Red Nacional de Sitios de Memoria sale al paso de caso Amor y apunta a su labor previa en INDH

La bullada salida de Isabel Amor como directora del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG) de Los Ríos ha generado la respuesta de diversas organizaciones.

Es que si bien a nivel gubernamental se recalcó que su despido se debió a una pérdida de confianza, que obedecería a “sucesivas omisiones de información relevante y acciones por parte de esta profesional”, Amor ha asegurado que fue como una respuesta al caso de su padre, condenado como encubridor en causas de derechos humanos.

Ahora se sumó al debate la Red Nacional de Sitios de Memoria, que en una declaración pública expuso una serie de puntos relativos a la protección de los derechos humanos.

“Hoy nuestro país impulsa un Plan Nacional de Búsqueda, y parte de su éxito radica en la entrega de aquella información silenciada en pactos de silencio institucionales y familiares que a 50 años del golpe de Estado en Chile todavía impiden conocer la verdad de los crímenes perpetrados por la dictadura civil militar”, dice el texto.

Y luego agrega: “Es urgente que quienes tienen información, en especial quienes fueron parte del aparato represivo, sus familiares y otros, entreguen toda la información que esté en sus manos a las instancias correspondientes. Por ello, cabe preguntarse si mientras fue directora regional del INDH, Isabel Amor consideró pertinente entregar los esos antecedentes que salen a la luz pública a partir de la condena a su padre, toda vez que se vinculan con los crímenes ocurridos en el Estadio Nacional, uno de los más grandes campos de concentración de la dictadura”.

En su declaración, la Red de Sitios de Memoria además apunta que “la búsqueda por verdad, justicia y memoria ha sido una lucha inclaudicable de las organizaciones de familiares y de derechos humanos” y que “a ella se han sumado no solo familiares y ex prisioneros y prisioneras políticas, sino también personas comprometidas públicamente con los derechos humanos, personas con un compromiso ético con el ‘nunca más’”.

“A ese grupo de personas pertenece el movimiento “Historias Desobedientes: hijas, hijos, familiares de genocidas por la memoria, la Verdad y la Justicia”, surgido el 2017 en Argentina y el 2019 en Chile, para repudiar los crímenes de sus familiares criminales de lesa humanidad. Como organismos de derechos humanos celebramos la desobediencia de estas voces que a contrapelo de sus familias, levantan la voz para desmarcarse de la impunidad y de los crímenes de sus familiares, sumándose también a la lucha que hemos levantado durante años”, expresan.

Así mismo, destacan que en consideración las declaraciones de Amor, no creen “que los hijos deban pagar por los crímenes de sus padres”, sin embargo, sí consideran fundamental “que esos crímenes se condenen explícitamente”.

En el comunicado también plantean que es fundamental que las autoridades públicas “tengan un claro y permanente respeto con los derechos humanos, con la verdad, la justicia, la reparación, la no repetición y la memoria, y muy especialmente con los familiares y víctimas de las violaciones a los derechos humanos perpetradas por el Estado”.

“La relativización de los crímenes de lesa humanidad atenta contra la memoria de las víctimas y sus familias, y es con ellas con quien tiene obligaciones de reparación el Estado y sus funcionarios”, dicen.

Finalmente, condenan el “aprovechamiento político de los sectores de la derecha, cómplices de la dictadura, que permanentemente han negado y relativizado los crímenes de la dictadura civil militar y que ahora de forma hipócrita pretenden utilizar nuestra causa de derechos humanos y la memoria para sacar réditos políticos”.