El negativo balance tras 40 horas de estado excepción
Los disturbios no han parado, los detenidos alcanzan a casi 1.500 en las últimas 24 horas y desde sectores del propio oficialismo si bien defienden que se haya decretado, tienen una mirada crítica sobre el efecto de esta medida.
Desde el Frente Amplio creen que tras ser decretado el estado de excepción el clima en el país ha empeorado. Desde el oficialismo estiman que era necesario imponerlo, pero que se ha evidenciado que ya no se respeta a los militares. El PS dice, derechamente, que "no sirvió". En la DC consideran que la decisión no ha calmado nada, pero sí logró contener excesos. Y desde el PPD acusan que todo se ha realizado de una manera desorganizada.
Lo cierto es que, tras haberse cumplido más de 40 horas de haberse decretado el estado de excepción, el gobierno se vio obligado a extenderlo a otras cuatro regiones del país. En el Ministerio Público, por su parte, se consolida en casi 1.500 el número de detenidos en las últimas 24 horas, 600 de los cuales fueron aprehendidos por hechos ocurridos en comunas de la Región Metropolitana. Y el general Javier Iturriaga decretó un toque de queda a partir de las 19.00 de hoy, tres horas más temprano que ayer.
"No ha servido" el estado de excepción, dice tajante el senador y presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, mientras que desde el Frente Amplio el diputado RD Giorgio Jackson afirmó a través de su cuenta Twitter que la decisión empeoró las cosas: "Lamentablemente, con Ley de Seguridad del estado, estado de excepción y toque de queda decretados por el gobierno, esta situación ha ido empeorando", señaló.
"Lamentablemente, parece no haber planificación preventiva. Militares deberían haber sido ubicados en estaciones de metro y peajes si se sabía que los atacarían. Todo muy desorganizado", agrega el senador PPD Felipe Harboe.
En tanto, el presidente de la DC, Fuad Chahin, sostiene que, al menos, con el estado de excepción se frenaron los excesos. "El estado de excepción claramente no ha logrado calmar los ánimos, pero tampoco se han generado situaciones de demasiado exceso que uno podría de alguna manera criticar. Yo creo que hay que mantener la situación hasta que seamos capaces de volver a la normalidad lo antes posible. Y desde ese punto de vista hay que mejorar la comunicación con los municipios que están en terreno", dice el jefe de partido.
En sectores del oficialismo defienden la medida, aunque tienen una mirada crítica sobre su efecto. "El estado de excepción no es una buena noticia para la democracia, pero la democracia tiene este mecanismo para defenderse cuando el orden público está colapsado. Correspondía un estado de excepción", dice el alcalde de La Floria, Rodolfo Carter (ex UDI). "Pero, lamentablemente, el trauma histórico de la dictadura todavía pesa mucho, porque las Fuerzas Armadas no están cumpliendo la función que se esperaba. Hay mucha timidez y temor de actuar con mayor firmeza y la delincuencia ha tomado nota de ello", explica el jefe comunal.
El senador RN Manuel José Ossandón también cree que era correcto decretar ese estado en el país. "La utilidad no es algo previsto, ni tampoco una fórmula química, más aún con una restricción no habitual para contener el orden público. Ahora nos puede parecer que fue insuficiente, sobre todo por cobertura. En términos políticos, me pareció una decisión correcta; más que una opción, era una necesidad constitucional", dice.
Quien disiente de esa mirada es el diputado, también RN, Gonzalo Fuenzalida. "Hasta el minuto no ha sido tan eficaz ni lo será, pero no existe otra herramienta democrática para restablecer la paz social".
Desde la sociedad civil, exfiscal Carlos Gajardo tampoco cree en la eficacia del estado de excepción. "Los hechos demuestran que no ha sido eficaz, pues los daños a la propiedad pública y privada no han disminuido. Faltan señales políticas más claras de que se van a efectuar a la brevedad cambios en el sentido que la sociedad está demandando, que logren paliar los elevados niveles de desigualdad que tiene nuestro país", plantea.
El abogado Juan Carlos Manríquez en tanto, ve utilidad tácita en la medida. "El estado de excepción ha tenido una utilidad táctico-estratégica para fundar las bases que permitan ordenar las condiciones de orden público necesarias para un desarrollo más tranquilo".
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