Teodoro Ribera, ministro de Relaciones Exteriores: "La oposición debería hacer un esfuerzo por reconocer el rol relevante que Chile y el Presidente están jugando en medioambiente"
Canciller hace un balance positivo del liderazgo de Piñera a nivel internacional y defiende la decisión de evaluar el Acuerdo de Escazú. Ante la situación en Venezuela, dice que "una de las medidas que podría adoptarse en el futuro, en el marco del Tiar, es el rompimiento de relaciones diplomáticas o consulares".
El jueves, el Presidente Sebastián Piñera retornó a Santiago tras su gira a Nueva York, donde participó en la Cumbre de Acción Climática y de la Asamblea General de la ONU. El canciller, Teodoro Ribera, quien estuvo acompañándolo, se quedó en EE.UU. con una agenda apretada: sostuvo reuniones con sus pares de Alemania y Rusia. Y, entremedio de esas citas, concedió por teléfono esta entrevista, en la que hace un balance positivo de la gira, destaca el liderazgo de Piñera y refuta las críticas al Mandatario por no firmar el Acuerdo de Escazú y por votar favorablemente para convocar al Tiar como herramienta para enfrentar a Venezuela.
¿Qué evaluación hace de la gira?
Fue una gira intensa, planificada y exitosa, donde se lograron los cometidos que se buscaban, que era tener una participación destacada en materia medioambiental, con un proceso de democratización en Venezuela y, finalmente, colaborar en el desarrollo en la Alianza del Pacífico.
¿Cuánto le sumó al Presidente?
El Presidente Piñera es, sin lugar a dudas, el gran líder latinoamericano, que tiene una relación fluida y directa con grandes líderes mundiales y reconocido como el líder de un país exitoso, con un Estado de derecho, democracia y crecimiento económico.
Jair Bolsonaro no participó en un encuentro sobre protección de bosques con Piñera, en un contexto en que el Mandatario chileno buscó mantener un rol de liderazgo frente a los incendios en la Amazonía. ¿Cómo toman su ausencia?
La reunión fue sobre los bosques lluviosos y comprendió, por tanto, no solo la Amazonía, sino que bosques en el Congo, en Asia, y también se refería a nuestra selva en Valdivia. El Presidente Bolsonaro, no nos olvidemos que tuvo que recortar su agenda fuertemente por razones de salud.
¿Pero afecta al rol de Piñera la ausencia de Bolsonaro?
No, yo creo que los países tienen agendas diversas y, en este caso, dimos un fuerte énfasis en la agenda medioambiental y está fuertemente vinculado con el rol que queremos jugar también con la COP25.
¿Qué se logró con miras a la COP25?
La reunión que tuvo el Presidente con la canciller alemana (Angela) Merkel, (Emmanuel) Macron y otros mandatarios más, sin lugar a dudas genera un mejor clima para lograr los acuerdos necesarios para que la COP25 sea más exitosa.
Durante la gira, el Presidente recibió críticas de sectores que califican como contradictorio que esté liderando la COP25 y no firme el Acuerdo de Escazú. Se abrió a hacer "reservas", pese a que el artículo 23 del acuerdo no lo permite ¿Se equivocó?
El Presidente se ha referido permanentemente de manera muy clara en conciliar protección de medioambiente con desarrollo. Escazú es un tratado que fue negociado por 24 países, y solamente seis lo han ratificado. Y se requiere, para su entrada en vigencia, que 11 de ellos lo hagan. El plazo para poder firmar Escazú todavía está vigente hasta 2020 y, por lo tanto, no es un tema indispensable para hacerlo ahora... Creo que lo que tenemos que hacer es no confundirnos: Escazú es un tema principalmente de debate chileno, pero no es un tema de debate mundial. A mí ninguna persona se me acercó para preguntarme sobre nuestra postura respecto de Escazú. Y faltando un año para que se concluya la firma del mismo, hasta el momento solamente seis han concurrido a su ratificación.
Pero sí es un tema de debate internacional y ha habido críticas. Incluso, la directora de Greenpeace internacional, Jennifer Morgan, cuestionó en una entrevista que no se haya firmado el acuerdo...
Es obvio que la encargada de Greenpeace tiene que buscar jugar un rol de vanguardia impulsando la firma de todos los convenios. Nosotros tenemos que lograr una solución para que no seamos llevados ante la Corte Internacional de Justicia, situación que, sabemos, en el caso de Bolivia son reiteradas sus disposiciones a internacionalizar el tema. El hecho de que nuevamente el Presidente (Evo) Morales, en la Asamblea General de la ONU, se haya referido a una obligación de Chile a negociar una salida soberana al mar y que esta obligación, además, tenía que internacionalizarse, es un nuevo llamado de alerta a tener cuidado en la suscripción de tratados que pueda otorgar a Bolivia la posibilidad de recurrir a instancias internacionales.
El Mandatario habló de reservas, pero se pueden hacer solo declaraciones interpretativas...
Así es, se pueden hacer declaraciones interpretativas.
Cuando se hacen declaraciones interpretativas, igual se está aceptando el tratado en su conjunto...
