Capital contracíclico: Las intensas reuniones de la banca con la CMF y el Banco Central
Entre las mayores entidades del país, como Banco de Chile, el capital básico sobre activos ponderados por riesgo de crédito llega a 13,73%, por sobre el 7,31% exigido en su caso; mientras que Santander tiene 11,11% versus el 7,38%. En BCI se llega a un capital de 9,48%, en circunstancias que le requieren 7,38%; mientras que en BancoEstado está en 9,17% versus el 7,31%.
Sorpresa y, sobre todo, dudas. Ese es el ánimo que hasta ayer regía en la banca, luego de que el Banco Central anunciara el martes su decisión de activar el Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC), hecho que implicaría para el sistema un costo de US$1.500 millones.
Con el paso de los días hay dudas que se han ido despejando, y ha quedado más claro que parte importante de los requerimientos podrían ser absorbidos con el capital actual de la industria - aunque por cada banco la realidad es distinta-, no obstante ello sí podría implicar una contracción del crédito.
Cita en la CMF
Por la tarde de ayer se despejó una de las dudas de la banca. La Asociación de Bancos (ABIF) se reunió con la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para dilucidar cómo se aplicaría contable el requerimiento de 0,5% de capital adicional exigido por el Banco Central.
Y es que el artículo 66 ter. de la ley de bancos señalaba que “la Comisión establecerá, mediante norma de carácter general, las demás condiciones necesarias para la implementación y supervisión de la exigencia descrita en el presente artículo”, referida a la activación del colchón anticíclico. Sin embargo, en la reunión habría quedado claro que esa norma ya fue emitida, por tanto no se requiere una nueva. Y de la regla vigente, dicen fuentes conocedoras de la situación, se desprende que contablemente los bancos tendrían libertad de utilizar el capital ya constituido para implementar el 0,5%.
La ley define que el colchón de capital contracíclico debe ser enterado como capital básico, el cual está compuesto capital suscrito y pagado más reservas, por lo que instrumentos como bonos subordinados o provisiones voluntarias no pueden ser utilizadas, pues éstas últimas computan como capital nivel 2. Es decir, los bancos deben constituir el requerimiento con capital duro.
Según datos de la CMF, para enero de este año, el capital básico de los bancos está por sobre el mínimo requerido por el regulador para toda la industria, mostrando holguras. Entre las mayores entidades del país, como Banco de Chile, el capital básico sobre activos ponderados por riesgo de crédito llega a 13,73%, por sobre el 7,31% exigido en su caso; mientras que Santander tiene 11,11% versus el 7,38%. En BCI, se llega a un capital de 9,48% en circunstancias que le requieren 7,38%, mientras que en BancoEstado está en 9,17% versus el 7,31%.
En todos estos casos, el 0,5% adicional de capital no pondría en problemas a los bancos para cumplir las exigencias regulatorias, pero “esa holgura significa que tendré 0,5% de menor crecimiento”, dice el gerente general de un banco consultado.
No obstante, en entrevista con Pulso, el presidente del gremio, José Manuel Mena, señaló que “hay entidades de tamaño relevante que tienen que hacer aumento de capital”.
Las dudas
Para la tarde de este viernes está programada la segunda reunión semanal clave de la ABIF. Si con la CMF querían dilucidar el cómo se enteraba el capital, con el Banco Central - la reunión está programada para la tarde-, se busca entender el trasfondo de la decisión.
Justamente en un seminario organizado ayer por la ABIF, la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, volvió a explica el por qué de la decisión, y además fue enfática en señalar que “no es necesario que salgan a buscar capital, ni es necesario que salgan a contraer el crédito, es perfectamente posible que lo hagan con parte de las holguras”.
“Este requerimiento viene a fortalecer la resiliencia de la economía frente a episodios disruptivos”, dijo Costa en la instancia, y agregó que durante la crisis del Covid “este es el instrumento que más contribuyó a la prociclicidad del crédito” , y que una vez finalizada la emergencia sanitaria “los países han empezado nuevamente a activarlo, a construir de nuevo este colchón de capital”.
A partir de dicha experiencia, sostuvo la presidenta del instituto emisor, el consejo optó por activar este requerimiento y definió el nivel de 0,5% a un año plazo, considerando “la incertidumbre afuera, algún factor que nos indica que hay que estar preparados. Pero el beneficio es muy alto, el beneficio es una banca más resiliente, es un instrumento adicional que nos permitiría evitar que las familias y empresas en caso de un shock mayor recibieran la repercusión de este factor procíclico del crédito, en la medida que se libera y complemente con estos instrumentos”.
No obstante, en la industria persisten dudas. Altos ejecutivos del sector se preguntan por qué exigen un capital adicional si es que se puede utilizar lo ya constituido; y por otra parte, argumentan, si es que se ha demostrado que al liberarlo durante una crisis el crédito se contrae de una forma menor, ello ha ocurrido cuando los colchones que se liberan son superiores a 0,5%, por lo que se podría inferir que en el futuro exijan otro 0,5%.
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