Banmédica acusa “una incertidumbre material” que pone en duda la capacidad de las isapres para seguir siendo “un negocio en marcha”

Banmedica

Así lo señala Empresas Banmédica en sus estados financieros, refiriéndose a los eventuales montos que tendrían que desembolsar las isapres Banmédica y Vida Tres por el fallo de la Suprema. La auditora, PwC, puso énfasis en el asunto "empresa en marcha", principio contable que asume que una firma operará durante un largo período de tiempo o, al menos, por doce meses.


Las isapres ya han advertido que están en una difícil situación financiera y que, con el fallo de la Corte Suprema sobre la tabla de factores que tendrá que aplicar la Superintendencia de Salud, la situación se podría agravar.

Uno de los dilemas que enfrentaba la industria a la espera de conocer las instrucciones de la Superintendencia de Salud, era respecto del modo en que tendrían que reflejar en sus balances el fallo adverso del máximo tribunal.

Y finalmente llegó el primer balance de la industria: Empresas Banmédica, controlador de las isapres Banmédica y Vida Tres, ya reportó a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) sus estados financieros al cierre de 2022, donde reportó que el resultado atribuible a los propietarios de la controladora al cierre del año pasado fue pérdida de $ 8.291 millones, cifra que se compara con una pérdida a diciembre 2021 de $ 9.037 millones. Eso, considerando todas sus filiales, es decir, seguros, isapres, y prestadores.

Ahí, la auditora PwC, comienza, como siempre, incluyendo su opinión sobre los estados financieros: “En nuestra opinión, los mencionados estados financieros consolidados presentan razonablemente, en todos sus aspectos significativos, la situación financiera de Banmédica S.A. y filiales al 31 de diciembre de 2022 y 2021, los resultados de sus operaciones y los flujos de efectivo por los años terminados en esas fechas de acuerdo con las Normas Internacionales de Información Financiera”.

Sin embargo, a continuación la auditora puso énfasis en dos asuntos. Primero, respecto a “empresa en marcha en las filiales Isapre Banmédica S.A. y Vida Tres S.A”. El principio contable de “empresa en marcha” asume que una empresa operará durante un largo período de tiempo, o al menos por doce meses.

Al respecto, PwC menciona que ambas isapres “han preparado sus estados financieros individuales a efectos de consolidación, bajo el supuesto que continuarán como empresa en marcha”. No obstante, a continuación recuerda los fallos “desfavorables a los intereses de las isapres en relación con la aplicación de la Tabla Única de Factores para determinar los precios finales de los contratos de salud (...) A la fecha de los presentes estados financieros, la Superintendencia de Salud no ha informado cuál será dicho mecanismo y, en consecuencia, las isapres no pueden determinar de manera fiable el eventual monto de la diferencia de precio a restituir a sus afiliados”.

A continuación, explica que “de acuerdo a lo establecido en NIC 37 ´Provisiones, pasivos contingentes y activos contingentes’ esta situación representa un pasivo contingente y, como tal, se encuentra revelado en Nota 30, y no ha sido registrado”.

Y señala que “producto de la situación antes descrita, Banmédica S.A. ha incluido una declaración en Nota 2 indicando la existencia de una incertidumbre material que puede generar una duda sustancial acerca de la capacidad de las isapres para continuar como empresa en marcha”.

Pero agrega que “los estados financieros consolidados no incluyen ningún ajuste que pudiera resultar de la resolución de esta incertidumbre. No se modifica nuestra opinión en relación con este asunto”.

En concreto, en los estados financieros Banmédica explica todo lo ocurrido con el fallo de la Suprema, en un apartado titulado “negocio en marcha y situación de las isapres ante el fallo de la Corte Suprema en materia de tabla de factores”.

Allí dice que los estados financieros fueron “preparados sobre la base de negocio en marcha, el que contempla la realización de los activos y el cumplimiento de los pasivos en el curso normal de las operaciones de dichas filiales”.

En ese sentido, comenta que “las Isapres y el financiamiento de sus operaciones en curso están sujetos a una incertidumbre material producto del fallo de la Corte Suprema y a la imposibilidad de conocer a esta fecha los potenciales impactos de las instrucciones que debe emitir la Superintendencia de Salud para determinar el precio final de los contratos de salud y la eventual restitución de las diferencias resultantes a los afiliados”.

Y advierte que “a la fecha de los presentes estados financieros, la Superintendencia de Salud no ha informado cual será dicho mecanismo y, en consecuencia, las isapres no pueden determinar de manera fiable cual sería el eventual monto de las diferencias de precio a restituir a sus afiliados, y el potencial impacto que esto podría tener en el cumplimiento de los indicadores regulatorios, en caso de existir. En consecuencia, estos eventos o condiciones pueden generar una duda sustancial acerca de la capacidad de las Isapres para continuar como un negocio en marcha”.

El segundo énfasis de PwC

El segundo asunto en el que puso énfasis la auditora, es en las cuentas por cobrar a las isapres. Ello, considerando a las clínicas que consolida en su balance Empresas Banmédica.

Al respecto, señala que los saldos incluidos en “deudores comerciales y otras cuentas por cobrar” al 31 de diciembre de 2022, “incluyen cuentas por cobrar de las filiales Clínica Santa María SpA y filiales, Clínica Dávila y Servicios Médicos SpA y filiales, Inversiones Clínica Santa María SpA y filiales y Vidaintegra SpA y filiales a isapres que no forman parte del Grupo Banmédica S.A”.

Agrega que, “como es de conocimiento público, las isapres atraviesan por una situación de incertidumbre, tal como se indica en Nota 30 de ´Contingencias, juicios y otros´, y lo señalado en el párrafo anterior. No es posible determinar a esta fecha si el desarrollo de la situación de las isapres afectará la recuperabilidad de las cuentas por cobrar de tales filiales. Estos estados financieros no incluyen ningún ajuste que pueda resultar de la resolución de esta incertidumbre. Nuestra opinión no se modifica por este asunto”.

Dilema resuelto

Uno de los dilemas que debían resolver las isapres de cara a la publicación de los estados financieros al cierre de 2022, era cómo registrar este nuevo pasivo: el monto que deberán restituir a sus afiliados por las tablas de factores, como ordenó la Suprema.

Pero para poder hacerlo, primero debían estimar la cifra. Si provisionaban al pie de la letra lo que dictaminó la Suprema, significaría incumplir sus indicadores. El dilema para las isapres era si sería posible medir los efectos del fallo o debían esperar las instrucciones del regulador.

Pero eso lo resolvió el regulador en enero. En los estados financieros de Banmédica se señala que “con fecha 17 de enero de 2023, la Intendencia de Fondos y Seguros Previsionales de Salud de la Superintendencia de Salud dio instrucciones a las isapres sobre la revelación del pasivo contingente por efecto del fallo de la Corte Suprema sobre tabla de factores”.

Ahí, la autoridad determinó, entre otras cosas, que “dado que, al 31 de diciembre de 2022, la interpretación y aplicación del fallo se encontraba en etapa de estudio para abordar los distintos aspectos que comprometerían su implementación y que por su parte las isapres no tenían una estimación fiable del monto (...) se deberá revelar en notas explicativas el carácter contingente de lo resuelto por la Corte Suprema”.

El balance agrega que “dado el contexto descrito, a la fecha no se dispone de elementos de juicio suficientes para hacer una estimación fiable del importe asociado a la obligación contingente emanada de la ejecución de la sentencia de la Corte Suprema en materia de tablas de factores. En consecuencia, estos estados financieros consolidados no incluyen ningún pasivo respecto de la contingencia antes descrita”.

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