Con las tasas de interés al alza, la portabilidad financiera también se desacelera
La Ley de Portabilidad Financiera fue promulgada en junio de 2020, y permite a personas y empresas cambiarse de banco u otras entidades financieras sin grandes costos. Si bien se han registrado 357 mil solicitudes, la mayoría corresponde a 2020.
La amenaza del cuarto retiro de fondos previsionales tiene a los grandes actores del mercado de renta fija expectantes y, por tanto, inactivos. Esto ha empujado el alza de tasas en la deuda, lastrando con esto el mercado hipotecario. Tasas más altas y menores plazos son las consecuencias, y a estos afectos se suma lo que ocurre con la portabilidad financiera.
Promulgada en junio de 2020, la Ley de Portabilidad Financiera permite a personas y empresas cambiarse de banco u otras entidades financieras sin grandes costos para trasladar distintos productos. Esto pues el costo del traspaso de la garantía desde un acreedor se abarata en 60%.
Según datos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), desde septiembre de 2020 hasta agosto de este año se registran 345 mil solicitudes de portabilidad desde una institución financiera hacia otras, con 12.052 contrataciones de productos, es decir traspasos contratados.
Pero con datos actualizados, Luis Opazo, gerente general de la Asociación de Bancos, señala que “a la fecha se han recibido más de 357 mil solicitudes de portabilidad financiera, que corresponden a más de 171 mil clientes. Es importante destacar que, de los 171 mil clientes que han iniciado procesos de portabilidad, 82 mil han logrado mejorar sus condiciones crediticias, ya sea en la misma institución o en otra, y 20 mil están en proceso de evaluación”.
Sin embargo, gran parte de esos datos se produjeron el año pasado, ya que este 2021 las cifras empiezan a menguar. Si en septiembre de 2020 existían 70 mil solicitudes, para agosto de este ejercicio cayó a 9.955.
“En los flujos de solicitudes de portabilidad se pueden distinguir tres momentos. En el primer mes se observó el mayor flujo de solicitudes, con casi 3.000 solicitudes diarias, evidenciando un alto interés por conocer y requerir un proceso de portabilidad; luego el flujo fue estabilizándose en torno a 400 solicitudes diarias durante el segundo y tercer trimestre de este año; y, en lo más reciente hemos visto flujos diarios por debajo de las 200 solicitudes diarias a nivel industria”, dice Opazo.
El problema de las tasas
“El riesgo de prepago se ha reducido a 0″, dicen desde un banco a la hora de hablar sobre la posibilidad de que los clientes cambien de banco ante ofertas de mejores condiciones financieras.
Entre octubre del año pasado y el mismo mes de este 2021, los bonos en UF ha trepado en promedio 3 puntos porcentuales, y en pesos 4 puntos porcentuales, más que duplicando los precios que se registraban en 2020. Eso ha significado el alza del mercado hipotecario, pero también de préstamos de mediano plazo al segmento empresas. Y para la deuda de consumo, sólo el alza de la TPM -que hoy está en 2,75%- ya elevó los costos.
Desde otro banco explican que justamente esta alza en el costo de fondos de los bancos, es decir cuánto les cuesta conseguir dinero para prestarlo, ya sea mediante emisión de bonos y depósitos a plazo de clientes, dificulta la posibilidad de entregar mejores oferta a clientes, e imposibilita el que hoy éstos puedan conseguir una mejor tasa respecto de un crédito conseguido meses antes.
Según Opazo, “la reducción de solicitudes observada en lo más reciente es coherente con el abrupto y significativo aumento de las tasas de interés, especialmente en créditos hipotecarios -que es el producto más requerido en las solicitudes de portabilidad. Esto, ya que dicha alza dificulta encontrar opciones más convenientes que las pactadas hace solo unos meses”.
Al cierre de septiembre, los préstamos de consumo de los bancos anotaron una caída en doce meses de 5,38%, dato que desde un banco resaltan a la hora de explicar lo que ocurre con la portabilidad: el IFE y los retiros de fondos previsionales (US$55 mil millones), por lo que las personas tampoco parecen tener la necesidad de pedir mejores condiciones, si tampoco están endeudándose.
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