“No van a tener los votos para el resto de las cosas”: DC profundiza quiebre con el gobierno tras anuncio de proyecto de aborto
Pese que era una promesa de campaña, el anuncio sobre un proyecto que legalice el aborto pilló por sorpresa a los parlamentarios de la Democracia Cristiana. La molestia es tanta, que citaron un encuentro que reunirá a diputados y senadores este martes. Y, desde ya, algunos cuestionan que la agenda del Ejecutivo pueda seguir adelante.
Sus caras eran de sorpresa y no podían disimularlo. Cuando, en el marco de su tercera cuenta pública, el Presidente Gabriel Boric anunció el ingreso de un proyecto de aborto libre, los parlamentarios de la Democracia Cristiana (DC) se miraron entre sí sin poder ocultar una expresión de profunda decepción.
Aunque no pudieron reunirse una vez concluida la cuenta pública, rápidamente los cinco diputados de la bancada DC comenzaron a comunicarse entre ellos por teléfono y alcanzaron un consenso, que, luego, en entrevista con La Tercera, fue comunicado por el presidente del partido, el diputado Alberto Undurraga. “No hay ningún voto de la DC para apoyar el aborto libre”, advirtió el timonel.
Más allá del debate en torno al proyecto de aborto en sí mismo, lo cierto que el anuncio del Mandatario -que, de todas formas, era un compromiso de campaña- provocó un efecto indeseado para La Moneda: las bancadas democratacristianas -que se caracterizan por votar alineadas con el gobierno pese a no ser parte de él- han levantado la voz sobre cómo, de ahora en adelante, se relacionarán con el Ejecutivo.
De hecho, el mismo sábado el vicepresidente de la Cámara, Eric Aedo (DC), reconoció que el anuncio era una invitación para que el partido pasara a la oposición.
Con la cabeza más en frío, la molestia no ha disminuido. Tanto así, que particularmente a raíz de los anuncios de la cuenta pública, este martes está citada una reunión en el Congreso a la que, se espera, llegarán los cinco diputados y los tres senadores de la colectividad. Lo propio hará la directiva, encabezada por Undurraga, que tiene reunión de mesa este lunes.
De todas formas, previo a los encuentros, algunos ya han tomado postura. Por ejemplo, el senador Iván Flores (DC) planteó que “con esto no solo no va a tener los votos para esas reformas, del aborto libre y la eutanasia, sino que, además, no va a tener los votos para el resto de las cosas (...). Estoy haciendo un análisis objetivo de lo que les va a pasar: les van a cerrar la puerta (...). Lo que hizo el Presidente fue encabritar, movió el cajón, lo pateó, y ahora no puede decir que la culpa la tienen los demás. La culpa la tuvo él”.
Si bien el legislador adelantó que no tiene “ningún problema en debatir el asunto”, reconoció que el anuncio “fue finalmente una bomba de racimo (...). Lo que está haciendo el Presidente es consolidar su 30%. Y punto. No tiene más. Y creo que no va a tener más. La derecha está toda muy molesta, y el centro político, también”.
Por su parte, el expresidente de la Cámara Ricardo Cifuentes manifestó que “hemos tratado de colaborar de la forma más honesta y explícita posible con las cosas que nos parecen bien de este gobierno. Pero nos parece que el Presidente acaba de enviarnos una granada de racimo, al centro de nuestra voluntad. Nadie puede negarse a la discusión de nada (...). ¿Pero generarlo ahora? Cuando este gobierno necesita de apoyos transversales para sacar adelante una agenda que ha estado estacada (...)”.
Además, el legislador afirmó que “el Presidente acaba de terminar su administración, para dedicarse a la campaña electoral”. Y añadió: “Esto va a significar más desunión, más ideologización, más distanciamiento entre el gobierno y la oposición. Claramente a nosotros nos afecta, porque no esperábamos esta medida”.
Aedo, consultado por este medio, profundizó que, tras el anuncio, “quedan rotas las confianzas entre el gobierno y la bancada. Cuando pone el tema del aborto libre sin conversar, sin avisar, sin transparentar previamente, obviamente nos pone en una situación de lejanía y falta de confianza”.
El vicepresidente de la Cámara considera que este episodio marcará un precedente en la relación entre ambas partes. Y es que, según él, “siempre hemos tenido la capacidad de hablar al gobierno, a sus ministros y al Presidente, con total transparencia y claridad. Nosotros no hemos cambiado, el que cambió fue el gobierno con nosotros. No tienen que pedirnos autorización (...), pero si quiere establecer una relación de confianza con la DC, al menos tiene que advertir sobre las cosas que para nosotros son controversiales”.
El consejero nacional Luis Ruz comentó que “esta forma del gobierno deja la impresión que existe una pulsión de una lógica de minoría, en circunstancias en que requieren formar mayorías para sacar adelante proyectos importantes como, por ejemplo, la reforma de pensiones. Las mayorías se construyen sumando voluntades con otros que no piensan igual. Si bien la DC no forma parte del gobierno, este episodio tensiona las relaciones innecesariamente”.
En tanto, el jefe de bancada de los diputados DC, Héctor Barría, dijo que “no es un tema prioritario para nuestra comunidad (...) el aborto libre. Por lo tanto, estamos conversando junto a senadores y diputados, y con la directiva nacional, y esperamos tener pronto una mirada unitaria ante esta propuesta que nace del diputado Boric, no del Presidente de la República”.
Eso sí, Barría reconoció que “este planteamiento del gobierno que no compartimos no es sinónimo de que no estaremos por una mejor reforma de pensiones. No somos iguales a la derecha”.
En esa línea, el senador Francisco Huenchumilla (DC) señaló que “nosotros tenemos que votar los proyectos de ley en su mérito y no condicionados por otros factores. Si un proyecto es bueno para la gente, tenemos que votarlo a favor (...). En esta materia sobre ese proyecto específico, el aborto, tenemos claramente diferencias, pero jamás yo me opondría a su discusión”.
En Mesa Central, de Canal 13, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, sostuvo que “nosotros tenemos un tremendo trabajo en materia legislativa y de política pública con el oficialismo, pero también con la DC. Hemos además reforzado la agenda de seguridad, la agenda económica, varios proyectos de ley que han sido iniciativa de la DC (...)”.
En esa línea, en referencia al partido de Undurraga, dijo que “en esto está bien, tenemos diferencias, no vamos a obligar a nadie a opinar de cierta manera. Lo que queremos es que esto se discuta. Entonces no hipotequemos, no echemos a la basura, no tiremos por la borda todo lo que hemos ido dialogando, construyendo como país, por una sola diferencia que podamos tener”.
Por su parte, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, comentó que el objetivo del gobierno es abrir un debate y que no pretenden “obligar a nadie a estar de acuerdo”. En entrevista con Chilevisión, agregó que “nosotros por supuesto que vamos a respetar la posición de la Democracia Cristiana, así como la de la bancada Social Cristiana, así como la de Republicanos y no solamente porque así son las normas de la democracia, sino porque para esto es necesario ir construyendo consenso”.
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