Un fiscal nacional (S) y la investigadora del caso led: ¿Quiénes son los abogados que ingresaron a la quina de la Suprema?
Este martes, el máximo tribunal seleccionó a la fiscal regional de Ñuble, Nayalet Mansilla, y al persecutor regional de Los Ríos y actual fiscal nacional subrogante, Juan Agustín Meléndez. Ambos abogados son candidatos internos del Ministerio Público, institución que han integrado desde hace décadas y que ahora aspiran a llegar al máximo cargo de dicho órgano.
Este martes, la Corte Suprema, durante una sesión del pleno, votó por dos candidatos a fiscal nacional para completar la quina que debe presentar al Ejecutivo tras la renuncia del candidato Rodrigo Ríos y el rechazo por el Senado a la nominación de José Morales. En la sesión, que comenzó cerca de las 13.30 horas, el máximo tribunal escogió con 10 votos a la abogada y fiscal regional de Ñuble, Nayalet Mansilla, y con nueve preferencias al fiscal nacional suplente y jefe regional del Ministerio Público de Los Ríos, Juan Agustín Meléndez. Ambos, el 7 de noviembre habían obtenido cero votos.
La decisión de la Suprema llegó luego de que el lunes el pleno del máximo tribunal se reunió para decidir el mecanismo para completar la quina. Durante la discusión, los ministros Haroldo Brito, Arturo Prado, Mauricio Silva y Mario Carroza estuvieron por llamar a concurso nuevamente y elegir una nueva quina. Sin embargo, se acordó completar el listado realizando un sufragio con los candidatos que la primera vez quedaron fuera de la selección.
De esa manera, y durante el encuentro de este martes, Nayalet Mansilla tuvo la primera mayoría. El actual fiscal nacional (S) se quedó con nueve preferencias. A ellos los siguió la jefa de la Unidad de Víctimas de la Fiscalía Nacional, Erika Maira, quien obtuvo ocho votos, seguida de la secretaria general de Contraloría, Nelly Salvo, con seis votos. Más atrás quedaron los abogados Esteban Celis, Karinna Fernández y Cristián Vargas, con sólo un voto cada uno.
Ahora, el Presidente Gabriel Boric deberá proponer, nuevamente, al Senado un nombre a candidato de una quina que ya estaba compuesta por el abogado Ángel Valencia, una de las cartas más fuertes; por la jefa Anticorrupción, Marta Herrera, y Carlos Palma, fiscal regional de Aysén. Respecto de este último, se conoció de una reunión privada a la que asistió en mayo pasado en la casa de la ministra y vocera de la Corte Suprema Ángela Vivanco. Esta situación generó incomodidad en algunos sectores de las cúpulas del Poder Judicial.
La investigadora del caso led
Al igual que Juan Agustín Meléndez, el día de la votación de la primera quina, el 7 de noviembre, la fiscal regional de Ñuble, Nayalet Mansilla, obtuvo cero votos. Durante su presentación aquel día, Mansilla expuso ante el pleno sus ideas y propuestas, intentando persuadir a los magistrados de que es la candidata idónea para ser incorporada en la quina.
En esa ocasión, la persecutora, quien ingresó el 2003 al Ministerio Público, habló de su trabajo como investigadora del caso de corrupción sobre los contratos de la instalación de las luminarias led, destacando el trabajo que ha debido aplicar en la investigación que aún sigue en curso, la que, a su juicio, podría ser replicada en el resto del país.
Si bien la persecutora ingresó hace casi 20 años al órgano persecutor, su nombre comenzó a ser conocido nacionalmente a inicios del 2021. Mansilla, en esa ocasión, solicitó allanar la Municipalidad de Recoleta en el marco de la investigación del caso led, causa en que se indagan presuntos pagos por parte de la empresa de luminarias dirigida por Marcelo Lefort, quien fue formalizado por sobornos en otros municipios.
