Casi 50% en bonos locales y 6,9% en acciones chilenas: las inversiones de las AFP de cara a la discusión de un nuevo retiro
A julio de 2020, mes en que se aprobó el primer retiro del 10%, de los $163.723.260 millones que tenían las gestoras en ese entonces, un 55,7% estaba invertido en el país (del orden de $91.000.000 millones). A marzo de este año, de los $151.088.547 millones que administran, un 57,9% está en Chile (alrededor de $87.000.000 millones). En términos porcentuales, son dos puntos más que hace tres años.
Este martes vencen los 12 meses desde que se rechazó en el Congreso un cuarto retiro de fondos previsionales, por lo que se acaba la “veda” legislativa y ya está puesta en tabla una nueva iniciativa destinada a sacar recursos de las cuentas individuales de las AFP.
Entre los tres retiros aprobados entre 2020 y 2021, del sistema salieron más de US$ 50 mil millones, recursos que causaron un fuerte impacto en el mercado de capitales, tanto a nivel del tipo de cambio como de las tasas de interés, con consecuencias directas sobre el endurecimiento en las condiciones de los créditos hipotecarios. Y, por sobre todo, sobre la inflación.
El dato de inflación en Chile volvió a subir en marzo, luego de que cayera durante febrero. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un 1,1% durante el tercer mes del año, llegando a 11,1% en doce meses. Y la cifra podría ser difícil de reducir.
En el marco de la presentación del Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo del Banco Central, su presidenta, Rosanna Costa, señaló que si bien “vamos a ver inflaciones de un dígito en abril y mayo”, eso “no significa que se haya solucionado el problema inflacionario”, y que la inflación continúa “en niveles muy elevados”.
¿Qué podría ocurrir de aprobarse un nuevo retiro? Los expertos no se atreven a dar cifras, pues los efectos pueden ser diversos dependiendo de una multiplicidad de factores, pero lo que sí es un hecho es que actualmente la inversión de las AFP en el país es muy similar a la que tenían para el primer retiro en cantidad, e incluso algo mayor en porcentaje, por lo que el impacto no sería menor si deben salir a vender posiciones para hacer frente a otro giro de fondos.
A julio de 2020, mes en que se aprobó el primer retiro del 10%, de los $163.723.260 millones que tenían las gestoras en ese entonces, un 55,7% estaba invertido en el país ( del orden de $91.000.000 millones). A marzo de este año, de los $151.088.547 millones que administran, un 57,9% está en Chile (alrededor de $87.000.000 millones). En términos porcentuales, son dos puntos más que hace tres años.
Por tipo de activos, a julio de 2020 el 15,6% estaba en renta fija internacional y el 28,6% en acciones internacionales, a su vez que en bonos chilenos tenían un 48,5% y un 6,5% en acciones nacionales. En tanto, al mes pasado las cifras en el país ascendían a 6,9% en acciones y 49,6% en bonos, mientras que renta fija internacional y renta variable extranjera estaban en 14,3% y 26,8%, respectivamente.
Según Sergio Lehman, economista jefe de BCI, en caso de un cuarto retiro de fondos previsionales, “probablemente las AFP privilegiarían en lo inmediato la liquidación de inversiones en el exterior. Pero en definitiva la proporción de la cartera por instrumentos queda determinada por el fondo que los afiliados eligen para la administración de su cartera”.
Por su parte, Klaus Kaempfe, director de portfolio solutions en Credicorp Capital Asset Management, señala que hoy en día las AFP resentirían un nuevo retiro pues “cuando ocurrió el primero ya tenían bastante caja disponible, hoy ese porcentaje es menor”.
Y agrega que de ocurrir, “las tasas subirían y las acciones caerían. En los últimos meses hemos visto que los agentes internacionales le han quitado bastante presión al riesgo país de Chile, y por lo mismo un retiro adicional tendría impactos”, aunque precisa que “es difícil poner un número, pero una subida de 50 puntos básicos en el bono en pesos a 5 años sería posible”.
En esa misma línea Marco Correa, economista jefe de BICE Inversiones, sostiene que ante “un nuevo retiro, con un comportamiento similar de las personas al de los previos retiros, podría darse una volatilidad en las tasas de interés locales, pues las administradoras deberían liquidar posiciones en instrumentos de renta fija de larga duración”, aunque indica que “también es probable que se entreguen facilidades de liquidez por parte del Banco Central en ese caso, con operaciones Repo, lo que ayudaría a que esta volatilidad fuera más acotada”.
La profundidad del mercado de capitales, que se volvería a ver mermada frente a un nuevo retiro, es uno de los temas sobre los que Costa también ha alertado. “Una adecuada mitigación de los efectos adversos de un shock externo también requiere de un mercado de capitales local profundo. Por lo mismo, es muy importante que logremos recuperar los amortiguadores que en el pasado nos han permitido mitigar los shocks externos. La estabilidad macroeconómica es uno de ellos. La profundidad del mercado de capitales, afectada en los últimos años por los retiros de fondos previsionales, es otro. No volver a debilitar este amortiguador es muy relevante”, enfatizó en la presentación del IPoM.
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