ONU revisará si procede pago que Bachelet recibe como expresidenta

Al momento en que una persona ingresa a trabajar a las Naciones Unidas debe realizar lo que al interior de la organización se denomina "desclasificación financiera". Esto, según explican en la organización, consiste en que se deben declarar todas aquellas fuentes de ingresos monetarios o beneficios que reciben en sus países o fuera de ellos. Esa información luego es procesada por la "Ethic Officce" o Departamento de Ética de la ONU, el que finalmente debe pronunciarse si existe o no alguna incompatibilidad con sus funciones.

La ofensiva de la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei en contra de la dieta que recibe Michelle Bachelet desde el Senado chileno en su calidad de expresidenta -la que, a su jucio, contraviene el reglamento interno de la ONU donde la exmandataria asumirá como alta comisionada de DD.HH.-, causó un amplio debate hoy en Chile.

La excontendora presidencial de Bachelet en 2013 salió a advertir que la exmandataria debe renunciar a los pagos que el Senado le confiere como dieta y para financiar su oficina y sus gastos de traslación. El monto aproximado es de $16 millones mensuales.

Matthei también planteó que la fundación recién lanzada por Bachelet, Horizonte Ciudadano, podría caer en un conflicto de interés dado que esa entidad tratará temas sobre los cuales la ONU ya se ha pronunciado, como la situación del Sename.

Mientras en sectores de la oposición calificaban de "envidiosa" a Matthei por levantar esta ofensiva en contra de la expresidenta, otros consideraban razonable la precisión.

Al ser contactados por La Tercera, desde el departamento de Recursos Humanos de la ONU explicaron cómo es el proceso por el cual pasan todos los funcionarios que ingresan a la entidad, y que esa tramitación todavía no se realiza con Bachelet.

"La Oficina de Ética aconseja a los miembros del personal que van a trabajar en Naciones Unidas qué puede ser cobrado y qué no. Y cómo tratar esto", dicen desde la ONU en Nueva York.

Explican también que dentro de las posibilidades que consagran sus reglas está que Naciones Unidas solicite que el nuevo funcionario renuncie o retrase esos pagos, o simplemente los mantenga.

En el mismo sentido, Maida Henson, también representante de Human Resources Management, señaló en la mañana a La Tercera PM que todo parte con que Bachelet declare qué es lo que recibe cuando asuma el 1 de septiembre próximo. "Ella tiene que informar a la ONU que recibe esta dieta", dice Henson. Agrega que le harán firmar un disclosure (o desclasificación financiera). "La ONU no le va a decir que no puede recibir, pero tiene que informar. Y cuando firme su contrato le explican todo", asegura.

Según fuentes conocedoras de cómo Bachelet enfrentó, en medio de la carrera presidencial del 2013, esta misma ofensiva -luego de que diputados la emplazaron a explicar esta presunta incompatibilidad surgida mientras ejercía como directora de ONU Mujeres-, manifiestan que un punto importante es el origen de los pagos. Porque si bien lo que entrega el Senado a Bachelet es una dieta, esta no constituiría un sueldo, porque no existe una contraprestación. Y por tanto, en ese momento se habría considerado como un reconocimiento o pensión.

Frente a la polémica, la exasesora de Bachelet, Paula Walker, dijo: "Me parece muy provinciano este intento de hacer un debate de parte de una excandidata presidencial de derecha. La Presidenta Bachelet recibe de manera transparente y pública, igual que todos los expresidentes, un reconocimiento a su labor como exjefa de Estado. Naciones Unidas tiene reglas claras de funcionamiento y no tengo dudas de que, al igual que en 2013, ella hará lo que la ONU indique".

Con todo, Chile Vamos no cesa en la ofensiva y hoy activaron contactos con la ONU. Los diputados Jorge Alessandri (UDI), Francisco Undurraga (Evópoli) y Marcela Sabat (RN), redactaron una carta al representante chileno en la ONU, Milenko Skoknic, para plantear sus inquietudes. "Sin duda alguna, este pago mensual no debe ser considerado una pensión o jubilación", dice la misiva donde, además, se pide audiencia con el secretario general de la ONU, António Guterres.