Ximena Ossandón, diputada de RN: "La fiesta que arma el gobierno cuando hay un buen Imacec, no la sienten los chilenos"
Legisladora dice que La Moneda ha tenido un discurso "triunfalista" ante las cifras económicas, pero perdió el sello social, por lo que llama a retomar esa agenda y hablarle claro a las personas
Entre actividades parlamentarias y celebraciones con motivo de los 55 "años de experiencia" que cumplió este jueves, la diputada Ximena Ossandón (RN) hace un alto para reflexionar sobre el curso del gobierno y uno de los aspectos que mostró la encuesta CEP sobre las cifras económicas y las expectativas en torno a ello. Según el sondeo, uno de los principales mensajes del gobierno, asociado a la mejora en materia de crecimiento, empleo e inversión, no está llegando a las personas. En ese escenario, la diputada apela a la necesidad de recuperar el sello social del gobierno.
Ante las cifras de la CEP. ¿Qué está haciendo mal el gobierno?
Hay un tema de expectativas. A veces, nuestro discurso ha sido muy triunfalista y la realidad es que las familias no lo están sintiendo. La gente, cuando hay un gobierno de derecha, espera como base que se la juegue por el crecimiento económico, la creación de empleo, los emprendimientos, la inversión extranjera, ese es el "desde". La pregunta es: ¿qué ofrecemos aparte de eso? El gobierno partió muy bien con el sello social, pero lo perdió y, lamentablemente, volvimos a caer en los temas de una derecha económica, contando -con justa razón- cómo ha ido mejorando nuestra economía, pero esa mejora no la sienten las familias chilenas. Esa fiesta que trata de armar el gobierno cuando tenemos un buen Imacec o una mejor proyección de crecimiento, las familias chilenas no la sienten.
¿Cómo se recupera ese sello?
Hay que poner la agenda de nuevo en lo social. Creo que el Presidente Piñera tiene que volver a tomar esa agenda social y guardarse la alegría de cuando tenga que dar una buena noticia económica hasta que no tenga comprobado que la familia chilena lo está sintiendo.
Distintos analistas apuntan a la dificultad del gobierno para controlar la agenda. En su opinión, ¿cómo debe ponerse foco en lo social?
Es complicado, pero uno puede hacer el ejercicio. Creo que hay que trabajar las expectativas, la humildad, el lenguaje claro, sencillo, concreto, que las autoridades vuelvan a terreno, que nos tomemos la agenda social y el vocabulario de esa agenda, que normalmente son banderas de la izquierda. Es importante comunicar bien, de forma real, que los anuncios vayan en paralelo con lo que la gente es capaz de percibir y sentir en su vida diaria.
¿De qué forma se puede lograr?
Ahí tienen un rol muy importante los intendentes y las seremías. Ellos llegan al terreno con distintos programas y deberían ser los expertos para transmitir las bajadas del mensaje que el gobierno quiere dar. Y, por otro lado, el gobierno tiene que dialogar con más gente y usar más la política. Los políticos somos los verdaderos puentes entre la ciudadanía y el Ejecutivo.
¿Cómo es la relación del gobierno con los parlamentarios?
Tener una buena relación siempre produce frutos, nunca hay que caer en una relación de utilidad, cuando te mandan a decir las cosas. No sirve "hagan esto". Las cosas tienen que ser consensuadas y así los parlamentarios nos jugamos al 100%.
¿Cree que falta complicidad?
No puedo desconocer que el ministro Gonzalo Blumel trabaja muchísimo y ha hecho todos los esfuerzos por hacer esa pega. Pero tener una carga gigante solo en una persona, es complicado. La agenda política es inmensa, entonces, más que un esfuerzo puntual cuando haya que sacar un proyecto, debiera ser una constante y sería muy enriquecedor para nosotros y para ellos. A pesar de que nosotros hemos sido vapuleados, los diputados y senadores somos mucho más válidos, porque hemos sido elegidos por la gente, no fuimos elegidos a dedo.
Uno de los temas por los que son "vapuleados" es por los viáticos. ¿Por qué decidió devolver esos dineros?
¡Es de locos! Yo vivo en Santiago, que me estén pagando por ir a trabajar más el sueldo que tengo, no resiste ni un análisis. Ha sido un tema muy complicado y desde el Ejecutivo no hemos sentido ningún apoyo, siendo que nos estamos viendo la suerte entre gitanos, porque estamos todos "linkeados". Si bajan los viáticos nuestros, bajan los de ellos; no se sube el sueldo nuestro, no se sube el de ellos. La gente no se da cuenta que el Parlamento tiene un presupuesto, pero el Ejecutivo tiene uno mayor; a ellos les dan sueldos, viáticos, autos, secretarias, 500 asesores, y nosotros tenemos que sacar eso de los gastos operacionales. Hay que recordar que hubo un redistritaje, se dijo que no iba a costar ni un peso más el aumento de diputados: se repartió la misma torta, en vez de 120, entre 155 diputados. Yo tengo menos plata que lo que recibían los diputados antes, pero tengo un distrito que se quintuplicó. En lo personal, pongo plata de mi dieta a los gastos operacionales, sino no me da. Me gustaría tener más recursos para gastos operacionales, porque solo así el diputado puede tener un trabajo mucho más eficaz.
Hay una disputa legal entre su hermano, el senador Ossandón, con su primo y alcalde de Pirque, Cristián Balmaceda. ¿Qué pasó ahí?
Siento pena, pero como está en la fiscalía, tenemos poco que decir. Estas situaciones son desagradables, dolorosas. No me explico el para qué ni el por qué. Vamos a esperar el resultado final y vamos a hacer todos los esfuerzos por que lo familiar no se vea afectado, porque los Ossandón queremos mucho a los Balmaceda.
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