Pablo Velozo: el dirigente que concentra las miradas en medio del enredo socialista

El lunes, cerca de las siete de la tarde, y con media hora de retraso, el presidente del Tribunal Supremo (TS) del Partido Socialista, el abogado Pablo Velozo, bajó las escaleras de madera de la sede de la calle Londres para dar un punto de prensa. Lo acompañaban tres miembros del TS –que dirige desde enero–, junto a quienes entregó los primeros resultados parciales correspondientes solo al 40% de los votos válidamente emitidos en las elecciones internas de su partido, cerca de 24 horas después del cierre de las mesas.

Pero lo primero que hizo fue dar una explicación. "Este es un proceso que ha sido un poco más lento de escrutinio de lo que comúnmente son estos procesos, puesto que este es el primer partido de Chile que ha implementado la paridad en la votación", afirmó el dirigente socialista, refiriéndose al nuevo sistema, en el que cada militante debía marcar dos preferencias: una masculina y otra femenina.

Las palabras del exsecretario general de la tienda iban en respuesta a los diferentes cuestionamientos por la demora en la entrega de los resultados. Esa misma mañana, y desde el mismo lugar desde donde respondía Velozo, el diputado y apoderado de la lista de Maya Fernández, Marcelo Díaz, calificó de "anómalo" el retraso, debido a que, según él, el procedimiento utilizado para esta elección era "exactamente el mismo" que años anteriores.

Así, parte de la atención en el mundo socialista se comenzaba a centrar en el rol del Tribunal Supremo, lo que se reforzó con una declaración de la lista disidente, difundida el lunes, en la que se señalaba que "inexplicablemente, el Tribunal Supremo no ha entregado los resultados finales del proceso electoral".

Sin embargo, según fuentes del TS, la demora se debe, principalmente, a que las actas de regiones venían con "errores", por lo que han tenido que devolver algunas para su corrección. Esto, debido a que habrían documentado los votos totales y no segregados paritariamente.

Además, según las mismas fuentes, el proceso también se habría entorpecido por la presión que han ejercido Díaz y el presidente del partido, Álvaro Elizalde, para apurar la entrega de los resultados. Sin embargo, aseguran, Velozo sería partidario de aplazar la publicación de las votaciones, pero eso debía pasar antes por los otros miembros del TS. Hasta el cierre de esta edición, en todo caso, se mantenía el cronograma inicial, que implica dar a conocer a las 19.30 los nuevos cómputos.

Para Velozo, la conducción del TS desde que empezaron las elecciones internas del partido no ha sido fácil. Y una de las razones es su cercanía con el actual timonel, quien está buscando la reelección. Junto con los cuestionamientos de Díaz, la lista de la disidencia ya lo había criticado duramente este mes. Esto, luego que Velozo asegurara que Elizalde ganaría "holgadamente", lo que provocó una denuncia en la instancia que él preside: la disidencia lo acusó de no "dar garantías" al proceso eleccionario.

Sumado a eso, cercanos a Velozo están conscientes de que un eventual recurso ante el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) -algo que había anunciado ayer la lista de Fernández, pero que aún no se concreta- volvería a concentrar las miradas en él. Esto, porque, en su rol, será uno de los que deba responder ante ese organismo.

"La demora en al entrega de los resultados respaldados por las actas ha puesto en tela de juicio la gestión del TS y, peor que eso, ha significado una mancha para la transparencia y la confiabilidad del TS, afectando gravemente el prestigio del PS frente a la sociedad", dijo el diputado Marcelo Schilling -quien apoya a Fernández en la interna- a La Tercera, junto con agregar: "Encuentro bien poco presentable que presida el TS un compañero de apellido Velozo, que antes de que partiera el proceso electoral manifestó que iba a ganar la lista que encabezaba Álvaro Elizalde por lejos y que no se haya después inhabilitado para el control y la regulación del proceso electoral. Me parece sorprendente la incapacidad de asumir que no es ético ni correcto lo que se hizo".

En paralelo, el diputado Manuel Monsalve -quien también respalda a Fernández- sostuvo que "ni los socialistas de todo Chile ni la opinión pública claramente no pueden considerar que el Tribunal Supremo lo ha hecho bien" y que "no tengo sino que evaluar mal el desempeño del TS y de que quien lo preside".

La cercanía a Elizalde

La relación de Velozo con el presidente socialista se remonta a los años 80, cuando ambos estudiaban Derecho en la Universidad de Chile. Ahí, el abogado de 50 años comenzó a militar en las juventudes socialistas, donde fue electo como dirigente nacional a finales de esa década y, unos años después, como miembro del comité central y de la comisión política de la colectividad.

Su carrera profesional ha transcurrido entre el ámbito público y privado, pero, principalmente, en diferentes ministerios durante los gobiernos de la Concertación. Recién egresado en 1993, su primer trabajo fue como asesor del entonces ministro de la Segegob, Enrique Correa (PS). Además, luego ocupó cargos en el Servicio Nacional de la Mujer (hoy ministerio), el Injuv, en los ministerios del Trabajo y de Minería, y en el Servicio Civil. Tras esto, se desempeñó en distintas empresas, como en la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y Movistar.

Pero su vuelta al mundo público la hizo, justamente, de la mano de Elizalde. En 2014, cuando el senador asumía como ministro de la Secretaría General de Gobierno en el segundo mandato de Michelle Bachelet, Velozo comenzaba sus funciones como su jefe de gabinete, lo que lo relanzó de lleno a la vida partidaria, en la que es parte del "tercerismo", el mismo lote al que pertenece Elizalde.

Después de un breve paso por Enap, el abogado asumió en 2015 como secretario general del partido en la lista de la senadora Isabel Allende, donde, entre otras cosas, le tocó estar a cargo del proceso de refichaje de militantes. Fue en ese cargo, señalan algunos dirigentes de la ex Nueva Mayoría, que el actual presidente del TS logró forjar redes con distintos personeros de ese bloque, las que habría afianzado en su paso como director de la Fundación Chile 21 y como miembro del comando de la fallida candidatura presidencial de Alejandro Guillier.

Justamente a cargo de esa fundación, uno de sus roles fue expandir el directorio, lo que, explican desde Chile 21, lo ayudó a expandir sus contactos a "todas las izquierdas". Ahí, realizó diferentes gestiones para incorporar a dirigentes desde la DC al Frente Amplio, como a figuras de la exConcertación como Sergio Bitar (PPD), Victor Barrueto (PPD), Ricardo Solari (PS) y Carlos Maldonado (PR), además de Alberto Mayol y la excandidata a la presidencia de RD Javiera Parada.