Millaleo, excoordinador de Asuntos Indígenas del gobierno: “La violencia previsiblemente va a escalar” en la zona mapuche
"No hay nada que se haya hecho que permita pensar lo contrario. Los factores de escalamiento –más medios de violencia, no hay grandes transformaciones estructurales– no permiten decir que algo vaya a aplanar la curva", agregó al respecto el artífice del programa de Boric en temas mapuches. En medio del Estado de Emergencia en la Macrozona Sur, abogó para que el Ejecutivo "retome el camino político" y asumió que “la posibilidad de acuerdo con los grupos radicalizados (...) quizás fue sobrevalorada”.
En abril pasado, Salvador Millaleo, abogado y exconsejero del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), renunció a su cargo de coordinador de Asuntos Indígenas del gobierno. Quien fuera artífice del programa del Presidente Gabriel Boric en temas mapuches, dimitió en medio del aumento de violencia en la Macrozona Sur y luego de haber manifestado diferencias con el equipo de la ministra del Interior, Izkia Siches, sobre el modo de abordar el conflicto en La Araucanía.
A mediados de mayo, y luego de que la jefa de gabinete anunciara que el Ejecutivo decretaría Estado de Excepción Constitucional de Emergencia en La Araucanía y en las provincias de Arauco y Biobío, para resguardar las rutas, Millaleo salió a criticar el anuncio. “Luchamos por una solución política y ahora tendremos de nuevo un Estado de Excepción Constitucional: necesitamos otra forma de ver y hacer las cosas. Construir la plurinacionalidad requiere de mayor convicción”, señaló en la oportunidad a través de su cuenta de Twitter.
Y este sábado, en una semana marcada por el recrudecimiento de la violencia en la Macrozona Sur, con la muerte de un trabajador tras recibir un disparo en la cabeza y el ataque a una base de Carabineros en Quidico (Biobío) también por parte de un grupo de encapuchados, Millaleo volvió a abordar el escenario en la zona.
En entrevista con el diario El País de España, y al ser consultado sobre si prevé un “aumento de la violencia en la zona mapuche” respondió: “La violencia previsiblemente va a escalar, porque no hay nada que se haya hecho que permita pensar lo contrario. Los factores de escalamiento –más medios de violencia, no hay grandes transformaciones estructurales– no permiten decir que algo vaya a aplanar la curva. Aunque tengo esperanzas en que las transformaciones estructurales puedan partir con la nueva Constitución”.
Luego de hitos para el gobierno como el fallido ingreso de Siches a Temucuicui en marzo, Millaleo -que ha reivindicado la vía política para abordar el conflicto-, aseguró que “el tema indígena no es fácil para nadie. Se requiere mucha preparación para desarrollar estrategias políticas eficaces en un tema tan complejo. Se ha requerido tomar las cosas con mayor calma y mayor planificación y, sobre todo, entender que esto no se puede hacer –ni siquiera ahora– sin las fuerzas políticas mapuche más relevantes que están dispuestas al diálogo institucional”. En esa línea, asumió que “la posibilidad de acuerdo con los grupos radicalizados, en tanto, quizás fue sobrevalorada”.
Consultado sobre cómo debe tratarse en lo inmediato la violencia en el sur, planteó que “nuestro dilema está en estos dos imaginarios que nos han distorsionado la visión para enfrentar el asunto. Está, por una parte, el populismo penal, que dice que el problema se va a resolver en la medida que el Estado incremente la criminalización y la disposición de recursos para perseguir criminal –y ahora militarmente– a las violencias. Y, por otra parte, un imaginario romántico, que uno no puede negar que está presente en ciertos elementos de la izquierda: de pensar que estos grupos corresponden a revolucionarios que surgen de situaciones de inequidad. Esos dos elementos nublan el diagnóstico”.
Frente a lo anterior -expresó- el escenario debiera analizarse “con realismo progresista. Aceptar que la situación es compleja, que se ha recrudecido, que es necesario hacer un trabajo de seguridad, pero un trabajo de seguridad que funcione. El Estado de excepción es populismo penal puro, porque implica desplegar militares que son fuerzas que no tienen la preparación para tratar con temas de orden público. Es muy difícil construir seguridad si no se hace en conjunto con el pueblo mapuche”.
Precisamente sobre el Estado de Excepción decretado por Boric -herramienta que el gobierno inicialmente se resistía a adoptar-, Millaleo aseguró que hubo una “presión” hacia el Ejecutivo pero dijo confiar en la visión del Mandatario para “retomar el camino político”.
“La presión ha sido muy fuerte -efectivamente hay un recrudecimiento de la violencia–, pero todavía tengo la confianza en la visión del Presidente de que esto sigue siendo un problema fundamentalmente político. Y el Gobierno va a recibir una segunda oportunidad muy importante para encauzar su estrategia a partir de la aprobación de la nueva Constitución y su implementación. Lo crucial es retomar el camino político”.
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