Matthei reafirma su disposición presidencial y asegura que “nos fuimos acostumbrando a que Lavín, que está muy bien en las encuestas, pudiera decir cualquier cosa”

Evelyn Matthei

La alcaldesa de Providencia manifestó que si su partido determina que es la mejor carta para enfrentar las próximas elecciones presidenciales “ahí voy a estar”. Respecto de las declaraciones de su par de Las Condes sobre la socialdemocracia, señaló que estas cruzaron un límite “que no está dentro de lo tolerable”.


“Yo soy muy clara, soy muy feliz donde estoy, pero si se decide que yo soy la mejor persona, ahí voy a estar. No le quepa ni una sola duda”.

Así respondió esta mañana la actual alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, tras ser consultada por su posible postulación para enfrentar la próxima carrera presidencial en representación de Chile Vamos.

En conversación con Hablemos en Off de Radio Duna, la alcaldesa aseguró que está dispuesta a asumir nuevamente ese liderazgo si es que la UDI así lo determina y que para eso comenzará a tomar acciones y a tener conversaciones dentro de su partido -y con otros actores como RN, Evópoli y el Partido Republicano- con el objetivo de definir de qué manera se presentarán los candidatos. La mejor opción, sostuvo, sería a través de primarias en Chile Vamos.

La posible candidatura de Matthei surgió luego de las declaraciones del alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín -quien hasta ahora sonaba como la principal carta presidencial del oficialismo- que se autodefinió como socialdemócrata, generando una molestia en Chile Vamos. Para ella, la derecha se fue “acostumbrando a que Joaquín, que está muy bien en las encuestas, pudiera hacer o decir cualquier cosa y todos los demás se miraran plop, diciendo ¿y qué hacemos ahora?”.

En ese sentido, manifestó que no son los programas e ideas de un sector los que deban acomodarse al candidato, sino que todo lo contrario. Así, sostuvo que en tiempo de campaña, “los candidatos tienen ciertas licencias y pueden no estar de acuerdo con todo, pero eso tiene que estar conversado y pactado. Lo que no puede suceder es que el candidato haga o diga lo que quiera y que todos los demás tengan que acomodarse a ello”.

“El proyecto no puede ser diseñado para la comodidad de una determinada persona, eso no existe. Lo que sucede es que cuando una persona sin consultar llega y empieza a abrirse y a correrse cada vez más al centro y cruza una barrera ideológica, uno dice ya no más”, añadió.

Si bien señaló que hasta ahora había puesto sus fichas en su par de Las Condes por ser el que está mejor posicionado en las encuestas, su candidatura no surgió de un momento para otro. “Se fueron acumulando cosas y finalmente yo sentí, y fue la gota que rebalsó el vaso, que con lo de la socialdemocracia se había cruzado un límite que no está dentro de lo tolerable. Al final uno dice ’¿hasta dónde puede llegar?’. La mayoría de los chilenos no sabe qué es la socialdemocracia y tampoco les importa demasiado porque lo que quieren es una mejor calidad de vida, pero cuando uno ha estado en política mucho tiempo, uno sabe que al final te paras en la solución de los problemas desde alguna posición”.

“Cuando uno está dispuesto a cruzar ese tipo de fronteras, yo digo sabes que más ’parele’. (...) Yo estaba viendo cada vez mayor incomodidad en gente de nuestro sector, por eso sentí que ya no era el momento de seguir hablando en los pasillos”, agregó.

Así, sostuvo que ya dio “el paso adelante” porque “no estoy dispuesta a aceptar que un conglomerado tenga que ir acomodándose a lo que se le ocurre ese día al candidato presidencial. Así no se hacen las cosas, este es un trabajo de equipo, no de llanero solitario. Los llaneros solitarios pueden tener éxitos efímeros, pero finalmente terminan dinamitando los partidos y dinamitando las coaliciones”.

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