Polémica por sanción en caso “telefonazo”: Orsini acusa filtración y RN “congela” participación en Comisión de Ética

El martes, La Tercera dio a conocer la sanción que deberá enfrentar la diputada Maite Orsini (RD) por “eventual tráfico de influencias”, a raíz del llamado telefónico que realizó a la generala de Carabineros Karina Soza en el marco de un procedimiento que involucró al exfutbolista Jorge Valdivia.

Tras la exposición personal que hizo Orsini -el martes- ante la Comisión de Ética de la Cámara, los integrantes procedieron a resolver y acordaron sancionarla por incumplimiento de deberes parlamentarios.

Si bien entre los miembros de la instancia disciplinaria existía el compromiso de guardar silencio, trascendió que la mayoría estuvo por acoger el requerimiento que presentó la UDI en contra de Orsini. Sin embargo, sólo se le aplicó la medida de “amonestación” con una multa del 5% de su dieta parlamentaria, es decir, un monto del orden de 270 mil pesos.

En la ocasión, no hubo acuerdo para aplicar la máxima sanción de “censura” que puede implicar una multa de hasta el 15% de la dieta líquida. Sólo cuatro diputados estuvieron por el castigo más drástico.

Bajo ese contexto, este miércoles la diputada aseguró que no ha sido “notificada del fallo” y calificó de “improcedente que se filtre a la prensa antes de que yo pueda conocer su contenido, contraviniendo abiertamente lo que señala el Reglamento de la Cámara sobre los procedimientos de la Comisión de Ética”.

Cuando sea notificada de la resolución “vamos a estudiar el fallo y los recursos que correspondan”, agregó Orsini.

En tanto, el presidente la Comisión de Ética, diputado Nelson Venegas (PS), manifestó que “es lamentable que se filtren las informaciones, porque, más allá de eso, pudiera alterar el fallo propiamente tal y quitarle eficacia”.

En esa misma línea, la diputada e integrante del comité Helia Molina (PPD) aseguró que “me parece muy poco ético que alguien haya filtrado información antes de que esa sea oficial y estén todos los procedimientos terminados”. Mientras que el diputado Matías Ramírez (PC) hizo énfasis en que, de confirmarse la filtración, “debe ser mérito de la misma comisión investigar cómo sucedió aquello”.

Por otro lado, desde la oposición manifestaron su descontento al dar cuenta de la amonestación que deberá enfrentar Maite Orsini.

Desde la UDI, el diputado Sergio Bobadilla expresó que esperaban una sanción que fuera mayor, “no sólo un 5%, sino que el máximo. De tal manera de dar señales claras de que no se van a aceptar conductas indebidas por parte de ningún parlamentario”.

En Renovación Nacional, en tanto, definieron incluso congelar su participación en la Comisión de Ética en protesta a la sanción otorgada a Orsini. Bernardo Berger, parlamentario de esa bancada que integra esa instancia, así lo planteó a sus pares, lo cual fue transmitido al presidente de la Cámara baja, Vlado Mirosevic, mediante una carta firmada por el jefe de los diputados RN, Frank Sauerbaum.

En la misiva -a la cual La Tercera tuvo acceso- afirmaron que la sanción a Orsini, junto con “una serie de decisiones marcadas por consideraciones de índole político en desmedro de los principios de imparcialidad y apoliticidad (...), fueron el detonante para que el diputado de nuestra bancada Bernardo Berger nos comunicara su intención de dejar dicha instancia (...) Nos informó que muy a su pesar sentía incomodidad de pertenecer a una instancia disciplinaria que ya no ofrece garantías como órgano encargado de resolver con independencia”.

En esa misma línea, agregaron que “han sido reiteradas las inconsistencias en el accionar y en las resoluciones de aquella comisión”, lo cual resultaba “perjudicial” para la Cámara Baja y “nos hace cuestionar la necesidad de seguir participando en la referida instancia disciplinaria”.

En la carta -firmada por el jefe de bancada, Frank Sauerbaum- comentan que “no existen garantías para seguir participando en un terreno desnivelado y árido para las confianzas”, y que junto con la necesidad de “reformular” a la comisión, anunciaron el “congelamiento de nuestra participación en la Comisión de Ética y Transparencia, y reitero el llamado de avanzar en reformas o cambios que permitan recobrar la confianza en la misma”.

En RN comentan que la decisión de salirse de la comisión es básicamente una señal, pues administrativamente seguirían siendo parte de la instancia. De todas maneras, en esa comisión la derecha es minoría, pues solo tiene a tres diputados de nueve, por lo que también se comenta que una salida obedecía a que no tienen injerencia en la instancia.

Anteriormente, en el partido ya habían buscado señales de cambios. Los diputados Miguel Becker y Paula Labra elaboraron un proyecto de ley el 14 de marzo para reemplazar esa instancia por un Comité de Ética y Transparencia Parlamentaria, similar a como funciona el Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias, que es integrado por externos.

En el último año, y antes de que esta comisión viera el caso “telefonazo”, la comisión disciplinaria de los diputados solo había aplicado dos sanciones a un mismo parlamentario: Gonzalo de la Carrera. En 10 de sus 12 resoluciones se habían desestimado los requerimientos o no se habían aplicado multas. Sólo en una anterior denuncia contra la diputada Orsini se le hizo un llamado a cuidar el lenguaje.