Ricardo Cifuentes, el elegido: ahijado político de uno de “los 13″ DC que condenaron el Golpe tiene la primera opción de presidir la Cámara
Al diputado DC, discípulo del fallecido exsenador y expresidente falangista, Renán Fuentealba, le correspondería conducir la actividades conmemorativas del próximo 11 de septiembre.
Reuniones en las sedes del Congreso en Santiago y Valparaíso se realizaron esta mañana casi simultáneamente para afinar los detalles del nuevo pacto de gobernabilidad de la Cámara de Diputados, del que saldrá el nuevo presidente de la corporación
Si bien hasta el cierre de esta edición, la bancada del Partido Comunista aún no deponía formalmente sus aspiraciones, desde varias bancadas admitían que, salvo algunas precisiones, ya estaba resuelto que a la Democracia Cristiana se le asignaría el próximo turno de la presidencia de la Cámara Baja.
Dentro de la DC, la carta más probable es el diputado por la Región de Coquimbo, Ricardo Cifuentes. Exintendente del primer gobierno de Michelle Bachelet y exsubsecretario de Desarrollo Regional en la segunda administración de la expresidenta, Cifuentes pertenecía a la antigua corriente “chascona” de la DC. Su padrino político fue el fallecido exsenador y expresidente falangista, Renán Fuentealba Moena, quien fue uno de los firmantes de la carta del “Grupo de los 13″, integrado por dirigentes democratacristianos que condenaron el Golpe en 1973.
Aquella declaración, que posteriormente la DC reivindicó como la postura oficial que debió haber asumido el partido en 1973, tiene una connotación especial este año debido a los 50 años de la intervención militar.
Cifuentes inició su trayectoria política en el Liceo Gregorio Cordovez de La Serena, donde participó como dirigente del Centro de Alumnos. En la misma época se incorporó a la Juventud del Partido Demócrata Cristiano “con el fin de luchar contra la dictadura cívico militar y recuperar la democracia”, dice su reseña de la Biblioteca del Congreso.
Tras regresar en 1990 de Bélgica, donde cursó estudios en la Universidad Católica de Lovaina, Cifuentes fue convocado por Fuentealba Moena, quien entonces era intendente de Coquimbo, para trabajar en la Secretaría Regional de Planificación y Coordinación (hoy la seremía de Desarrollo Social). Trabajó durante siete años con el histórico dirigente, fallecido en octubre de 2021.
En 2020, cuando su padrino político cumplió 103 años, Cifuentes escribió: “Don Renán parece inmortal. Lo es por sus ideas, por la actualidad de su pensamiento político, por su completo compromiso con la democracia y su tremendo amor por su país y su gente. Feliz cumpleaños Don Renán, un honor y un orgullo haber trabajado junto a usted”.
Con el acuerdo que concede la presidencia a la DC, al PC, en tanto, le correspondería asumir en el siguiente período, entre marzo y octubre 2024. Con ello, se aplazarían el turno a cargo de la corporación del PDG para octubre de 2024-junio 2025. Adicionalmente, el Frente Amplio que tenía asignada una presidencia, entre julio 2025 y marzo 2026, le cedió el cupo al Partido Demócratas.
Aunque el período inmediato en la presidencia de la Cámara, entre julio 2023 y marzo de 2024, es más breve, tiene un alto valor simbólico, pues quien encabece la testera deberá representar a los diputados y conducir las actividades conmemorativas del próximo 11 de septiembre.
Sin embargo, el factor de los 50 años del Golpe era un tema de doble filo para la Democracia Cristiana.
A favor de la DC jugaba el hecho de que una presidencia de un comunista para las actividades conmemorativas podría ser un aliciente para que la derecha endurezca su discurso y eleve la crispación del Congreso, afectando la discusión de reformas sensibles para La Moneda, por ejemplo, la previsional. Pero, por otro lado, también pesa en contra que el aniversario del Golpe aumenta la sensibilidad en la izquierda por el rol que desempeñaron los legisladores democratacristianos hace 50 años.
El 22 de agosto de 1973, la corporación entonces presidida por el fallecido exdiputado Luis Pareto (DC), emitió la controvertida resolución que durante la dictadura fue usada como sustento jurídico para justificar el derrocamiento del Presidente Salvador Allende.
“La Cámara acuerda representar a S.E., el Presidente de la República, y a los señores Ministros del Estado miembros de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros, el grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la República que entrañan los hechos y circunstancias referidos”, decía la declaración.
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