la derecha podría imponer una agenda legislativa propia.
Actualmente las bancadas de la derecha suman 66 diputados (republicanos, UDI, RN y Evópoli). Adicionalmente hay dos independientes, Gloria Naviellán y Enrique Lee, quienes fueron elegidos en cupos de Chile Vamos y republicanos, que tampoco votarían por Cariola. Con ambos, la disidencia a la diputada comunista parte de un piso de 68 votos, es decir a 10 de lograr la mayoría (78 de 155 diputados).
No obstante, en la bancada del PDG -que puso en duda la posibilidad de cumplir el pacto administrativo- hay siete votos más que podrían estrechar el resultado. El subjefe de la bancada de ese partido, Víctor Pino, admitió que hay conversaciones con sectores de derecha, y la jefa de ese mismo comité, Yovana Ahumada, pidió revisar el acuerdo suscrito en marzo.
Además de Pino y Ahumada, también expresan dudas o reticencia por Cariola los diputados Gaspar Rivas, Roberto Arroyo y Francisco Pulgar (independiente).
Si bien los diputados del PDG Rubén Oyarzo y Karen Medina han dicho que son partidarios de cumplir la palabra empeñada, hoy están sometidos a una fuerte presión para no votar a Cariola. Incluso, otras bancadas ya dan por hecho que los siete diputados del grupo PDG-independiente se alinearán con la derecha.
Con el Partido de la Gente, el conteo subiría a 75, es decir, a tres de alcanzar la mayoría.
En la bancada independiente-PPD, hay dos voces disonantes. Uno de ellos es René Alinco (ex-PPD), quien abiertamente ha dicho que no apoyará a Cariola, a quien responsabiliza de bloquear un nuevo retiro de ahorros previsionales, debido a que el rechazo a la última iniciativa obliga a esperar un año antes de renovar su discusión. Con Alinco, la derecha llegaría a 76.
El otro voto en suspenso en la bancada PPD es el independiente Carlos Bianchi, quien es una de las cartas para competir para elección de la Cámara. El exsenador por Magallanes, quien solo tiene una alianza instrumental con el PPD, es uno de los que han llamado públicamente a revaluar el pacto administrativo.
El diputado independiente Andrés Jouannet, ex-DC, elegido en un cupo radical y hoy miembro del movimiento Amarillos por Chile, es otro de los votos en suspenso. Hasta el momento, él se ha mantenido en silencio frente a este debate.
La diputada independiente Pamela Jiles, exmilitante del disuelto Partido Humanista, es otro voto incierto, que podría desbalancear la elección de la Cámara. Si bien ella no ha anticipado su postura, ha tenido públicos roces con Cariola, por lo que varios creen que votará en contra de la legisladora comunista.
Otro voto que genera preocupación en el oficialismo es el del diputado DC Miguel Ángel Calisto. El legislador fue uno de los negociadores del acuerdo e inicialmente era el candidato indiscutido de su partido para presidir la corporación después de Cariola. Sin embargo, líos internos en la bancada han reflotado las posibilidades de Ricardo Cifuentes, exsubsecretario DC, como carta para presidir la Cámara. Algunos también mencionan al exministro Alberto Undurraga, aunque en el partido precisan que está apoyando las chances de Cifuentes.
Consultado Calisto respecto de si votará por Cariola en la próxima elección del 7 de noviembre, señala que “hasta el momento voy a respetar el acuerdo administrativo, en el entendido que se respeten los compromisos dentro de la bancada DC”.
En las últimas semanas también afloraron sospechas de otros legisladores independientes del comité PPD, como Jaime Araya y Héctor Ulloa, quienes consultados por La Tercera, aclaran que respetarán el acuerdo.
Una posición similar para votar por Cariola acordó un grupo de diputados no alineados, como los exhumanistas Hernán Palma y Mónica Arce, además de la ecologista verde Viviana Delgado, quien incluso llegará de un viaje a Alemania, donde será distinguida como activista medioambiental, para votar por la diputada comunista.
El otro diputado ecologista verde, Félix González, también ha enviado mensajes privados de que respetaría el pacto administrativo.
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