Créditos de consumo: CMF suaviza propuesta de norma de provisiones, pero aún así podría elevar las tasas

Bancos siguen elevando restricciones para el otorgamiento de créditos de consumo
Créditos de consumo: CMF suaviza propuesta de norma de provisiones, pero aún así podría elevar las tasas

En su informe normativo, el regulador indicó que el efecto de las mayores exigencias propuestas llevaría a que "la prima por riesgo podría no tener variaciones relevantes en individuos con créditos hipotecario, mientras que en el caso contario, podría presionar al alza las tasas en 370 puntos básicos en promedio”.


Una rebaja sustancial de los costos, pero con efectos que de todas maneras tendrán algún impacto. Esas son las primeras conclusiones que circulan al interior de la banca, luego de que la semana pasada la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) publicara una segunda versión de la normativa de provisiones para los créditos de consumo.

Las provisiones por riesgo de crédito es el monto de dinero que los bancos deben guardar para prevenir el impago de los préstamos, lo que se calcula bajo una serie de variables respecto de la historia de crédito del deudor. Entre más altas, es mayor el costo del crédito.

Justamente eso es lo que reclamaba la industria respecto de la primera versión de la normativa, considerando que el mayor costo de los préstamos podría generar restricciones en el mercado del consumo, esto en un contexto de desaceleración económica tras el estallido social y la pandemia del Covid, lo que además podría derivar en una menor oferta de financiamiento.

En esa primera versión el regulador calculaba que el costo de implementación para los bancos era de US$1.000 millones, mientras que ahora, en la segunda versión, la CMF estimó que el impacto sería de US$487 millones, monto que equivale “a un aumento del 18,1% en relación con el stock de provisiones vigente a esa fecha”.

Créditos de consumo: CMF suaviza propuesta de norma de provisiones, pero aún así podría elevar las tasas

“Las provisiones calculadas en esta segunda propuesta normativa son menores que las estimadas bajo la propuesta inicial, en la que se calculaba un incremento del 50% de las provisiones aproximadamente”, dijo la CMF.

Según el informe del regulador, el stock de provisiones totales pasaría de US$2.687 millones a US$3.174 millones, considerando que las provisiones por pérdidas esperadas pasarían de 7,2% a 8,4%. Pero el mayor impacto se espera para las colocaciones contingentes, es decir líneas de crédito y tarjetas de crédito con montos no ocupados, que verían un alza de 1,9% a 4,8%.

En la banca siguen mirando de cerca la nueva normativa y afinando los cálculos. La estimación del impacto de la propuesta inicial era mayor que la de la CMF, y ascendía a US$1.700 millones. En cambio ahora valoran que sería mucho menor. Desde la industria dicen que “hoy se calculan 18 puntos porcentuales más de provisiones, antes era casi 70 puntos adicionales”, lo que implicaría una reducción relevante en los costos de implementación, por lo que sus efectos en la oferta y el precio de los créditos de consumo disminuiría.

“Mejoró en muchas cosas: conceptos de materialidad; ajustes de conceptos (cuando una hipoteca tiene valor); se reconocen garantían en créditos no hipotecarios, entre otros aspectos”, dice una fuente del sector. No obstante, desde un banco apuntan a que si bien la nueva normativa es menos estricta, “es de todos modos severa”.

De hecho, el mismo informe de la CMF estimó que para quienes quieran acceder a un crédito de consumo, pero no cuenten con un préstamo hipotecario en el que la vivienda queda como garantía, habría alzas de costos. “Si se asume que el modelo estándar de provisiones genera un efecto en las tasas de otorgamiento, la prima por riesgo podría no tener variaciones relevantes en individuos con créditos hipotecario, mientras que en el caso contrario, podría presionar al alza las tasas en 370 puntos básicos en promedio”, dice el informe de la CMF.

Los cambios en la norma se producen luego de la consulta pública de la norma inicial en 2022 y de la realización, a inicios de 20223, de mesas técnicas de trabajo con representantes de la industria. “Los comentarios obtenidos en el proceso descrito anteriormente y los análisis realizados en las mesas de trabajo dan como resultado una nueva propuesta”, indicó la CMF.

Con todo, la propuesta aún debe recibir nuevos comentarios por parte de la industria, tras los cuales la CMF deberá emitir la normativa definitiva, la que según el calendario actual, empezaría a aplicarse a partir de enero de 2025.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.