Piñera: "La normalización ya está en marcha"

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En lo inmediato, gobierno informó una reducción de los tiempos del toque de queda en distintas regiones. Sin embargo, se reconocen riesgos de levantar, por ahora, el estado de emergencia.


En medio de la preocupación instalada por el aumento de denuncias por violaciones a los derechos humanos, y cuando el país se preparaba este jueves para una sexta jornada de toques de queda, el Presidente Sebastián Piñera buscó dar señales de que el plan del gobierno para ir regularizando el orden público y la normalidad en la vida cotidiana de los ciudadanos estaba avanzando.

"Esta normalización ya está en marcha", sentenció tras firmar el proyecto de ley para estabilizar las tarifas eléctricas, una de las medidas de la agenda anunciada la noche martes con la que el Ejecutivo busca amainar las movilizaciones sociales.

En lo inmediato, Piñera destacó una reducción de la duración del toque de queda. Según se informó desde el gobierno, de las 12 zonas del país en que se ha decretado restricción a la movilidad de las personas, 10 registraron reducciones en su duración en la última jornada. En Concepción, por ejemplo, el toque de queda pasó de un lapso de 12 horas (entre las 18.00 del miércoles a las 6.00 de ayer jueves) a cinco horas (desde las 23.00 de ayer jueves a las 4.00 de la madrugada de hoy viernes). Y en Valparaíso pasó de 11 horas de duración a siete.

En Santiago, en tanto, si bien este jueves no hubo variación, la restricción ha disminuido desde un peak de 11 horas el domingo a seis horas establecidas desde la noche del miércoles.

Desde el Ejecutivo también se informó que a la operación parcial del Metro se sumarán a partir de este viernes las líneas 2 y 5. Además, se destacó que en la capital transitaron 5.912 buses de transporte público, equivalentes al 92% de la flota, con 370 buses de apoyo.

En materia educacional, el Mineduc informó que volvieron a clases 70 mil escolares y la Comisión para el Mercado Financiero dijo que ya está funcionando el 77% de las sucursales bancarias y que el 85% de los cajeros automáticos operó con normalidad, mientras que la mitad de los puntos de Servipag ya está habilitado.

La apuesta por una sensación de normalidad

Desde el inicio de las protestas por el alza en la tarifa del Metro en el gobierno se instaló la disyuntiva entre la necesidad de recurrir a distintos instrumentos legales para asegurar el orden público y la apuesta por no generar la sensación de que el país estuviese paralizado ni sobrepasado.

En el gobierno señalan que en este escenario al Presidente Piñera le costó decretar el estado de emergencia en la Región Metropolitana y que se rehusó a promulgar un feriado para el lunes pasado, como se lo habían planteado algunos dirigentes oficialistas. De hecho, en el Ejecutivo no gustaba la idea de que se suspendieran las clases en colegios.

"La situación de orden público y de seguridad ciudadana está mejorando (...) La intención nuestra es avanzar con la mayor fuerza, pero también con total prudencia, para poder terminar con los toques de queda y ojalá también levantar los estados de emergencia", afirmó este jueves Piñera.

Aunque en el gobierno estiman que las manifestaciones podrían prolongarse hasta por tres semanas más, una de las apuestas de La Moneda es que las fuerzas militares vayan teniendo una menor presencia en las calles y que, en lo posible, no intervengan en manifestaciones. De hecho, algunos dirigentes de Chile Vamos han planteado que los militares solo aparezcan durante los toque de queda y que para controlar las protestas se recurriera a Carabineros.

En este diseño, también destaca que el general Javier Iturriaga, designado como jefe de defensa nacional, haya ido reduciendo sus vocerías.

Aunque la apuesta de Palacio es acelerar el proceso de normalización (además de los factores internos también existe la presión adicional que conlleva la realización en Chile de la Cumbre de la Apec el 16 y 17 de noviembre y la COP25 convocada para diciembre ), en el gobierno reconocen que apurar el levantamiento del estado de emergencia representa un riesgo que no están en condiciones de asumir.

"Este proceso de normalización está íntimamente ligado con lo que podamos hacer en materia de orden público y seguridad ciudadana. Todos dos queremos levantar los estados de emergencia, pero un Presidente tiene que actuar con responsabilidad", dijo Piñera.

Fuentes de gobierno, además, señalan que la normalización también pasa por un ajuste de gabinete -ya que, según admiten varias fuentes en el Ejecutivo, los ministros "están paralizados"-, pero su timing está condicionado al restablecimiento del orden público y el fin de los estados de emergencia.

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