Mario Vargas Llosa: "Lo que ocurra con México va a repercutir en el resto de América Latina"
"¡Qué desgracia sería, encima de las muchas que ya tienen los mexicanos, que el populismo y la demagogia chavista se apoderaran del país!", advierte Vargas Llosa. Mientras en Venezuela ve como única "salida posible" a la crisis el "desplome" del régimen, en el caso de Lula recordó que "no fue preso por las buenas cosas que hizo. Está preso porque robó".
América Latina ha girado en sus gobiernos hacia la derecha. ¿Será permanente?
Nada es permanente. Hemos vivido unas experiencias que nos muestran que nada está definitivamente alcanzado. ¿Quién iba a pensar que iba a desaparecer la Unión Soviética? ¿Quién iba a pensar que China se iba a convertir en un país capitalista, después de la revolución cultural que dejó 20 millones de muertos? ¿Quién iba a imaginar que Estados Unidos iba a elegir al señor Trump como Presidente? ¿Quién iba a imaginar que Venezuela, que es un país potencialmente rico, riquísimo, iba a convertirse en un país absolutamente miserable, por la política irresponsable, insensata y demagógica de los chavistas? Vivimos en una época donde todo puede pasar. Entonces, si nosotros queremos defender la libertad y la democracia, hay que estar movilizados permanentemente, alertas a cualquier síntoma de deterioro, porque ya sabemos que todo puede ocurrir y que ningún país, por civilizado, por democrático que sea, está exonerado de vivir una regresión, como la ha vivido Reino Unido, por ejemplo, con el desdichado Brexit.
¿Cuáles son esas alertas en América Latina?
El populismo y la corrupción. Esos son los dos grandes enemigos de la democracia, que hay que atajarlos y combatirlos, hay que ser absolutamente intolerables, intransigentes con la corrupción, que realmente carcome, socava la democracia, crea un desencanto enorme con las instituciones y una democracia no puede sobrevivir si la gente no cree que las instituciones están para defenderla, protegerla, sino todo lo contrario, para que se enriquezcan unos cuantos pillos con poder. Eso es verdaderamente catastrófico y esa explosión que ha experimentado Brasil, yo la veo como un signo positivo: ha sido una explosión no en contra de la democracia, sino que para perfeccionar la democracia en contra de una corrupción que estaba asfixiando al país. Afortunadamente, ese movimiento ha encontrado unos jueces valientes que se han enfrentado a los poderosos y hay en Brasil en marcha una extraordinaria purificación de la democracia.
¿Y si Brasil permite que compita Lula nuevamente?
Lula no fue preso por las buenas cosas que hizo. Está preso porque robó, porque fue el corre, ve y dile de Odebrecht, cuando Odebrecht corrompía a presidentes, ministros, primeros ministros en América Latina. Él fue el mensajero. En el caso de Perú, fue él, Lula, quien violentaba la ley, transgredía las normas no solamente jurídicas, sino morales. Eso ha llevado a Lula a la cárcel y en buena hora. En buena hora que el señor Odebrecht, que el señor Lula estén presos. Pero están presos por ladrones, no están presos porque uno fue un empresario exitoso y el otro porque fue un Presidente más o menos exitoso. No, están presos porque delinquieron. Pues debemos aceptar ese principio: quienes delinquen deben ir presos.
Otro gran país de la región, México, enfrenta elecciones en las próximas semanas, y los sondeos los lidera Andrés Manuel López Obrador. ¿Cómo ve ese proceso?
Con mucha preocupación. México es un país muy grande y lo que ocurra en México, indudablemente, va a repercutir en el resto de América Latina. Si López Obrador gana las elecciones -López Obrador es un populista, clarísimamente un populista-, puede empujar a México en la dirección de Venezuela. ¡Qué desgracia sería, encima de las muchas que ya tienen los mexicanos, que el populismo y la demagogia chavista se apoderaran del país! Yo creo que sería una verdadera desgracia y hay que desear que en estas pocas semanas venga una reacción que le cierre el paso a López Obrador.
¿Cómo se resuelve la crisis venezolana?
Solo tiene una salida posible y es el desplome de ese régimen que está acabando con Venezuela. He visto que el Fondo Monetario Internacional predice para el próximo año una inflación en Venezuela de un millón 800 mil por ciento. ¿Qué significa eso? Eso significa la desaparición de un país, la desintegración total de un país. ¿Cuantos millones de venezolanos están hoy día en la oposición? Tienen que ser muchos, porque el régimen es un régimen que no tiene respaldo, salvo la nomenclatura corrompida hasta los huesos en gran parte por el narcotráfico. Todo el mundo se muere de hambre en Venezuela. Creo que es muy importante una acción internacional paralela a la acción de los opositores venezolanos que, con gran coraje, están enfrentando al régimen. Yo creo que el régimen está dando las últimas boqueadas y lo que necesita es un último empuje, tanto de la comunidad internacional como de los opositores para que este régimen se desplome. Porque este régimen no tiene remedio, clarísimamente no tiene remedio.
¿Por qué todos los expresidentes de Perú o están presos o están siendo investigados? ¿Que de particular tiene Perú?
Particular, no. Yo creo que la corrupción está muy extendida. En el Perú hemos tenido la suerte de que los denuncien, sobre todo desde afuera. Los peruanos están asqueados con lo que ha ocurrido. Toledo fue el gran luchador contra la dictadura, era una figura que podía pasar a la historia como un ejemplo. Ahora, al mismo tiempo, robaba. Pues que vaya a la cárcel. El sitio de los ladrones es la cárcel si uno quiere que un país funcione. Es muy triste, pero mire: eso viene de la tradición dictatorial que por desgracia en el Perú ha sido muy fuerte.
¿Qué espera de Martín Vizcarra?
Está empezando un gobierno en condiciones muy difíciles. Es un hombre que tiene buenas credenciales, en el sentido de que fue muy buen gobernador en Moquegua. Es primera vez que los provincianos están en el poder y eso es interesante. Hay que desearle éxito, aunque hay un Congreso con una mayoría fujimorista que hasta ahora solo se ha dedicado a hacer difícil y prácticamente imposible la vida de los gobernantes que no son fujimoristas o no se inclinan al fujimorismo.
¿Y qué futuro tiene el país si alguno de los hijos de Fujimori llega a la presidencia?
Yo creo que no va a ocurrir, precisamente la división entre ellos y además la manera en que han actuado desde el Parlamento que dominan los desacredita enteramente para volver al poder, esperemos que no ocurra. Pero mire, con todo lo que está ocurriendo en Perú, la democracia no se ha desplomado. Hay una democracia que está funcionando, con todas las corrupciones y los hechos lamentables que han ocurrido, y eso a la hora de hacer las sumas y restas es bueno.
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