La diferencia entre una reserva y una declaración interpretativa es la siguiente: la reserva es que usted excluye uno o más artículos o partes de artículos de un tratado, mientras que en una declaración interpretativa usted precisa el verdadero sentido y alcance de una disposición que admite más de una interpretación.
Pero se acepta el tratado...
Pero bajo una interpretación precisa y determinada.
¿Ve margen para firmar el acuerdo antes de la COP25?
El problema está en que hay algún sector de chilenos que ve en Escazú un tema de contradicción y lo que pretenden es permanentemente reiterar una argumentación que no es tal. No hay obligación de firmar Escazú con anterioridad a la COP25.
El Presidente dijo, en medio de las críticas de la oposición, que muchos no han leído el Acuerdo de Escazú y que cuando lee esas críticas se da cuenta de que son cuestionamientos políticos, sin fundamentos. ¿Comparte ese diagnóstico?
La oposición debería hacer un mayor esfuerzo por reconocer el rol relevante que Chile y el Presidente están jugando en la protección del medioambiente y en adoptar medidas de mitigación oportunas y eficaces para impedir el calentamiento global. El liderazgo que estamos asumiendo impactará positivamente en la imagen país y en la confianza que generamos a la comunidad internacional.
Otro tema que marcó la gira fue la aprobación de la resolución sobre el Tiar frente a Venezuela, en la que no se incluye el uso de la fuerza, en línea con lo que Chile ha dicho. Sin embargo, la posibilidad de su uso quedó abierta en esa misma resolución, ya que en uno de sus puntos se señala que se evaluarán las acciones de acuerdo al artículo ocho del Tiar, que contempla el uso de fuerza. ¿Por qué no se descartó de manera clara?
Por la misma razón que cuando usted celebra un acuerdo pone lo que va a hacer y no escribe lo que no va a hacer. Sería absurdo que uno ponga lo que no va a hacer.
¿No les preocupa que quede abierta la opción del uso de la fuerza?
No nos preocupa. Las medidas que se adoptan por los cancilleres se adoptan de acuerdo a las situaciones que se van produciendo. En la reunión que se hizo en la discusión del Tiar dejamos constancia que creíamos que las medidas tenían que ser graduales y proporcionales. Por tanto, se comenzó con una medida muy indirecta: presionar a los dirigentes del régimen para evitar que lucren de la situación que se vive en Venezuela. Es indudable que si el régimen no está dispuesto a entender los mensajes internacionales, aplicaremos otras medidas que impliquen el no empleo de la fuerza.
Excancilleres de oposición criticaron duramente abrir esta discusión sobre el Tiar, argumentando que se rompió la tradición jurídica. ¿Cómo toma esas críticas?
Chile siempre ha estado dispuesto al diálogo y al debate. Y, finalmente, lo que se adoptó no solo representa lo que ha sido la tradición de Chile, que es avanzar en medidas políticas de mayor presión y sin empleo de la fuerza, sino que esta decisión chilena fue acogida por 16 de los 18 países. Plantear una tesis discordante habría sido dejar a Chile en una situación absolutamente aislada de los países latinoamericanos.
El Presidente Piñera dijo que el Mandatario legítimo de Venezuela es Juan Guaidó. Sin embargo, se mantiene al embajador de Nicolás Maduro en Chile. ¿Por qué?
El gobierno tiene que darle protección consular a alrededor de 15 mil chilenos que están en Venezuela. La clave es, por un lado, ejercer toda la presión política contra Maduro y, por otro lado, salvaguardar la situación de los chilenos en Venezuela a través de su retorno al país, envío de elementos de medicamentos u otros.
La decisión es estratégica...
Una de las medidas que podría adoptarse en el futuro, en el marco del Tiar, es perfectamente el rompimiento de relaciones diplomáticas o consulares. Y, en ese caso, tendríamos que ver la situación, pero hoy estamos buscando el frágil equilibrio: conciliar el rechazo político con la mantención de una vía humanitaria.
En el viaje a Nueva York se firmó el reglamento de Prosur. ¿Qué viene ahora para ese foro?
Prosur es el ejemplo más claro del multilateralismo efectivo, donde no se está por todo o nada, sino que por objetivos realizables. Lo que queremos es responder a demandas de nuestros pueblos, sin un multilateralismo burocrático, ajeno a las personas. Y este foro no solamente es de encuentro o reflexión, sino que permite dar respuestas de forma corporativa, pero voluntaria, a los problemas.
Otro de los objetivos de la gira fue hacer gestiones para la Apec. ¿Cuáles son las expectativas?
La cumbre es el acto final y no el comienzo de un año. Durante un año Chile ha estado encargado de la Apec, y al término del año Chile realiza la cumbre de líderes para tomar conocimiento de los avances.
¿Qué tan relevante es la asistencia de Donald Trump?
Es indudable que la asistencia del Presidente de la gran economía del mundo es relevante, pero no es determinante. Se va a realizar la cumbre y se van a lograr los consensos necesarios igualmente. Esperamos que pueda asistir.
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