Credicorp: Chile es el segundo país de la región en inclusión financiera, pero tercero en inclusión de mujeres

En 2023 la medición de inclusión financiera de la región aumentó seis puntos porcentuales, según el último Índice de Inclusión Financiera (IIF) elaborado por Credicorp, que evaluó la relación de las personas con el sistema y los productos financieros en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú.

Según el reporte, la región alcanzó un nivel de 45,5 sobre 100 puntos, lo que representa una mejora de seis puntos en relación con el estudio anterior. Las dimensiones críticas son Acceso y Uso, con una puntuación de 45,1 y de 30,5, respectivamente.

En este contexto, Chile mantiene su posición en la región, siendo el segundo país con mayor puntaje, el que asciende a 52,5, superado sólo por Argentina con 53 puntos, que subió 2 puntos en la última edición del informe.

Sin embargo, en lo que se refiere específicamente a la inclusión financiera femenina, Chile ocupa el tercer lugar en el ranking latinoamericano -detrás de Argentina y Panamá-, con un retroceso en esta versión del estudio.

El reporte de brechas de género en inclusión financiera, explica que en un año el porcentaje de chilenas con nivel alcanzado de inclusión financiera pasó de 36% a 31%, en tanto que en el caso de los hombres subió de 40% a 45%. La clasificación “nivel alcanzado”, se refiere a aquellas personas que utilizan regularmente diversos productos y servicios financieros, y que evalúan positivamente el sistema financiero.

En la región, el 21% de las mujeres se encuentra en el nivel alcanzado de inclusión financiera, comparado con el 11% en 2021, dato que está por debajo del exhibido por las mujeres en Chile.

Mariana Gómez, líder del Programa de Equidad de Género Credicorp, señala que “las dimensiones de acceso y uso en Chile han reducido su puntaje en comparación a la medición anterior. Respecto al estudio de brechas de género, ciertos indicadores específicos pueden haber generado que el porcentaje de chilenas con ‘nivel alcanzado’ se reduzca de un año a otro. Por ejemplo, la percepción de seguridad al realizar transacciones financieras, la cual se redujo en comparación al 2022″.

En esa línea, detalla que “encontramos indicadores demográficos que pueden terminar convirtiéndose en barreras para que las mujeres alcancen un nivel óptimo de inclusión financiera. Estos tienen que ver con varios factores: el nivel educativo, la zona de vivienda (urbana o rural), ocupación principal, tipo de empleo (formal / informal), el NSE, entre otras. Respecto al sector educación es importante precisar que la brecha educativa es una de las más grande del IIF en todos los países, lo cual refleja las grandes oportunidades que existen en este frente”.

Sobre la tenencia de productos de crédito, a nivel regional, en promedio los hombres presentan un mayor promedio (0,48) que las mujeres (0,42), cifra que en Chile alcanza a 0,59 en hombres y 0,41en mujeres, lo que “es considerablemente amplia. Sin embargo, los niveles de uso de tarjetas en Chile son mucho más altos que en todos los países evaluados”, indica el informe.

En tanto, en Chile una persona promedio percibe 0,73 puntos en barreras para acceder a productos de ahorro o transaccionales: 0,65 en el caso de hombres y 0,80 en el de las mujeres. Las principales barreras desde 2021 son: insuficiencia de ingresos, percepción de que no se necesitan y falta de interés por obtenerlos.

Por su parte, las soluciones digitales siguen tomando protagonismo en la integración de las mujeres en el sistema financiero formal en la región, aunque las chilenas no optan por estas herramientas financieras. En 2022, el 12% de las chilenas contaba con una billetera móvil, cifra que subió a14% en 2023, cifra muy por debajo del promedio regional (30%).

Según Mariana Gómez, Chile es el único país en el IIF donde las tarjetas de crédito y débito son más utilizadas respecto a las billeteras móviles. “Y si bien, esta herramienta digital se ha convertido en uno de los principales motores de la inclusión financiera a nivel regional, Chile se mantiene estable en cuanto a su relación con el sistema financiero. Ante ello, considero que las facilidades del acceso y uso de las tarjetas de débito y crédito que presenta el país - inclusive ante la popularidad de las billeteras digitales – han hecho que esta herramienta obtenga un valor agregado realmente significativo que motive a los usuarios a optar por este producto financiero”.