Agenda expansiva de Biden avanza firme con aprobación de plan de infraestructura de US$ 1 billón en el Senado
Los grandes planes económicos del presidente estadounidense continúan con la discusión que sigue en el Congreso, en torno a la propuesta de un presupuesto de US$ 3,5 billones. El paquete de infraestructura incluye, entre otros, US$ 110 mil millones en nuevos gastos en carreteras y puentes, y US$ 73 mil millones para actualizaciones de la red eléctrica.
Los grandes planes de Joe Biden para la economía estadounidense acaban de superar un nuevo obstáculo en el Senado, donde se aprobó un plan de infraestructura de US$ 1 billón, dejando atrás las luchas intrapartidistas entre progresistas y moderados demócratas.
Con el proyecto ya en la Cámara, la agenda expansiva de Biden sigue avanzando, ahora con la resolución presupuestaria de US$ 3,5 billones que el Senado debe considerar a continuación.
De esta manera, la dinámica que se ha dado ha permitido a los demócratas pasar por alto a los republicanos para expandir el cuidado infantil, la cobertura de salud y los beneficios educativos y abordar el cambio climático, pagado mediante el aumento de impuestos a las personas de más alto patrimonio y a las corporaciones.
Y es que pese a que los republicanos han propuesto múltiples enmiendas, ambos partidos esperan que los demócratas prevalezcan con la mayoría simple requerida.
Batalla en la Cámara
En la Cámara de Representantes, la líder demócrata Nancy Pelosi ha declarando que no permitirá una votación sobre el paquete de infraestructura hasta que el Senado siga el plan presupuestario con una legislación que cumpla sus promesas, de manera que el destino de toda la agenda depende de mantener la unidad entre los 50 senadores que se unen a los demócratas y la escasa mayoría del partido en la Cámara. Pelosi puede perder solo tres votos demócratas y aún así prevalecer contra la oposición republicana unificada.
Las tensiones ideológicas estallaron de nuevo el lunes. Seis moderados demócratas de la Cámara de Representantes le escribieron a Pelosi presionándola para permitir una votación sobre el paquete de infraestructura, en lugar de esperar a que el Senado envíe un segundo proyecto de ley que promulgue el resto de la agenda.
También expresaron su preocupación sobre los niveles de gasto del plan presupuestario del Senado y los aumentos de impuestos, así como su efecto sobre la inflación ya en aumento, la deuda nacional y la capacidad de responder a futuras emergencias de Covid.
Mientras tanto, el representante Raúl Grijalva, un destacado progresista de la Cámara que preside el Comité de Recursos Naturales, criticó el presupuesto del Senado como inadecuado para el cambio climático.
“No se puede ignorar el hecho de que no ofrece al Departamento del Interior suficiente dinero para cumplir con algunos de nuestros objetivos climáticos críticos”, indicó Grijalva en un comunicado.
El plan de presupuesto del Senado incluye prekínder universal para niños de 3 y 4 años, un nuevo beneficio de cuidado infantil, un beneficio federal de licencia familiar, dos años de colegiatura comunitaria gratuita y nuevos beneficios dentales, oftalmológicos y auditivos para los beneficiarios del Medicare.
“Es un cambio grande y audaz, el tipo de cambio que Estados Unidos desea”, dijo el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, en el pleno del Senado.
Cambios en impuestos
El plan da una amplia libertad para que las políticas aumenten los impuestos a las corporaciones y a quienes ganan más de US$ 400.000 al año, instruyendo a los legisladores a proporcionar recortes de impuestos para quienes ganan menos.
El plan también exige una deducción del impuesto sobre la renta federal más generosa para los pagos de impuestos estatales y locales, o SALT. Más de 20 demócratas de la Cámara de Representantes han amenazado con no votar por la agenda económica de Biden, a menos que incluya una expansión de la exención fiscal SALT.
Los demócratas no incluyeron un aumento en el límite de la deuda federal, que tendrá que aprobarse poco después de que el Congreso vuelva a trabajar el próximo mes, junto con un proyecto de ley de gastos provisionales para mantener el gobierno abierto después de que finalice el año fiscal el 30 de septiembre, lo que significa que un aumento en el límite de la deuda no sería elegible para el umbral más bajo de mayoría simple para la legislación relacionada con el presupuesto y sería vulnerable a un obstruccionismo, a menos que por lo bajo 10 republicanos y los 50 senadores que se unen a los demócratas voten para limitar el debate.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, ha prometido que los republicanos no cooperarán para levantar el límite de endeudamiento federal, lo que podría crear un abismo fiscal con el riesgo de un cierre del gobierno y un incumplimiento de sus deudas, porque los demócratas están avanzando con ampliaciones en prestaciones sociales.
El plan presupuestario permitiría que aproximadamente la mitad del plan de US$ 3,5 billones se financie con deuda.
El paquete de infraestructura separado incluye US$ 110 mil millones en nuevos gastos en carreteras y puentes, US$ 73 mil millones para actualizaciones de la red eléctrica y US$ 66 mil millones para trenes y Amtrak. También hay fondos para la expansión del servicio de banda ancha en áreas rurales y mejoras a los sistemas de agua potable mediante el reemplazo de tuberías de plomo peligrosas.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.