Un rol acotado han tenido los partidos políticos en el proceso constituyente. No solo porque lograron una presencia menor ante la masiva irrupción de candidatos independientes tras las elecciones del pasado 15 y 16 de mayo, sino que, además, porque, según explican en la Convención Constitucional, la naturaleza del trabajo que han desarrollado sus convencionales durante su instalación les ha permitido un trabajo autónomo.

Pese a eso, las tiendas tanto de oposición como de Chile Vamos han seguido atentas los pasos de sus convencionales. Está por verse, dicen en sus directivas, si cuando el órgano entre en materias de fondo respecto de la nueva Constitución, si esa independencia se mantendrá tal cual o las colectividades buscarán tener una mayor injerencia en las determinaciones de aquellos representantes que fueron electos en sus cupos.

Lo que sí está claro es que, por el momento, las colectividades tienen a figuras que en mayor medida les reportan información o con los que las directivas tienen mayor comunicación.

Un caso representativo es el de Marco Barraza. El comunista es parte del comité central y la comisión política del PC y, además, muy cercano a la dirección de Guillermo Teillier. Por eso, dicen en la colectividad, se ha vuelto natural que el también exministro juegue de enlace con la tienda.

Por ejemplo, cuando los convencionales comunistas emitieron una declaración cuestionando el quórum de los 2/3 fue el propio Barraza quien coordinó la acción junto al encargado constitucional de la colectividad, Carlos Arrué.

Mismo rol han asumido en el Frente Amplio las convencionales Constanza Schonhaut (Convergencia Social) y Tatiana Urrutia (Revolución Democrática).

“Como RD tenemos clarísimo que lo que está en juego en la Convención es el futuro del país y desde ahí creemos que el rol que juegan hoy los partidos políticos del Frente Amplio, de cara también a las presidenciales, es clave. Eso, lejos de desvincularnos de la contingencia, nos entrega una responsabilidad enorme de cómo construir, acá, una manera de hacer política distinta a la que se conoce hasta hoy”, explica Urrutia, quien es cercana a la directiva de Margarita Portuguez y Sebastián Depolo.

La convencional agrega que “sin querer trasladar los encuentros y desencuentros que tengan los partidos políticos a la Convención, en el afán de tener coherencia y sincronía con el compromiso del pacto Apruebo Dignidad -que esperamos sea gobierno que ponga en marcha la nueva Constitución-, estamos en diálogo periódico y también contingente con la mesa nacional del FA, de Apruebo Dignidad y con el Consejo Política Nacional de RD, buscando maneras de procesar las diferencias políticas -que existen- dentro de la Convención, dando cuenta también de lo que sucede, más allá de lo que aparece por redes sociales y prensa. En este proceso todas estamos con la voluntad de aprender y de tejer relaciones contundentes que se mantengan más allá de las diferencias, y que, por cierto, creo un valor necesario si el desafío es gobernar los próximos años, en los que se necesitará más unidad que nunca, coraje y, sobre todo, humanidad”.

En el Colectivo Socialista, a su vez, los más cercanos a la directiva de Álvaro Elizalde son Ricardo Montero y César Valenzuela. Ambos tienen un contacto fluido con el senador por El Maule. Sin embargo, pese a eso, en el partido aseguran que los convencionales actúan en completa autonomía respecto de las líneas políticas del PS.

“Como Colectivo Socialista tenemos absoluta independencia en el desarrollo de nuestro trabajo como constituyentes”, explica Montero.

A la vez que agrega que han recibido el respaldo del partido y de su centro de estudios, Igualdad, pero siempre a requerimiento de los propios convencionales.

En el caso del Partido Liberal, según cuentan en la tienda, los enlaces clave son Patricio Fernández y Jorge Abarca, ambos independientes que compitieron en un cupo de la colectividad.

Desde antes de ejercer sus cargos, los convencionales electos en la lista de RN habían declarado su autonomía para abordar las temáticas de la instancia respecto de las decisiones partidarias. De hecho, cuando recién asumió la presidencia de RN el senador Francisco Chahuán, declaró que había mandatado a uno de los vicepresidentes de su mesa y también convencional constituyente, Luis Mayol, para generar “acercamientos” con otros sectores políticos, cuestión que tuvo una dura respuesta por parte de los constituyentes vinculados a la colectividad.

A través de una declaración pública, sostuvieron en esa oportunidad que actuarían “con independencia y no recibiremos órdenes de partidos políticos. Tampoco instrucciones de ningún gobierno, parlamentarios o injerencias de cualquier grupo de presión que pretenda instrumentalizar el proceso constituyente para algo distinto de su finalidad”.

Tras ese rayado de cancha, el vínculo de los integrantes de la Convención con la directiva de Chahuán está centrado exclusivamente en Mayol.

En cambio, la directiva de la UDI cuenta con un diálogo mucho más fluido con varios de sus convencionales, en especial con Rodrigo Álvarez -quien asumió una de las vicepresidencias del órgano constituyente-, Constanza Hube, Ricardo Neumann, Carol Bown, Eduardo Cretton y Katerine Montealegre, quien además es prosecretaria en la directiva que lidera Javier Macaya.

En el caso de Evópoli, en tanto, es el expresidente del partido y actual constituyente por el distrito 11 Hernán Larraín Matte quien lidera las conversaciones con la tienda.