A Quintero se le agota la paciencia

Estaban coordinando el trazado de la marcha y los puntos de mayor conflicto para el tránsito. Reunidos en el Salón Francisco Coloane del municipio de Quintero -nuevo centro de operaciones-, el anuncio de la visita de Sebastián Piñera tomó por sorpresa a los dirigentes vecinales y ambientalistas.

Los residentes se activaron rápidamente para cubrir la repentina agenda del Mandatario: algunos se desplazaron hacia el aeródromo de Torquemada y otros llegaron hasta el Hospital de Quintero, donde el Presidente visitó a los dos menores que aún permanecen hospitalizados tras la intoxicación masiva.

Unos 250 vecinos presenciaron el ingreso de Piñera al centro de salud. Gritos, globos negros y lienzos desplegados, con petitorios y reclamos a las autoridades, dificultaron la salida de Piñera, quien debió sortear acusaciones e insultos de los indignados residentes.

Los anuncios del gobierno y las medidas, en su mayoría a largo plazo, no conformaron a la comunidad: "Cuando viene un Presidente, uno piensa en algo importante, en que viene una medida radical. Los anuncios del hospital fueron básicos, es lo que tenían que resolver, pero nosotros esperamos saber qué pasa con las empresas, conocer los culpables y las sanciones. El responsable no es solo una empresa", dice Christian Toledo, vocero de la agrupación "Despierta Quintero".

Así fue como las marchas masivas y familiares, que en días previos reunieron a 1.500 personas, mutaron en un tumulto que terminó apedreando los carros policiales y enfrentándose con Fuerzas Especiales de Carabineros. Fueron cuatro los detenidos, tres por desórdenes y uno por agresión a carabineros. Los primeros, desde que se iniciara el conflicto social-ambiental.

"La paciencia se acabó", admiten los vecinos de la "zona de sacrificio".

Piñera también visitó la Escuela General Velásquez de Puchuncaví, donde escuchó las demandas de los dirigentes, entre ellos, apoderados que le cuestionaron la falta de determinación frente a la contaminación de las empresas. Le reclamaron, particularmente, que en su discurso Piñera destacara que se ha "pedido a las empresas que reduzcan sus niveles de actividad y emisión por debajo de las normas que establece la ley, para contribuir a poder superar prontamente esta crisis".

Lo que los vecinos esperaban era una postura más firme. Que se ordenara a las firmas cumplir la legalidad ambiental."Vinieron a darnos medidas parches, todo es insuficiente", manifestó Carmen Godoy, apoderada de Puchuncaví.

La visita del jefe de gobierno también fue valorada. Andrés León, presidente de la agrupación Dunas de Ritoque, planteó que la visita "es valorable, porque encaró el problema y vino físicamente, eso es distinto a verlo desde Santiago, pero las medidas son bien insuficientes. Mientras los niños no vuelvan a clases y no se cierren las empresas peligrosas, todo es insuficiente".

En tanto, el quinto Comité Operativo de Emergencia (COE), presidido por el intendente regional, Jorge Martínez, resolvió mantener la alerta amarilla y suspensión de clases, pues el monitoreo aún detecta la concentración de hidrocarburos. Hoy, además, se elevó a 350 la cifra de personas atendidas por síntomas de intoxicación.

Al respecto, el subsecretario de Medio Ambiente, Felipe Riesco, explicó que la revisión de las inmediaciones de Enap muestra una fuerte disminución de los registros de gases, asociada a las medidas de contención adoptadas por la empresa. Señaló que en otros puntos de la zona también se han medido contaminantes, "pues los monitoreos varían mucho según el clima y los horarios. El viento cambia, lo cual es una condición particular de la zona costera. Y de ahí la dificultad de determinar la fuente de estos gases".

Sobre los hechos de violencia, Martínez enfatizó que son hechos aislados y que "las personas que causan desórdenes no son de la zona afectadas", pero que se mantendrá la presencia de Fuerzas Especiales.