Ricardo Solari (PS): “No creo que ningún candidato quiera presidencializar sus campañas”
El exministro y experto electoral aborda los desafíos que tiene la izquierda de cara a las elecciones municipales de este año. Sobre la campaña del "En contra", que él coordinó, saca tres lecciones: la recuperación de los símbolos patrios por parte de la izquierda, definir estrategias a través de estudios y la unidad.
Quien fuera el coordinador de la campaña del “En contra” del año pasado, que aglutinó a todos los partidos de gobierno con el objetivo de rechazar el texto emanado del Consejo Constitucional con mayoría de derecha, hoy ve complejo replicar el modelo.
Para Ricardo Solari, socialista, experto en campañas electorales y ahora presidente del directorio del Instituto Igualdad, la diversidad de Chile hace conveniente optar por un sistema descentralizado, que atienda la realidad de cada comuna. De todas formas, saca lecciones de la elección pasada y celebra, entre otras cosas, que su sector haya recuperado el concepto de patria y la bandera chilena.
Aunque descarta asumir como coordinador, sí se muestra dispuesto a contribuir a la campaña como lo hizo a través de la preparación del manual Herramientas para la gestión local: propuestas de acción desde la centro-izquierda y el progresismo, que fue presentado ayer por la expresidenta Michelle Bachelet.
¿Cómo describiría el estado en que llega el oficialismo a esta campaña?
Estamos en un escenario nuevo, con voto obligatorio. Esto nos encuentra en unidad respecto al tema electoral, al gobierno haciéndose cargo de la agenda. Hemos visto la actitud del Presidente respecto de los temas de la emergencia eléctrica. Hemos visto en las encuestas que su adhesión se sostiene en un punto y va creciendo. Vemos que, desde ese punto de vista, podemos llegar a una situación donde podemos dar una competencia razonable y poner asuntos y estilos de hacer la gestión municipal que nos parecen bien.
Menciona la aprobación del gobierno. Algunos en el oficialismo han planteado que ven como un riesgo que la elección de gobernadores se convierta en un plebiscito a La Moneda. ¿No lo ve así?
Definitivamente eso no juega de esa manera en la elección de alcaldes, en que va a haber un cuestionamiento a la gestión. En el caso de los gobernadores, hay que decir que su figura tiene baja visibilidad desde el punto de vista de los ciudadanos. No es tan simple poder transformar eso en una suerte de plebiscito al gobierno. Y si fuera así, hay que decir que vamos a enfrentar una oposición bien dispersa en el frente de los gobernadores.
En el oficialismo se evaluó bien la campaña del “En contra” del año pasado. Por lo mismo, hoy sugieren que usted podría tomar un rol. ¿Está dispuesto?
Voy a colaborar en todo lo que pueda, en algunas campañas que puedan ser importante, donde me pidan juicios y sugerencias. Pero no tengo ninguna solicitud de ninguna naturaleza. No puedo renunciar a cosas que no me han ofrecido. De todas formas, no imagino en esta campaña de octubre una estructura centralizada que dirija una campaña nacional. Lo que estoy viendo son cientos de campañas descentralizadas, que en cada comuna o región van a hacer su esfuerzo por conseguir su mejor desempeño.
¿No es un riesgo que sea descentralizado?
No, porque es un país muy diverso. Las realidades son muy distintas entre norte y sur, entre las comunas urbanas y rurales. Yo creo que es posible identificar un estilo, una forma de hacer las cosas.
¿Saca lecciones de la campaña del “En contra”?
Hay tres asuntos importantes. Recuperamos para nuestras filas los conceptos de patria, la bandera chilena. Eso es algo que nunca debió haber ocurrido, porque tenía que ver con nuestras viejas tradiciones. Así hicimos la campaña del “No”, las campañas antiguas e históricas. Segundo, no nos entregamos a un conocimiento fútil o anecdótico o pintoresco de la realidad que vivimos, sino que la miramos a fondo. Tratamos de entender sus dinámicas para identificar una estrategia. Nada de esa campaña era resultado del instinto o la tincada. La tercera lección es la unidad.
¿Cómo explica que hayan dejado los símbolos patrios?
Si haces una lectura superficial de la sociedad chilena, puedes llegar a la conclusión de que aquello que es patriótico está identificado con la derecha. Pero eso no es así.
Pero hubo un momento en que se cuestionó. En 2019, el estallido social.
Lo hemos discutido mucho. Una propensión a identidades particulares. Ahora, yo creo que la gracia consiste en identificar el cómo involucrar esas identidades particulares con identidades generales. Es una gran conversación que hemos estado teniendo desde septiembre del 2022.
¿Qué espera de la expresidente Bachelet de cara a la campaña?
Ella tiene un uso muy generoso de su tiempo en actividades como esta. Tiene una agenda internacional activa, pero estoy seguro que en el tiempo que esté en Chile va a participar y se va a involucrar. No la imagino siendo una activista. Sí una persona activa en mirar los partidos del sector, los centros, exigiéndonos una preocupación más intensa sobre los desafíos de la democracia.
En el sector reconocen en Bachelet la capacidad de aglutinar a los partidos. ¿Ve conveniente que ella juegue un rol a lo largo de la campaña apostando por la unidad?
No, yo creo que no le corresponde un rol de mediación. Los partidos tienen que resolver sus problemas.
Los candidatos de todas formas quisieron tomarse fotos con ella. ¿Que la figura de Bachelet acompañe a los postulantes no implica el riesgo de presidencializar la elección?
Yo creo que concurrieron porque les interesaba el evento. No creo que ningún candidato quiera presidencializar sus campañas.
No es un asunto de voluntad necesariamente. Si el oficialismo se toma fotos con Bachelet, Chile Vamos con Matthei y republicanos con Kast, se presidencializa la elección…
No creo que sea un factor tan decisivo como se cree, no tiene la relevancia que a veces se le quiere atribuir. Eso es infantilizar a los electores, que viven la realidad de sus comunas.
¿Le gusta Bachelet como candidata presidencial?
Ella ha dicho en todos los tonos que está en el esfuerzo de que se renueven los liderazgos. Eso me parece muy bien.
Desde las elecciones venezolanas se ha hecho evidente que la alianza de gobierno está fragmentada. ¿Es necesario subsanar ese quiebre para que al sector le vaya bien?
Yo creo que no se pueden forzar cuestiones en las cuales hay diferencias tan evidentes, no veo cómo. Tienes que vivir la diferencia, debatirla.
¿Esas diferencias no podrían terminar por perjudicar al sector?
Eso lo vamos a ver en octubre. De aquí a octubre la cantidad de acontecimientos que puede ocurrir puede ser tan grande que eventualmente esto puede o no puede incidir. Nadie lo sabe.
Usted encabeza el Instituto Igualdad. ¿De qué forma pretenden aportar a los desafíos electorales del sector?
Contribuir con contenidos. El manual es una demostración. Segundo, contribuir con capacitación y lo hemos estado haciendo prácticamente todo el año. Y, tercero, acompañar todos los esfuerzos que se nos soliciten en relación a campañas generales o particulares. Tenemos todas las ganas.
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