Senado se transforma en el bastión de la futura oposición a Piñera

"La oposición a Piñera se va a articular en el Senado". La frase la repiten dirigentes de la Nueva Mayoría que integrarán la Cámara Alta a partir de marzo, cuando el hoy presidente electo, Sebastián Piñera, asuma por segunda vez a cargo de La Moneda.

La premisa hace referencia a la composición del Senado donde, a diferencia de la Cámara Baja, la futura oposición tendrá mayoría, permitiendo así -según dicen en el bloque- un orden mayor para enfrentar la agenda legislativa del líder de Chile Vamos.

Desde el 11 de marzo, cuando el Senado pase de 38 a 43 senadores por los próximos cuatro años, la hoy Nueva Mayoría tendrá predominio sobre la derecha con 21 senadores: 7 del PS, 8 PPD (incluyendo en ese comité al independiente Pedro Araya), 5 de la DC, más el independiente y ex candidato presidencial del bloque, Alejandro Guillier.

En la futura oposición se instalará también el único senador del Frente Amplio, el RD Juan Ignacio Latorre, así como el representante de País Progresista Alejandro Navarro (ex PS y ex MAS).

La conformación la concluye el independiente y representante de Magallanes, Carlos Bianchi.

Chile Vamos, por su parte, tendrá 19 senadores: 2 de Evópoli, 8 de RN y 9 de la UDI.

Bajo ese cuadro, senadores de la Nueva Mayoría aseguran que no solo será más difícil para Piñera conseguir votos aislados en la futura oposición -como podría darse en la Cámara de Diputados-, sino que se verá "realmente obligado a negociar" para que medidas sustanciales de su programa salgan del Congreso.

Es en el Senado, de hecho, donde la futura oposición tendrá mayor poder de negociación.

A la conformación numérica se suma el perfil que tendrá el bloque, donde un factor determinante será el cambio de eje que tendrá la bancada DC, con la llegada de personeros de corte más progresistas como Yasna Provoste, Francisco Huenchumilla y Ximena Rincón, quienes arriban a la Cámara Alta en momentos en que abandonan el Congreso Andrés Zaldívar, Ignacio Walker y Patricio Walker, algunos de los cuales promovieron los denominados "matices" a las reformas de Michelle Bachelet.

Bajo ese cuadro, en el oficialismo ya ha dado algunas señales del poder y el rol articulador que tendrán en el futuro Senado. Ad portas del término de la administración bacheletista, legisladores del bloque han transmitido a La Moneda -en especial al ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre-, la conveniencia de que deje en manos del futuro Ejecutivo el nombramiento del próximo consejero del Banco Central.

De esa manera, explican en el sector, los senadores tendrían mayor margen para negociar con Piñera nombramientos que en el futuro le corresponda hacer al hoy presidente electo.

La Nueva Mayoría, además, ya acordó hacer valer su hegemonía por sobre Chile Vamos en la Cámara Alta, repartiendo la presidencia del Senado por los próximos cuatro años entre la DC, el PPD y el PS, marcando también un fuerte contraste con la realidad de la Cámara de Diputados y su fuerte fragmentación.

Chile Vamos contará con 72 legisladores: 36 de RN, 30 de la UDI y 6 de Evópoli, y ya ha tenido conversaciones con la falange buscando los 6 votos que le faltan para alcanzar la mayoría de 78 en la Cámara. Algo que replicarían a futuro en materia legislativa. La Nueva Mayoría, por su parte, estará obligada a negociar. Para llegar a los 78 votos y conseguir la apetecida testera, la futura oposición tiene que necesariamente aliarse con el FA (20) y la representante del PRO, Marisela Santibáñez, considerando el número de las bancada: 14 DC, 8 PPD, 19 PS, 8 PR y 8 del PC.

Tanto en la negociación como a partir de marzo para la tramitación legislativa, serán también fundamentales los cuatro votos de la denominada Federación Regionalista Verde Social que integrarán Jaime Mulet, Alejandra Sepúlveda, Pedro Velásquez y Esteban Velásquez.