Lejos de la esfera pública, la abogada de la Universidad de Talca y egresada del Magíster en Derecho Penal de la Universidad de Chile y Magíster en Derecho de la Universidad de Concepción, al ingresar al Ministerio Público se desempeñó como fiscal adjunta en Concepción. En ese cargo estuvo durante siete años y se desempeñó en la especialidad de delitos económicos. Posteriormente, asumió como fiscal en Rancagua, donde tramitó delitos de violencia de género, negligencias médicas y posteriormente delitos sexuales y drogas. En esa región también estuvo a cargo de las fiscalías de Graneros y Rengo.
Una vez creada la Región de Ñuble, participó del concurso, resultando victoriosa como la primera jefa del Ministerio Público de esa zona. Tiempo después sería designada como la fiscal para investigar el caso led a nivel nacional. En ese sentido, durante su presentación ante la Suprema, la fiscal destacó que se debe investigar “con fuerza los delitos de corrupción”.
Junto con eso, propuso crear una unidad de investigación de asuntos internos que investigue las denuncias en contra de los funcionarios del Ministerio Público. “No tengo vínculos políticos ni con organizaciones de facto que puedan afectar mi independencia”, concluyó Mansilla ante el pleno del máximo tribunal, quien en esa ocasión no la apoyó, pero que ahora decidió incluirla en la quina, lo que la podría llevar a convertirse en la primera mujer en asumir el cargo de fiscal nacional.
El subrogante que se quiere quedar en Santiago
En abril, la Comisión de Sistemas de Justicia de la Convención Constitucional despachó un informe en el que modificaba el funcionamiento del Ministerio Público, eliminando la figura del fiscal nacional y dando paso a una dirección de un órgano colegiado. En aquella ocasión, los 19 fiscales regionales mostraron su rechazo al texto y eligieron a un vocero: el fiscal regional de Los Ríos, Juan Agustín Meléndez.
El cargo ocupado por Meléndez, quien lo desempeñaba junto con la misma Mansilla, le dio notoriedad entre sus pares y le permitió participar activamente de este debate público histórico.
El pasado 1 de octubre, el fiscal regional de Los Ríos asumió el cargo de fiscal nacional subrogante tras la salida, por cumplir el máximo de edad, de Jorge Abbott. El motivo es que es el integrante más antiguo del consejo general de fiscales regionales.
De esta manera, el persecutor tomaría la dirección del Ministerio Público en Santiago, y marcando distancia de su antecesor, a quien no apoyó a través de una carta cuando fue cuestionado por reunirse con senadores antes de asumir el cargo. “No firmé esa carta, porque no compartía el hacer una carta de apoyo. No me sentía cómodo. No encuentro que sea mi rol institucional hacer algo así”, sostuvo en una entrevista con La Tercera tras asumir el cargo subrogante.
Durante su presentación ante la Suprema, Meléndez aseguró que nunca pensó llegar a la cúspide de la institución, sí afirmó que podía “ejercer libre de todo conflicto de interés el cargo”. El abogado, de 57 años, egresó de la Universidad Gabriela Mistral e ingresó al Ministerio Público el 2007, desempeñándose como fiscal adjunto en Punta Arenas, para tres años más tarde asumir como fiscal regional de Magallanes.
Antes de ingresar al Ministerio Público, Meléndez se desempeñó como asesor de entidades bancarias y navieras, llegando a ser auditor de la IV Brigada Aérea de Punta Arenas, así como también de la Empresa Eléctrica de Magallanes. Pero además de eso, ha ejercido la docencia en el ramo de Litigación Oral en la Universidad del Mar en Punta Arenas y Derecho Penal en el Instituto Santo Tomás en la misma ciudad.
En su presentación, además, aseguró que “si mejoramos la forma en que tratamos a las víctimas y a los testigos, las estadísticas mejorarán”, por lo mismo, afirmó que las personas deben ser prioritarias para el Ministerio Público, cambio que él buscaría generar de asumir, oficialmente, el cargo de fiscal nacional.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.