Acoso sexual laboral: 71% de mujeres tituladas en educación técnico profesional superior dijo haber vivido algún episodio de este tipo
Esa fue una de las conclusiones del estudio que realizó la Universidad Alberto Hurtado sobre “Prácticas Profesionales de estudiantes mujeres en áreas masculinizadas de la Educación Técnico-Profesional media y superior". También se muestra que entre las razones de la baja inserción femenina en estas carreras, las empresas responsabilizan a las propias estudiantes.
Las carreras de las ciencias, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas constituyen uno de los espacios educativos y laborales donde las mujeres han tenido menos oportunidades y más barreras. Esto ocurre, en particular, en las asociadas a rubros tradicionalmente masculinos como la construcción, metalmecánica, minería, electricidad y electrónica, entre otros. Eso es lo que buscó analizar la Universidad Alberto Hurtado en su estudio sobre “Prácticas Profesionales de estudiantes mujeres en áreas masculinizadas de la Educación Técnico-Profesional media y superior”.
El objetivo del informe fue identificar los facilitadores y obstaculizadores que inciden en el desarrollo de prácticas profesionales y la proyección laboral de estudiantes mujeres en carreras de las ciencias, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas.
Para ello se indagó en los contextos y experiencias de práctica profesional de la Educación Técnica Profesional de nivel secundario y superior desde la perspectiva de instituciones educativas, empresas y sus tituladas y titulados.
Entre los resultados se muestra que entre las razones del por qué las mujeres no se insertan mayormente en estas carreras, las empresas responsabilizan a las propias estudiantes: un 57% señala que no recibe solicitudes de su parte, mientras que un 39% indica que las mujeres prefieren otro tipo de empresas. Otra razón, específica de algunos rubros, es la creencia respecto a que el tipo de funciones que se realizan son preferentemente para hombres (44% en el rubro de mecánica y mantenimiento que incluye a la industria automotriz).
En otro ámbito, el estudio aborda también el porcentaje de las tituladas de alguna de estas carreras que estén trabajando en su área de estudios. Los resultados muestran que la menor es la minería con sólo 34,9%, frente al 59,4% de los hombres; le sigue mantenimiento y mecánica con 52,3% (57,1% de los hombres); electricidad y telecomunicaciones 60,4% (72,4% hombres) y construcción con 62,7%, frente al 65,3% de los hombres.
También se destaca que si bien la Educación Técnico Profesional está relativamente balanceada en términos de género: en 2021, un 53% de estudiantes mujeres se matriculó en la educación superior, versus un 47% de estudiantes hombres . Sin embargo, gran parte de sus programas de estudio son altamente segregados por género al asociarse a campos ocupacionales específicos donde prevalecen los roles tradicionales entre hombres y mujeres. En particular, la matrícula femenina en las carreras de las ciencias, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas es en promedio, 17,7% para las egresadas de educación media y 11,2% para la educación superior.
Acoso
De acuerdo al documento, una de las situaciones que les producen más desazón a las encuestadas y que les generan altos costos emocionales son las de acoso sexual que emergen en distintas formas. Piropos y comentarios no solicitados sobre su apariencia física, prácticas de seducción como la entrega de flores y regalos, insinuaciones de carácter sexual y tocamientos o acercamientos innecesarios, son dinámicas de interacción a las que muchas de las tituladas entrevistadas estuvieron expuestas, dice el informe.
En concreto, un 71% de las encuestadas con Educación Técnico-Profesional superior dijo haber vivido algún tipo de acoso, mientras que el 51% de las con Educación Técnico-Profesional medio.
El informe señala que “las empresas, en contraste con las instituciones educativas y sus tituladas, no siempre reconocen el problema del acoso sexual. Por un lado, se le invisibiliza cuando se indica que no ha habido denuncias formales y, por el otro, se le relativiza al afirmar que estas situaciones responden a temas subjetivos que deben abordarse en consideración a las características del mundo predominantemente masculino del espacio laboral y de la complejidad asociada a modificar esos espacios de relaciones socio laborales”.
Así, para las autoras del documento, “es clave no invisibilizar ni relativizar la ocurrencia del acoso sexual. Ello implica prevenirlo mediante estrategias de difusión y la aplicación de protocolos y legitimar la correspondiente denuncia en los canales formales de la empresa y las instituciones. Todo lo anterior aportará a la superación de un problema que afecta el bienestar y el desarrollo social y profesional de las mujeres”.
Por acoso sexual se entienden requerimientos o insinuaciones de carácter sexual no consentidas ni aceptadas por la persona afectada. Estos pueden realizarse física o verbalmente, y a través de cualquier medio no verbal, y amenazan la situación laboral y oportunidades de empleo de la persona afectada (Dirección del Trabajo, 2021).
Fintech al debe
Actualmente sólo uno de cada 10 fundadores del área de las finanzas tecnológicas en Chile son mujeres. Por ello, el reducir esa brecha es uno de los principales desafíos que enfrenta hoy la industria y que desde FinteChile (gremio que reúne a más de 100 empresas del rubro) han buscado abordar a través de iniciativas como Women in Fintech (WIF), la primera plataforma que apunta a la inclusión femenina en las tecnologías financieras. Según explica, esta iniciativa entrega distintas herramientas prácticas y teóricas, fundamentales para que las mujeres se puedan integrar y desarrollar en el rubro de forma exitosa.
María Ignacia Jofré, co-founder y Chief Growth Officer Clay, sostiene que “el reducir la brecha de género en la industria es una de las principales preocupaciones de FinteChile, por este motivo creamos Women in Fintech, la primera comunidad en Chile que potencia la participación femenina en finanzas tecnológicas”,
A su vez, Carolina Samsing, CEO de Nubox, explica que las razones son múltiples, pero destaca algunas en las que “me ha tocado vivir y es el acceso a menos redes y la falta de referentes. Por ejemplo, con respecto a la falta de redes, las mujeres inherentemente tienen acceso a menos redes que los hombres, ya que muchas veces los hombres acceden a estas redes de forma más orgánica”.
Belén Sanguinetti, Chief Marketing Officer de Cobranza Online, puntualiza que “al ser una industria reciente y joven, en Fintech hay más oportunidades de romper los paradigmas, generar crecimiento para nosotras y nuestras capacidades. La tecnología en particular, es un campo abierto donde nosotros podemos elaborar nuevas reglas de juego, aprovechar los espacios que aún no están construidos”.
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